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Monchi marca de nuevo el camino

El Sevilla vuelve a la Copa de Europa con un equipo rocoso dirigido por Lopetegui tras repescar a su reputado director deportivo

Lopetegui da instrucciones a los jugadores del Sevilla en el choque ante el Mallorca.
Lopetegui da instrucciones a los jugadores del Sevilla en el choque ante el Mallorca.CRISTINA QUICLER (AFP)
Rafael Pineda

Cansado después de 17 años seguidos en la dirección deportiva del Sevilla, Monchi (San Fernando, Cádiz, 51 años) dejó el equipo de su alma en el verano de 2017. El director deportivo probó fortuna en la Roma mientras el Sevilla se embarcaba en una travesía desconocida: seguir en la élite del fútbol nacional y europeo sin el hombre clave en los triunfos logrados en el siglo XXI. El Sevilla quedó séptimo el primer año sin Monchi y sexto en el segundo. Pero algo se había roto a pesar de llegar a los cuartos de final de la Liga de Campeones en 2018. Eduardo Berizzo, Vincenzo Montella, Pablo Machín y Joaquín Caparrós (en dos ocasiones) desfilaron por el banquillo en apenas dos años. José Castro, presidente sevillista, lo tuvo claro en la pasada primavera. Tenía que recuperar a Monchi. “Él debía estar aquí. Es donde mejor trabaja, es su casa”, subrayó el máximo dirigente del Sevilla.

El gaditano regresó reforzado al Sevilla en mayo de 2019. Lo hizo como director general deportivo y en el organigrama de la entidad está a la altura de los vicepresidentes. Un año y un mes después de su llegada, este Sevilla reconstruido por Monchi ha alcanzado la cuarta plaza dos jornadas antes del final de LaLiga, tiene posibilidades de ser tercero y ha regresado a la Champions tres años después. Es su 16ª clasificación europea en los últimos 17 años y la cuarta para la Liga de Campeones en los últimos seis. “Ahora, celebración comedida y a seguir luchando por los objetivos que aún nos quedan. Buscamos el tercer puesto y la sexta Europa League”, afirmó Monchi tras conseguir la cuarta plaza.

Vuelta de tuerca

Monchi tenía claro que debía darle la vuelta a la plantilla. Su obsesión era dotarla de físico y buscar un técnico con ganas de reivindicarse. Se decidió por Julen Lopetegui. Una elección que provoco alguna que otra cara de asombro en el consejo de administración cuando fue presentada por Monchi y que ahora es alabada de forma unánime. El gaditano diseñó una plantilla en la que realizó hasta 30 movimientos entre altas y bajas. Gastó 177 millones en fichajes y vendió por 130 según los datos ofrecidos por la web especializada Transfermarkt.es. Volvió a pescar en uno de sus caladeros favoritos, el fútbol francés, desde donde llegaron los defensas Diego Carlos (15 millones al Nantes) y Koundé (25 al Girondins), y el delantero Ocampos (15 millones al Marsella). Además, repescó del fútbol turco a un futbolista que ha sido vital por su buen rendimiento, el centrocampista brasileño Fernando. Rony Lopes, Jordán, Óliver Torres, Chicharito, Reguilón, Bono y De Jong completaron el cupo de fichajes.

El Sevilla mostró desde muy pronto unas características de juego que se han permanecido inalterables a lo largo del curso. Un equipo asentado en la seguridad defensiva, muy físico, con algunos problemas en la creación del juego y de cara al gol, pero con un gran perfil competitivo. Rasgos que han provocado que el equipo solo haya cosechado seis derrotas en LaLiga (solo Madrid, Barça y Atlético han perdido menos), sea el tercer equipo menos goleado (34 tantos) y el cuarto más goleador (53). Además, ha mantenido su puerta a 0 en 15 encuentros.

Con solo tres derrotas en las primeras 16 jornadas (nueve triunfos y cuatro empates), el Sevilla se instaló en la tercera plaza. En esas jornadas ya se atisbó el buen momento de Banega, la solidez de Fernando, el incansable fútbol de Navas, la fuerza de los centrales Koundé y Diego Carlos y la irrupción de un futbolista que sorprendió por su potencia y capacidad goleadora: Lucas Ocampos (14 goles en LaLiga).

Monchi todavía dio una vuelta más de tuerca en la planificación en el mercado invernal. Dabbur y Chicharito abandonaron la entidad y llegaron Suso y En-Nesyri ante los problemas del equipo ante el gol. El Sevilla, a pesar de las dudas que generaba su juego, pilló velocidad de crucero a partir del mes de febrero. Es precisamente el 9 de ese mes cuando selló su última derrota (2-1 frente al Celta). Desde entonces, el Sevilla permanece 13 jornadas seguidas sin perder (siete victorias y seis empates), un registro en la historia de la entidad.

“Los jugadores se han portado muy bien durante el confinamiento”, señalan fuentes del club para explicar el gran rendimiento del equipo andaluz después del parón liguero por la crisis sanitaria. El Sevilla ha ganado cinco partidos y ha empatado cuatro en este periodo, sacando 11 puntos a rivales directos como la Real Sociedad, el Getafe y el Valencia. Solo el Atlético de Madrid, con el que está empatado en la tercera plaza con 66 puntos, ha logrado dos puntos más. El Villarreal, al que le saca nueve puntos en la quinta plaza, ha conseguido los mismos que el Sevilla en este periodo (19).

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