Una segunda juventud en el alambre
El parón supondrá un gran reto físico para veteranos como Joaquín, Aduriz, Jorge Molina, Salva Sevilla...
Con la primera fase de la desescalada arrancando, el mundo del fútbol empieza a vislumbrar la luz al final del túnel. Si todo marcha según lo previsto por LaLiga, dentro de aproximadamente un mes los cerca de 1.000 jugadores de Primera y Segunda División afrontarán un improvisado sprint de 11 jornadas en apenas 40 días para evitar la cancelación del campeonato. Un terreno inexplorado en el que no todos los futbolistas partirán en las mismas condiciones y en el que los más veteranos tendrán que sobreponerse a una desventaja competitiva.
“Estamos trabajando bien, intentando todo lo posible para no perder la forma física, pero volver en tan poco tiempo… Para mí va a ser complicado ponerme a jugar y estar en una forma aceptable después de romper la rutina de esta forma”, reconocía en Movistar + el bético Joaquín, que a los 38 años estaba a solo un tanto de alcanzar este curso los nueve goles, su mejor registro goleador en una temporada, y atravesaba una segunda juventud que se ha visto truncada por la pandemia. El andaluz es el segundo futbolistas más longevo de la Liga, por detrás de Aduriz (39 años), que acaba contrato con el Athletic este verano y está pendiente de decidir si continúa o no.
La aparición de casos como el del capitán del Betis o el de Jorge Molina, que ha alcanzado su plenitud futbolística más cerca de los cuarenta que de los treinta, y que con 38 años lidera al Getafe en su intento de alcanzar la Champions, son cada vez más habituales. Hace no tantos años, adentrarse en la treintena suponía enfilar el final de la carrera, algo impensable ahora vistos los avances de los cuidados y de la preparación física, que hoy se enfrenta a un inesperado reto.
“Cuando ya no tienes el físico de un juvenil, estar parado tanto tiempo te afecta más. Los más veteranos van a estar en desventaja física respecto a los chicos de 25, 27... y puede que sufran un poco al principio. De inicio, tendrán menos gasolina y menos posibilidades de estar frescos 90 minutos, seguro”, augura Amedeo Carboni, que se retiró con 41 años y 40 días en Valencia como el jugador de campo más longevo de la historia de LaLiga.
“Al final lo más difícil conforme cumples años es retomar los niveles de masa muscular y de fuerza, ya que el desarrollo hormonal no es el mismo en un chico de 20 que en uno ya adentrado en la treintena. Y estar tantas semanas trabajando en casa acrecienta eso”, explica Sergio Martos, preparador físico y readaptador del Leganés. “Hemos estado haciendo test y analizando los datos a niveles de alta intensidad, de pulsaciones, y es cierto que se notan diferencias. Y también está el desgaste articular. Las rodillas, caderas y demás articulaciones notan el paso de los años y un parón tan prolongado no les beneficia”, reconoce Martos.
“En esta situación, el ejercicio ha sido muy limitado dentro de casa. Después de un tramo tan largo, ahora de repente tener que ponerte en forma tan rápido… Lo lógico es que cuanto mayor seas, más costoso se te haga llegar al punto óptimo”, apunta Roberto Trashorras, que se retiró con 38 años en el Rayo Vallecano, y que avisa del peligro que puede suponer las lesiones. “No es lo mismo un jugador que lleva 400, 500 partidos en sus piernas que un chico más joven. El riesgo, en líneas generales, es mayor entre los más veteranos. Yo creo que se les cuidará mucho más y entrarán de forma más gradual para que vayan cogiendo el tono”, apunta Trashorras.
Necesidad de dosificación
“La propia temporada puede que sirva en algunos casos de jugadores más veteranos como pretemporada. Hay jugadores que por juventud y por sus condiciones les puedes dar más minutos desde el principio y otros que les tienes que empezar dando 45, 50, 60. En ese sentido, será importante la ampliación de los cambios a cinco”, cuenta Juan Vizcaíno, exjugador del Atlético y miembro del cuerpo técnico de Simeone hasta 2018; “ojalá que jugadores como Joaquín y Jorge Molina puedan volver en las mismas condiciones que cuando pararon, pero creo que les va a costar un poquito tener esa chispa y esa velocidad que te hace falta para la alta competición”.
Otros expertos, en cambio, ponen el foco en la acumulación de partidos a la hora de administrar las plantillas y, en especial, a los jugadores de más edad. “Yo no tengo dudas de que nuestros veteranos van a llegar como un tiro al primer día de competición. El problema va a estar en la densidad competitiva”, reflexiona Daniel Pastor, preparador físico del Mallorca. “En un final de Liga normal, nosotros podríamos haber utilizado a Salva Sevilla [36 años], que es un jugador capital en el equipo, en las 11 jornadas que quedan. Y ahora, jugando cada tres días, seguramente tendremos que dosificarle más y que no juegue todo, porque la recuperación en jugadores veteranos va a otro ritmo”, reflexiona Pastor.
En la otra cara de la moneda estarán los más jóvenes. Jugadores como Ansu Fati (17 años), João Felix, (20), Rodrygo (19), Ferran (20) y Odegaard (21) son solo algunos de los muchos jugadores que, siendo todavía unos adolescentes, irrumpieron con su fuerza y frescura esta temporada. Una hornada que ha rejuvenecido LaLiga, que la temporada pasada figuraba como la más envejecida de las cinco grandes europeas y ahora tiene 26,7 años de media, por los 26,8 de la Premier y los 26,9 de la Serie A, según el CIES Football Observatory.
“Los más novatos van a contar con una ventaja competitiva. Con unos días de entrenamiento van a coger el punto. Y como hay muchos partidos en poco tiempo, puede que estos chicos revolucionen encuentros porque estarán muy fuertes y rápidos”, argumenta Carboni. “Eso sí, van a estar muy eléctricos, y eso al final puede incluso jugar en su contra. Tener muchas ganas y tantos partidos puede llevarte a acumular encuentros y que aparezcan las lesiones, por muy joven que seas. Cuando creces, te cuidas más en el campo, sabes cuándo tienes que arrancar y esperar, y la energía que tienes la gastas mejor”, advierte el italiano.
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