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De Gea, enemigo público

El portero del Manchester United recibe un tirón de orejas del técnico Solskjaer y un aluvión de críticas por sus últimas pifias

Mount festeja su gol ante la impotencia de De Gea.
Mount festeja su gol ante la impotencia de De Gea.Andy Rain (AP)
Jordi Quixano

Un remate con el exterior de Giroud fue el inicio de la pesadilla para el portero David de Gea (Madrid, 29 años), que la tocó con el guante, luego con el pie y acabó en gol. Al rato, Mount conducía con la cabeza alta, como mandan los cánones del buen futbolista, y desde el balcón del área soltó un disparo tibio, raso, poco colocado. Suficiente para batirle de nuevo porque se estiró con el cuerpo pero no con las manos hasta que el balón se le escurrió y acabó en la red. De Gea, golpeó el césped con el puño, rabia y frustración. Otras pifias que condenaban al United en la semifinal de la FA Cup y que aupaba al Chelsea.

“Debería haber parado ese disparo el cien por cien de las veces”, resolvió su técnico, Ole Gunnar Solskjaer. Una crítica suave en comparación con el aluvión de sopapos verbales que ha padecido estos días. “Cualquier error del portero siempre se magnifica. Pero De Gea está cometiendo errores básicos de niños de colegio”, sentenció el ex jugador del United Paul Ince. Es el enemigo público; nada nuevo para él.

Su estreno en 2011 con el United —pagó unos 25 millones al Atlético— fue terrible. Después de zamparse dos goles en la Community Shield, debutó en la Premier con un tanto muy parecido al de Mount. Entonces chutó Long (West Bromwich) y la pelota se deslizó por debajo de su cuerpo. “Debería haberlo hecho mejor, pero hay porteros a los que les cuesta adaptarse al fútbol inglés. Como Peter Schmeichel, que empezó tembloroso y luego fue uno de los mejores de todos los tiempos”, reflexionó Sir Alex Ferguson, ex técnico del Manchester United. Aunque su paciencia tuvo un límite porque en enero de 2012, tras una pifia ante el Blackburn Rovers, le sentó en el banquillo. Resulta que le costaba imponerse en el área. Por lo que le prepararon un plan físico para ganar masa corporal y musculatura. Funcionó.

Quizá nunca fue un prodigio en los balones aéreos ni es el paladín del juego con los pies, pero se atornilló sobre la línea de cal y se hizo enorme bajo los palos, hasta el punto de que ha sido el jugador del año del equipo en cuatro de los últimos cinco cursos. Y si no firmó por el Real Madrid fue porque la documentación no llegó a tiempo en agosto de 2015, apenas media hora. También alcanzó la selección, capaz de dar relevo en la Eurocopa de 2016 a Casillas en una “dulce transición”, como la bautizó el exseleccionador Vicente del Bosque. Se hizo un sitio —41 partidos—, que, sin embargo, perdió al acumular más errores que aciertos. Una situación que también digirió con calma, reforzado en el club inglés. Su refugio particular. Hasta que se ha emponzoñado.

“Está cometiendo muchos errores”, expuso el exjugador Gary Neville. “Errores horrendos que alguien con su salario no debería hacer”, agregó Ince. Argumento que desarrolló su extécnico Mourinho, conocedor de su extensión de contrato hasta 2024 con un sueldo de unos 12 millones netos al año, más que ningún otro: “Todavía es un buen portero, pero tuvo suerte a la hora de firmar su mejora de contrato”. También se posicionó Alan Shearer, mítico exdelantero del Newcastle: “Ha llegado el momento de que recuperen a Henderson”, le atizó para lisonjear al meta del Sheffield, cedido por el United y sensación del curso. “Henderson espera con las alas abiertas y el entrenador debe crear competencia”, apostilló Ince.

De Gea contabiliza 402 partidos con el United, el noveno en una clasificación que lidera Giggs (927), seguido por Scholes (709). Envites en los que ha dejado el marco a cero en 146 ocasiones, por más que ha recibido 414 goles (1,02 por duelo). Cifras que no le valen en este momento y que coinciden con el relevo de entrenador de porteros, pues Emilio Álvarez —le acompañaba desde el Atlético—, dolido porque renovó y cambió de agente [Mendes, el mismo que el del preparador] a sus espaldas, decidió dejar el club. El testigo lo recogió Richard Harris, amigo de Solskjaer. “Nadie en el United recibió tantas críticas en sus inicios y supo manejarlo con una sonrisa”, reconocía Schmeichel en 2011. Queda por ver cómo responde ahora De Gea, señalado por su entrenador, desprestigiado por la prensa inglesa y con Henderson en camino.

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