El balonmano europeo rompe la temporada y remite su ‘Final Four’ a diciembre

El Gobierno alemán ha prohibido hasta el 31 de agosto la celebración de eventos en que se concentren numerosas personas. La medida, que trata de frenar y prevenir contra la propagación del coronavirus, afecta a las dos grandes cumbres anuales del baloncesto y del balonmano de clubes. Ambas debían desarrollarse en el imponente pabellón Lanxess de Colonia. Las Final Four de ambos deportes iban a disputarse en el mismo escenario en dos fines de semana consecutivos, el del 22 al 24 de mayo la de baloncesto, y el del 30 al 31 la de balonmano.

La Federación Europea de Balonmano (EHF) ya pospuso la cita hasta el 22 y el 23 de agosto. Pero la crisis sanitaria prosigue y la EHF ha decidido ahora posponer la Final Four de balonmano hasta el 28 y el 29 de diciembre. Se remite así la competición de la temporada 2019-2020 a la próxima, con todas las incertezas que ello comporta y la sobrecarga de un calendario que contempla, en 2021, la celebración del Campeonato del Mundo, en enero, y de los Juegos Olímpicos, a partir del 23 de julio.

El título de la Champions, en consecuencia, lo disputarán equipos con plantillas diferentes a las actuales, que son las que han competido durante la fase regular del torneo. La competición todavía está en plena disputa. El Barça y el Kiel, campeones de grupo en la fase regular, están clasificados para los cuartos de final, que debe dilucidarse en partidos programados entre el 24 y el 28 de junio. Doce equipos deben disputar, entre el 3 y el 7 de junio, la fase de octavos de final. El rival del Barça debía salir de la eliminatoria entre el Montpellier y el Flensburg. El 24 de abril se celebrará una reunión por videoconferencia en la que se tratará sobre el formato de la competición, con la posibilidad de que se clasifiquen directamente para la la Final Four de Colonia, en diciembre, los dos primeros de cada grupo en la fase regular, que fueron el Barça y el París Saint Germain en el A, y el Kiel y el Veszprem en el B.

En principio, la máxima cita continental de clubes de 2020 debía ser la última para el capitán del Barça, Víctor Tomàs, que anunció su retirada en febrero a causa de problemas cardíacos. También iba a ser esta la última temporada de Raúl Entrerríos, pero el jugador azulgrana, tras el aplazamiento de los Juegos, se replantea su decisión inicial y espera poder alargar su carrera una temporada más. El equipo que dirige Xavi Pascual ya tiene un acuerdo para incorporar la próxima temporada a Blaz Janc, extremo derecho del Kielce.

La esperanza de competir en Colonia, en mayo en el caso del baloncesto o en agosto en el caso del balonmano, se desvaneció por completo el miércoles cuando el primer ministro de Bavaria, Markus Söder, resumió tras una de las múltiples reuniones de los gabinetes que estudian la crisis sanitaria: “Dijimos claramente que los eventos importantes no se celebrarían hasta el final de agosto bajo ninguna circunstancia”.

Michael Wiederer, presidente de la EHF, explicó que la decisión adoptada ha sido respaldada por los representantes de los clubes en una reunión de coordinación. “Existe la voluntad de que la competición se dispute en 2020”, subrayó.

La EHF, la segunda competición europea de clubes, se encuentra en una situación similar: 16 equipos deben completar todavía la fase de grupos, entre ellos el Ademar León, el Logroño Rioja, últimos en los grupos C y D, y el Liberbank Cuenca, tercero en el grupo B, y todavía con opciones de clasificarse para los cuartos de final. La final de la Copa EHF masculina debe celebrarse, en principio, el 29 y el 30 de agosto en Berlín, y la femenina, el 5 y el 6 de septiembre en Budapest.