Remontadas a puerta cerrada

“¿Ha entrado usted, alguna vez, a un estadio vacío? Haga la prueba. Párese en medio de la cancha y escuche. No hay nada menos vacío que un estadio vacío. No hay nada menos mudo que las gradas sin nadie”. La reflexión del escritor uruguayo Eduardo Galeano en El Fútbol a sol y a sombra la experimentarán los jugadores del Valencia y del Atalanta cuando este martes asomen por el túnel de vestuarios de Mestalla y salten al césped en silencio. El conjunto de Celades recibe (21.00, Movistar Liga de Campeones) al italiano en la vuelta de los octavos de la Champions (El Valencia sucumbe a un rodillo) a puerta cerrada por el coronavirus. La misma sensación tendrán el PSG y el Borussia Dortmund mañana en París. El cuadro local intentará remontar el 2-1 de la ida en un estadio vacío.

En el caldero de Mestalla no se encenderán hogueras cuando más necesitaba el Valencia el calor de su afición. La Generalitat Valenciana ha cerrado al público el estadio para regocijo de los jugadores del Atalanta, más confiados así en proteger su botín de goles. La consellera Ana Barceló prohibió la semana pasada la entrada de gente en Mestalla tras una recomendación de Salvador Illa, ministro de Sanidad, para jugar a puerta cerrada los eventos deportivos profesionales en los que se esperaba “una alta afluencia de público de equipos provenientes de zonas de riesgo”. Barceló mantuvo su decisión pese a que el Gobierno italiano decretó días después que prohibía la entrada y salida general de personas desde Lombardía, entre otras regiones del país, para tratar de frenar la expansión del coronavirus. Los seguidores del Atalanta no podrán desplazarse a Mestalla y sin ellos la Generalitat ha hecho oídos sordos a la petición del Valencia de que accediesen al estadio sólo los socios, dado que ya estaba garantizado que no iba a haber presencia en el campo de personas procedentes de zonas de riesgo. El equipo de Gasperini, con permiso del Ejecutivo italiano al entender que se trata de razones laborales de fuerza mayor, una de las excepciones que planteaba la norma, ha podido viajar a Valencia.

El Gobierno valenciano permitió que se disputase el domingo el Levante-Granada en el Ciutat de València y el próximo fin de semana está previsto el derbi de la ciudad entre el Valencia y el conjunto granota en Mestalla. La ciudad recibe, sin restricción, a miles de turistas estos días que disfrutan, en puertas de las Fallas, de numerosos eventos, como las tradicionales mascletàs, que concentran a miles de personas en espacios reducidos.

Quejas de Parejo

Mientras el club, cómodo en el silencio de estos días desde que comunicó su protocolo frente al coronavirus, no se ha pronunciado al respecto, Dani Parejo, capitán del equipo, publicó en su perfil de Instagram un mensaje de indignación. “No entiendo cómo una crisis mundial puede gestionarse en España en función de la comunidad en la que vivas. No soy un experto ni mucho menos, pero por puro sentido común no entiendo cómo puedo pasear por Valencia con miles de personas por la calle celebrando las Fallas y, sin embargo, nosotros, el Valencia CF, no vamos a poder jugar delante de nuestra gente el partido más importante de la temporada”, expresó Parejo. “No tiene sentido. No podemos dejar que los intereses políticos o económicos primen sobre la salud de la población. Si es peligroso el partido contra el Atalanta, mucho más lo son las grandes aglomeraciones. Cada vez que saltamos al césped nos dejamos la piel por el escudo y ahora no nos vamos a quedar de brazos cruzados mientras otros lo pisotean”, sentenció.

En medio de todo ese ruido, el Valencia necesita una enorme remontada para llegar a cuartos. El Atalanta, un recién llegado a la Champions que está escribiendo las páginas más lindas de su historia, es, con 70 tantos, el equipo más goleador de la Serie A y el tercero de las grandes ligas tras PSG (75) y Bayern (73). Aunque vulnerable en defensa, su entusiasmo para hacer goles asusta.