_
_
_
_

Vázquez reinicia al Deportivo

El veterano entrenador lidera la catársis del equipo gallego, que sale de la cola de la tabla en Segunda División tras ganar los últimos cuatro partidos

Vázquez (i) celebra con sus futbolistas el gol ante el Cádiz.
Vázquez (i) celebra con sus futbolistas el gol ante el Cádiz.RCDEPORTIVO

Hace un mes el Deportivo era último en la clasificación, estaba a nueve puntos de los puestos de permanencia y miraba a la cara a la Segunda División B en medio del desencanto y la desafección. Hoy está a un punto de salir de la zona roja, en la que se vio fuera siquiera un par de horas este domingo tras derrotar al líder Cádiz en Riazor. Hace un mes el Deportivo había sumado 12 puntos tras 20 jornadas, los mismos que en las cuatro últimas. La tormenta parecía perfecta, pero en la tierra en la que es posible vivir las cuatro estaciones del año en un solo día, se abre ahora un enorme y luminoso claro.

Más información
“Quiero construir algo diferente, bonito y grande”
Algo más que una cuestión táctica

El reinicio del Deportivo comenzó en el último partido antes de Navidad, al que llegó hundido en la tabla, con una directiva dimitida y en retirada, con un entrenador que sabía que sus días estaban contados y entre anuncios de una revolución en la plantilla de cara al inminente mercado invernal. Aquella noche un temporal vapuleaba Galicia y se temió por la suspensión del partido contra el Tenerife. Al final se jugó sobre un césped empapado y ante la peor asistencia de público en partido de Liga en lo que va de siglo, poco más de 8.000 espectadores que acudieron a Riazor con la impresión de haber tocado el fondo más oscuro jamás imaginado. Entonces ocurrió algo catártico: el Tenerife empató gracias a un penalti estúpido en el minuto noventa, pero en la última jugada del partido Nolaskoain cabeceó a la red y los puntos se quedaron en A Coruña. “La dinámica ha cambiado. Los jugadores están sensibles, lo están pasando fatal. Ellos no eligen sufrir, pero ahora ven la luz”, explicó al final el entrenador Luis César Sampedro. Lo hizo con un punto cariacontecido: sabía que era su despedida.

Días antes había subido al estrado de la Junta de Accionistas del club Fernando Vidal, el consejero que durante casi cuatro años había sido responsable del área deportiva tras el relevo de Tino Fernández a Augusto César Lendoiro en enero de 2014. Vidal se presentó como el único candidato a hacerse cargo del club, explicó que había alcanzado un acuerdo con Abanca, principal acreedor del club, para que convirtiese parte de su deuda por acciones. Y que gracias a ello LaLiga admitiría que el tope salarial se engrosase de forma sustancial. También se supo que con Vidal al frente regresaría al banquillo Fernando Vázquez, destituido poco antes de iniciar la pretemporada posterior al último ascenso del club a Primera División.

Vázquez tiene 65 años y apenas ha estado vinculado al Deportivo durante temporada y media. Pero entre la gente ha alcanzado estatus de referente. Su extemporáneo adiós elevó su mito y su ascendente sobre un nutrido sector de la afición, incluso entre quienes fueron sus críticos más taimados. Algunos le llaman tribunero y le afean que corra la banda tras los goles de su equipo, pero en realidad es un motivador, un catalizador de ilusiones y afectos. “El Dépor es grande porque su afición es grande”, se encarga de recordar antes y después de los partidos. Con todo, sus concesiones a la galería no llegan jamás a la pizarra. Vázquez prepara equipos rocosos y sin balón junta al equipo con una línea trasera de cinco zagueros por detrás de otra de cuatro. En su estreno al frente del equipo la víspera de Reyes en Soria, el Deportivo no concedió ningún tiro a puerta al Numancia. Pero también llama al talento: le ha dado galones a futbolistas como Ager Aketxe o Gaku Shibasaki, dos de las mayores apuestas del club en verano y que con Luis César estaban relegados, en especial el japonés, al banquillo. "Fernando nos ha cambiado la mentalidad", resume el vasco.

“El entrenador tiene que hacer que el equipo gane y mejorar los jugadores a nivel individual”, explica Vázquez. Los mismos futbolistas a los que hace un mes esperaban a la salida del estadio para llamarles mercenarios salieron este domingo entre una multitud de seguidores que les jaleaban. El club, ya con Vidal en la presidencia, decidió ofertar entradas a espacio de saldo y ante Racing y Cádiz dobló y triplicó la asistencia de público respecto a aquella noche de perros contra el Tenerife.

Los guiños para alzar a la gente no cesan. El director deportivo Carmelo del Pozo, que debió gestionar la pobreza que supone descender de 40 millones de tope salarial a 11 y la subsiguiente resolución de contratos con decisiones poco populares, salió del club la pasada semana. Vidal anunció no menos de ocho refuerzos, aunque por ahora sólo ha podido inscribir a tres (Sabin Merino, Emre Çolak y Beauvue). Las rayas de la camiseta blanquiazul vuelven a ser verticales para solaz de quienes aseguraban que con el diseño de las horizontales se mancillaba la identidad de un club que presumía de que sus máximos accionistas apenas superasen el 6% de la propiedad. Ahora se promueve un modelo en el que Abanca se haría, por un préstamo participativo de 5 millones de euros, con el control del club y decidirá a quién y cuando se lo vende porque ya ha anunciado que su negocio no tiene que ver con la pelota. Los adalides del capitalismo popular instaurado en el Deportivo y que hace unos meses atacaban cualquier indicio de ampliación de capital que supusiese un control por parte de empresarios coruñeses, la abrazan ahora con una entidad bancaria. La pelota entra y, ante eso, todo lo demás es una cuestión menor. Hoy en A Coruña, luce el sol y el Deportivo está a doce puntos del play-off de ascenso

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_