Varios jugadores del Fenerbahçe de baloncesto, con síntomas de coronavirus

El domingo pasado, hace solo seis días, con más de 167.000 contagiados en todo el mundo y 6.440 muertos por coronavirus, Turquía seguía ajena a la pandemia. Solo se habían diagnosticado seis casos en el país y las competiciones deportivas seguían en marcha, a puerta cerrada, eso sí. En Estambul, en mitad del calentamiento previo al partido entre el Fenerbahçe y el Tofas Bursa se hizo viral la imagen de James Nunnally, sentado a pie de pista, repartiendo lo que parecía ser gel desinfectante de manos entre sus compañeros. “Respetando todas las decisiones que tomen las autoridades que controlan la pandemia, no entiendo cómo el baloncesto en Turquía continúa y no se cancela como se ha hecho en el resto de países”, había expresado en la víspera de la jornada Shane Larkin, jugador del Efes y mvp de la Euroliga. “Sorprende que, dadas las medidas agresivas pero beneficiosas para la sociedad que se están tomando en la mayor parte de países, no se haga lo mismo aquí. Seguir jugando es inseguro. Seguimos expuestos al virus”, añadió el base estadounidense nacionalizado.

Finalmente, el jueves pasado, con una semana de retraso respecto al resto de Europa, el Gobierno turco canceló todas las competiciones deportivas en el país. La Basketbol Süper Ligi fue la última en rendirse a la evidencia. Atendiendo a las noticias de esta mañana la medida ha podido llegar tarde. El Fenerbahce ha confirmado a través de un comunicado que varios integrantes del equipo y del personal administrativo del club presentan síntomas propios del Covid-19. Siguiendo el mismo protocolo que aplicó el Madrid cuando conoció el positivo de Trey Thompkins, toda la plantilla y el personal del equipo se sometió a las pruebas de detección y está a la espera de los resultados. “Con la detección de los síntomas, nuestro gabinete sanitario ha intervenido de inmediato y el equipo se fue a un hospital para realizarse las pruebas pertinentes. Después de las mismas se hará pública información detallada”, proseguía el comunicado del club. Según varios medios turcos, tres de los principales jugadores del conjunto de Obradovic, el escolta griego Kostas Sloukas, el pívot checo Jan Vesely y el jordano Ahmet Duverioglu, habrían dado positivo en el test, al igual que el técnico ayudante, Cenk Renda.

Entre las primeras reacciones a la noticia, la de Ergin Ataman, entrenador del Efes. “Espero que se recuperen lo antes posible, y confío en enfrentarme a ellos en la final de la Liga turca y en la de la Euroliga”, señaló el técnico, que llevaba día denunciando la exposición de todos los equipos de la liga. “Es muy complicado practicar un deporte en esta atmósfera. El mundo está vigilando, todos mis atletas son humanos y ninguno está psicológicamente pensando en jugar, en ganar o en perder. Hay que posponer esto teniendo en consideración la salud de los atletas”, apuntó Ataman.

A la espera de la evolución de la pandemia, Jordi Bertomeu, presidente de la Euroliga, aplazó la competición “como mínimo hasta el 11 de abril”. En caso de confirmarse los positivos del Fenerbahçe, el periodo de cuarentena que tendría que guardar el equipo enlazaría con las fechas de la hipotética reanudación de la temporada. “Desde la llegada del COVID-19 a Europa hemos afrontado la situación con la máxima seriedad y meticulosidad, siguiendo en cada momento las instrucciones de los gobiernos y autoridades competentes. Esto nos ha llevado a tomar decisiones impopulares, incluyendo jugar partidos a puerta cerrada o en otras ciudades. Finalmente la gravedad de la situación nos ha forzado a suspender temporalmente nuestras competiciones”, expresó Bertomeu en el anuncio de cancelación. “Cada día que pasa veo más difícil que se termine la temporada”, apuntó por su parte Bostjan Nachbar, director general de la Asociación de Jugadores de la Euroliga en Radio Marca. "Creo que aquí todos tomamos decisiones tarde. Ahora, con la incertidumbre generada es complicado poder reanudar las competiciones”, señaló Nachbar avisando además de que los jugadores necesitan “varias semanas para recuperar el tiro y la forma”.