El Cádiz templa al Villarreal
El conjunto andaluz se trabaja el empate ante un rival que gozó de las únicas opciones de gol
El Cádiz se llevó el punto que deseó desde el principio y el Villarreal tampoco le hizo ascos a un empate que le mantiene en la zona alta de la tabla. Es la conclusión más clara de un partido muy bien jugado por el Cádiz en el aspecto defensivo, un trabajo que le llevó, por el contrario, a prácticamente ni asustar al Villarreal en todo el choque. Tiene mucho mérito el Cádiz, que con orden y buena colocación templó a un Villarreal superior técnicamente, que gozó de las escasas opciones de gol que hubo en el partido y que acabó aceptando las tablas. Los de Emery siguen sin ganar fuera de casa, pero se están consolidando arriba. En la segunda parte, fue el meta Ledesma el que intervino de forma oportuna ante dos acciones de Alcácer y una de Baca. La primera fue una buena tapada al delantero tras un centro de Pedraza. La segunda, un despeje después de una falta lejana lanzada por el propio Alcácer, que llegaba en forma al partido tras sus dos goles en la Liga Europa. Luego, el argentino, en gran forma, paró sobre la línea de gol un remate de Baca. Al Villarreal le faltó ese último pase que abre los caminos del gol. Una tarea complicada, no obstante, ante equipos tan organizados como el Cádiz, que sumó su cuarto partido sumando puntos en busca del objetivo de la permanencia.
Quien escuchara la rueda de prensa de Álvaro Cervera, entrenador del Cádiz, podía intuir lo que se avecinaba en el duelo de su equipo ante el Villarreal. “Perdemos cuando atacamos y ganamos cuando defendemos”, afirmó el técnico que llegó a los 200 partidos oficiales en el banquillo andaluz, todo un registro en la historia del club. Para celebrarlo, Cervera ordenó un buen repliegue de su equipo frente a un Villarreal de buen toque de balón, con Kubo por primera vez como titular en LaLiga y muy escasa fortuna para superar el engranaje montado por el Cádiz.
La jugada pudo salirle redonda a Cervera si en el VAR no hila muy fino a los siete minutos. Una falta muy bien tocada por José Mari al segundo palo propició una mala salida de Asenjo. El balón le llegó a Negredo, que remató muy bien con el exterior del pie. Tras un minuto de celebración y dos de análisis, el VAR anuló el gol por fuera de juego previo de Lozano, aunque todavía pidió a De Burgos Bengoechea que dictara si el jugador del Cádiz tuvo influencia en la jugada. Una acción muy justa y compleja que acabó invalidada. Fue, realmente, lo más destacado de la primera parte, convertida a partir de entonces en el duelo entre un Cádiz muy bien situado en su campo y un Villarreal de excelente toque, pero de nula profundidad.
El Villarreal estiró líneas en la segunda mitad. La mejor jugada de todo el partido llegó a los dos minutos de la reanudación. Fue la única ocasión en la que el equipo de Emery encontró un hueco detrás de las líneas andaluzas. Moi combinó con Pedraza, que centró al área para que Alcácer rematara y Ledesma salvara el gol. Se trató de la opción más clara del Villarreal, al que le costaba un mundo superar al Cádiz, un equipo que desprecia la posesión, defiende de manera estupenda y juega con oficio. El propio Ledesma volvió a ser decisivo ante Alcácer y Baca. No llegó el gol mientras ambos entrenadores acabaron firmando el empate con cambios que asentaban sus propias defensas. El Cádiz apostó por hacer un partido feo y le salió bien.
