La WNBA insta a Delle Donne a jugar pese a su enfermedad
La jugadora, que sufre una infección bacteriana crónica, pidió quedar exenta del regreso a la competición para evitar riesgos por la Covid pero la liga se lo ha denegado
La enfermedad de Lyme, o borreliosis, es una infección bacteriana que se contrae generalmente por la picadura de una garrapata. Una dolencia crónica que sufre Elena Delle Donne, la mejor jugadora de la WNBA, desde que se infectara en su etapa universitaria, y que, episódicamente, la sacude en forma de crisis de fatiga muscular. Por ello y ante los riesgos de la situación sanitaria actual, la jugadora de las Washington Mystics, de 30 años, solicitó a la competición quedar exenta de disputar el tramo restante de la temporada en la burbuja de Florida, pero la WNBA no ha atendido su petición.
“Mi médico personal, que me ha tratado por la enfermedad de Lyme durante estos años, me indicó que tengo un riesgo más alto de contagio y de tener complicaciones por la Covid-19”, explicó Delle Donne ante el dictamen de la liga femenina estadounidense. “El panel independiente de doctores a los que ha consultado la Liga dice que no soy grupo de riesgo y que debo jugar. Amo a mi equipo y quiero jugar, pero la pregunta es si esto es seguro para mí. Tengo que hablarlo con mis doctores, mi mujer y ver qué es lo que hago”, contó la jugadora en un comunicado.
Delle Donne, campeona olímpica y mundial con EE UU, deberá decidir ahora a título personal, sin el amparo médico ni sindical de la competición. En caso de haber recibido la exención para no competir por cuestiones sanitarias su salario hubiera quedado cubierto. De esta manera, si opta por no participar en lo que resta de temporada su equipo no está obligado a cumplir con las obligaciones contractuales con su jugadora franquicia.
Las Mystics ya cuentan con las bajas de LaToya Sanders y Natasha Cloud para defender el título que conquistaron en 2019 ante las Connecticut Sun. Otras figuras de la competición ya han renunciado a participar en la reanudación de la liga por razones políticas o sanitarias como Liz Cambage, Kristi Toliver, Chiney Ogwumike o Tiffany Hayes. El caso de Delle Donne se suma ahora los múltiples problemas que están surgiendo en la puesta en marcha del torneo, al igual que ocurre con la NBA masculina.
Numerosas jugadoras denunciaron días atrás las condiciones de la concentración en la Academia IMG de Bradenton, Florida. Allí comenzará a finales de mes un temporada reducida con 22 jornadas, en lugar de las 36 habituales, y unos playoffs clásicos. La calidad de las comidas servidas en cajas “tipo avión”, la salubridad de las habitaciones, con chinches y lombrices en las moquetas, y la presencia de trampas para ratones en la lavandería fueron el centro de sus mensajes en las redes. Delle Donne fue una de las más críticas calificando de “inaceptable” las condiciones y enlazando su comentario a un artículo del blog norteamericano Deadspin en el que se recopilaban las situaciones más escandalosas.
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