La historia del clásico, empujones en la cancha y codazos en los despachos
El ‘caso Heurtel’ supone otro capítulo en una rivalidad Madrid-Barça que llegó a afectar a la selección en la previa de los Juegos del 84 donde España se colgó la histórica plata
La imagen de Nacho Rodríguez empujando fuera de la pista del Palau Blaugrana a Sasha Djordjevic se ha convertido con el tiempo en una de las que mejor resumen los extremos a los que ha llegado la rivalidad entre el Barça y el Real Madrid. El base serbio celebraba con ostensibles gestos de desquite hacia la afición azulgrana la victoria en el quinto partido de la final que dio el título de la Liga 1999-2000 al Real Madrid. Djordjevic había sido jugador del Barça desde 1996 hasta 1999. Sin embargo, perdió la confianza del técnico azulgrana, Aíto García Reneses. “Ganamos la Copa Korac y la Liga, pero me dijeron que no me querían más, que querían un base más alto”, explicó Djordjevic. Sergio Scariolo, entonces entrenador del Real Madrid, le convenció y le fichó.
Djordjevic matizó años después aquel episodio del Palau. “Siempre habrá oportunistas que pondrán en primer plano mi celebración con el Madrid, pero a esos mismos les puedo enseñar la foto con el mismo gesto —dos dedos como señal de victoria— celebrando el título con el Barcelona en Madrid”, explicó a Vladimir Stankovic en una entrevista en Mundo Deportivo en noviembre de 2015. “Yo era un profesional, defendía los colores de los clubes en los que jugaba con todo mi esfuerzo”.
Nacho Rodríguez es ahora el director deportivo del Barça y una de las personas clave en la gestión del conflicto surgido a raíz de las conversaciones para traspasar a Thomas Heurtel. El club se sintió engañado cuando se enteró de que el base estaba negociando con el Real Madrid. La reacción fue tajante. Impidió a Heurtel regresar con la expedición azulgrana que el martes disputó el partido de la Euroliga en Estambul contra el Anadolu Efes. El base tuvo que regresar solo al día siguiente a Barcelona y no ha vuelto a entrenarse con el equipo, a la espera de volver a negociar su salida del club.
La retirada azulgrana
La rivalidad en los despachos entre el Barça y el Madrid es tan larga como la historia de la Liga y en algún momento llegó a afectar seriamente a la selección española. En el segundo partido de la final de la primera Liga ACB, en 1984, se produjeron unos incidentes con agresiones entre López Iturriaga (Madrid) y Mike Davis (Barça), a los que se sumó Fernando Martín. De madrugada, los directivos del Barça se enteraron por la radio de que Davis había sido suspendido por seis partidos, Fernando Martín, por tres, y López Iturriaga, sólo había sido amonestado. El Barça se sintió agraviado y decidió no comparecer al tercer partido. Pocas semanas después los jugadores de ambos equipos se concentraron con la selección para preparar los Juegos de Los Ángeles. Tras mediaciones y reuniones varias, se distendió la enorme tensión reinante y la selección consiguió la histórica plata olímpica.
El trasvase de jugadores entre el Barça y el Real Madrid ha sido constante. El de Mirotic es el más reciente. En el primer partido de la Euroliga contra su exquipo, en noviembre de 2019, el ala-pívot montenegrino fue el foco de la enorme tensión que se produjo en el WiZink Center. En la arenga previa al partido, el médico del Madrid, Miguel Ángel López, gritó a los jugadores: “¡A ganar! contra la mayor panda de ratas de la Euroliga”. Tras el encuentro, que ganó el Madrid (86-76), Mirotic avisó: “Ya vendrán a Barcelona, ya vendrán”.
Ante Tomic siguió el mismo camino que Mirotic y, tras jugar en el Madrid desde 2010 hasta 2012, defendió la camiseta azulgrana hasta la pasada temporada. Igual que Piculín Ortiz, que estuvo en el Madrid en la 89-90, y luego jugó las dos siguientes temporadas como culé. O que Dejan Bodiroga, que ganó la Recopa con el Madrid en 1997 y el triplete (Euroliga, Liga y Copa) con el Barça en 2003. El polaco Maciej Lampe también dejó el Madrid de mala manera y, tras una etapa en el Baskonia, jugó dos cursos en el Barça.
Del Barça al Madrid fueron Savic, Alston, Galilea, Abad, Pepe Sánchez, Digbeu o Bourousis, aunque el paso del pívot griego por el Palau en la 2005-2006 fue efímero, como el de Hawkins en ambos clubes. El Barça quiso incorporar a Tavares, pero el Madrid se le adelantó en 2018. El club azulgrana tuvo los derechos de Ayón para Europa, pero descartó su incorporación y el pívot mexicano acabó en 2014 en el cuadro de Pablo Laso.
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