El Villarreal pesca en un Valencia en liquidación
El equipo de Emery se lleva de su vecino a precio de ganga a Parejo y Coquelin
Dani Parejo y Francis Coquelin se suman a la tripulación del Villarreal que pilotará Unai Emery el curso que viene. El club propiedad de Fernando Roig le ha comprado a un Valencia en liquidación a su pareja de mediocentros titulares.
Parejo, el capitán, llega gratis a cambio de que el club de la Plana se haga cargo de su ficha de tres millones de euros netos. Antes, el centrocampista madrileño ha obtenido la carta de libertad tras perdonar los dos años de contrato que todavía tenía firmados con el club del murciélago. Coquelin, por su parte, le cuesta al Villarreal ocho millones de euros. Si Parejo cubre una serie de objetivos con los amarillos, la doble operación ascendería como máximo hasta los 11 millones.
“Deportivamente la decisión es un disparate a ojos del mercado porque refuerzas a un rival directo a precio de ganga”, explica a EL PAÍS un agente de jugadores. “Se trata de una venganza. Meriton —la empresa de Peter Lim, máximo accionista del Valencia— no permite a sus empleados llevarles la contraria”, cuenta uno de sus trabajadores. “Meriton está acabando con todo lo que huele a Marcelino”, añade esta fuente, que exige anonimato.
El cuestionamiento de la salida de Parejo, con contrato hasta 2022 y un valor de mercado de 20 millones, va más allá de ser una dudosa operación de mercado. Como en el caso de Garay, es el último capítulo de la fidelidad del centrocampista de Coslada a Marcelino. Parejo, uno de los pretorianos del técnico asturiano, le cerró la puerta del vestuario al presidente Anil Murthy tras el despido del entrenador y la posterior salida de Mateu Alemany. Su discurso a favor del técnico y su escasa receptividad a negociar con el presidente cualquier aspecto relacionado con la primera plantilla han desembocado en su salida de Mestalla. También su disconformidad con los cambios efectuados a mitad de curso en el cuerpo médico. Pedro López Mateu, jefe de los servicios sanitarios, al que el vestuario rechaza, confía en que las cosas cambien tras la purga. López Mateu tuvo un grave altercado con Coquelin en el vestuario cuando este le pidió explicaciones por un mal diagnóstico. “No lo cogió del cuello pero la cosa estuvo a punto de ponerse fea. Eso le ha pasado factura”, reconoce otro empleado.
Al margen de su distanciamiento con Murthy, la salida de Parejo, como la de Coquelin, encuentra otra explicación, esta de índole económica. Sin participar en Liga de Campeones, el club ha de reajustar sus números y rebajar entre un 10% y un 20% el coste de plantilla. Fichas como las de Garay y Parejo, en el primer escalón salarial, no se pueden soportar sin una inyección de capital del máximo accionista, que no se va a producir. Lo mismo sucede con el salario del francés, también alto. El club, con una deuda de 560 millones de euros, no es sostenible fuera de la Champions.
Parejo, ya amortizado, llegó al Valencia en la temporada 2011-12 y ha jugado nueve cursos en Mestalla. Excepto el tramo con Ernesto Valverde, en la 2012-13, y en la primera campaña con Nuno, la 2014-15, siempre había sido un jugador de momentos, sin continuidad. Todo cambió con la llegada de Marcelino, con quien maduró y se hizo imprescindible. En las últimas tres temporadas, su minutaje se ha disparado hasta ser el jugador más utilizado de la plantilla. Deja el equipo con 31 años, 455 partidos, 69 goles y 67 asistencias.
Coquelin llegó en enero de 2018 procedente del Arsenal a cambio de 12 millones de euros. Desde la salida de David Albelda en 2013, el Valencia no había encontrado un recambio tan convincente como el mediocentro francés de 29 años, que tiene un valor de mercado de 15 millones.
La masa social, contrariada con la decisión de la propiedad, empieza a movilizarse. Para hoy a las 20.00, la plataforma Salvem Nostre Valencia CF ha convocado una manifestación “pacífica” delante de la puerta principal del estadio de Mestalla. El objetivo es llenar las puertas del palco de velas en protesta por la gestión de Peter Lim. La organización ha pedido usar mascarillas y respetar la distancia social.
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