El Atlético pisa terreno firme
El equipo de Simeone, sólido en todas las líneas, derrota en Anoeta a una Real Sociedad gripada con goles de Hermoso y Marcos Llorente y consolida su liderato
El Atlético de Madrid es mucho rival hasta para un equipo tan valiente como la Real Sociedad, que salió derrotada de nuevo y pierde fuelle en la parte alta de la tabla. El líder demostró en Anoeta lo que es y seguirá allí arriba, además con varios partidos aplazados, todavía por jugar. Salió de San Sebastián consolidando su candidatura al título, a pesar de que todavía ni siquiera ha concluido la primera vuelta del campeonato. Simeone y los suyos pisan terreno firme.
Los dos equipos comenzaron fuerte, presionando la salida de balón del rival. Primero lo hizo el Atlético, con intensidad y sin desmayo. Después le tocó el turno a la Real Sociedad. A la vista de lo que se amasaba en el césped, ambos decidieron decantarse por vías más expeditivas para atravesar el medio campo hacia predios del rival. Lo hizo el equipo de Simeone tratando de jugar rápido hacia las bandas, pero a Carrasco le tapó muy bien Gorosabel, y por la derecha, Marcos Llorente se encontró un hueso difícil de roer con Monreal, un futbolista ya con mucho rodaje, de los que se las saben todas. Los colchoneros nunca encontraron el camino para hacerle llegar la pelota a Luis Suárez, que pasó de puntillas hasta la jugada del segundo gol.
La Real Sociedad jugaba más por dentro, con el reaparecido Silva como faro, pero se topaba con un muro cuando recibía entre líneas, ya que, además, sus intentos de enganchar con Mikel Merino no prosperaron, porque el navarro estuvo impreciso en la primera mitad. Con ese panorama, y a pesar de la intensidad que le pusieron los dos equipos, ni Oblak ni Remiro pasaron apuros.
La calidad de David Silva propició una acción interesante en el minuto 18, pero cuando intentó buscar a un compañero, se topó con el muro atlético enfrente. Los visitantes de Anoeta tuvieron su opción más clara a balón parado, en un córner que peinó hacia atrás Marcos Llorente y al que no llegó después Luis Suárez. Un bagaje escaso antes de la pausa.
Pero el asunto cambió poco después del regreso del intermedio, cuando una falta en medio campo la ejecutó Carrasco y la remató Mario Hermoso de cabeza, abajo, adelantándose a Zubeldia y pegada al palo, imposible para Remiro. Se ponía en ventaja el Atlético de Madrid en el marcador, una diferencia considerable en un partido tan cerrado hasta entonces. A la Real le volvieron los miedos, las dudas por un inconveniente que podía alargar una racha negativa que se extiende bastante más de lo que se puede esperar de un equipo tan bien estructurado como el de Imanol.
Pero a veces los muros más sólidos se resquebrajan por un mínimo error de cálculo, o porque pese a las apariencias, falta la argamasa que lo mantiene en pie. La Real sigue siendo la misma, pero, con tantas bajas, hace encaje de bolillos para repetir el equipo de una semana a otra. Volvió Silva frente al Atlético, pero se quedaron fuera Oyarzabal y Januzaj, parte del pegamento realista. Así que el equipo madrileño, con esa ventaja, se sintió muy cómodo. De hecho, hay pocas cosas que alteren los biorritmos rojiblancos esta temporada. Con el marcador favorable, el grupo de Simeone decidió dar un paso atrás, consolidó su control dando entrada a Saúl por Correa, y después a Kondogbia por Lemar, y enviando a Carrasco a correr por su banda, despoblada de defensores realistas, más interesados en atacar que en defender.
El belga aceleró los contragolpes colchoneros. La segunda vez que se encontró la banda libre, comenzó una jugada que acabaría en los pies de Luis Suárez en el área pequeña. El uruguayo protegió con el cuerpo, centró atrás y después de que Gorosabel desviara ligeramente la pelota el balón le cayó franco a Marcos Llorente, que fusiló desde el punto de penalti para ampliar la ventaja visitante y poner más líder al Atlético.
Imanol lo intentó todo desde el banquillo, refrescó a su equipo y lo envió hacia el área colchonera, pero es muy complicado remontar al líder, que lo es por algo. Achuchó en campo rival pero no hizo trabajar a Oblak salvo en un disparo de falta de Merquelanz, que el guardameta desvió a córner. Punto y final para la Real. Punto y seguido para el líder.
En Anoeta, el Atlético de Madrid reafirmó sus principios en un terreno complicado, amplió la ventaja en la cumbre y dejó a la Real Sociedad sumida en un estado catatónico. Lleva tres derrotas consecutivas y nueve partidos sin ganar entre Liga y Liga Europa.
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