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El calcio, a punto de parar

El Gobierno italiano y los futbolistas piden la suspensión temporal del campeonato por la epidemia, mientras la federación y la patronal no se pronuncian

Un hombre con una mascarilla en el estadio Ennio Tardini, ante del Parma-SPAL.
Un hombre con una mascarilla en el estadio Ennio Tardini, ante del Parma-SPAL.Piero Cruciatti / LaPresse Piero Cruciatti/LaPresse (AP)

La confusión y el caos generalizado que han suscitado las últimas medidas restrictivas del Gobierno italiano, aislando Lombardía, para frenar la vertiginosa expansión del coronavirus en Italia depararon una jornada alborotada en la Serie A en la que incluso se llegó a plantear la suspensión temporal del campeonato. El Gobierno y el sindicato de futbolistas así lo pretendieron, aunque la jornada terminó por disputarse a puerta cerrada. La Federación Italiana de Fútbol aún no se ha pronunciado, aunque parece proclive a la suspensión, mientras que la patronal asegura que hasta el momento ha tomado todas las medidas que han adoptado las autoridades sanitarias del país. Los intereses económicos de las cadenas que tienen los derechos de retransmisión del fútbol italiano son un factor importante contra la paralización.

Si el presente de la competición es un descalzaperros, con partidos que se iban a disputar a puerta cerrada, que después se suspendieron a minutos de iniciarse y que finalmente se jugaron, el futuro es incierto y desconcertante. Por las estrecheces del calendario, con la Eurocopa de fondo a partir del 12 de junio, ninguno de los estamentos del fútbol italiano se atreve a garantizar que el Scudetto tenga un desenlace ortodoxo, con una clasificación en la que todos los equipos hayan disputado el mismo número de encuentros. Se barrunta que no haya fechas libres suficientes para terminar de completar las competiciones.

El desconcierto vivido este domingo en la Serie A se inició en el partido Parma-SPAL, previsto para las 12.30 del mediodía. Los dos equipos estaban preparados para iniciar el choque cuando fueron convocados con urgencia a presentarse en los vestuarios. Acababa de llegar una comunicación del ministro de Deportes, Vincenzo Spadafora, en la que solicitaba a la Federación Italiana de Fútbol que suspendiera la competición de la Serie A de forma inmediata. La confusión fue total. Nadie sabía qué hacer. “No tiene sentido ahora, cuando estamos pidiendo a los ciudadanos enormes sacrificios para prevenir la propagación de la epidemia, poner en peligro la vida de jugadores, árbitros, aficionados, que seguramente se reunirán para ver los partidos, y no suspender temporalmente el fútbol”, dijo el ministro en un vídeo difundido en sus redes sociales. Después de una hora de negociaciones, a las 13.45 los jugadores del Parma y el SPAL salieron al campo, con las gradas vacías, para disputar un choque que terminó con victoria visitante (0-1). Los otros partidos que se disputaron, todos sin público, fueron Milan-Genova (1-2), Sampdoria-Génova (2-1), Udinense-Fiorentina (0-0) y Juventus-Inter (2-0, la Juve recupera el liderato).

Amenaza de huelga

A la iniciativa del Gobierno se sumó el sindicato de futbolistas. Su presidente, Damiano Tommasi, también reclamó la suspensión de todos los encuentros. Tommasi relató que cada día recibe un reguero de llamadas de jugadores de todas las categorías que están preocupados y asustados por la situación. En la Serie C, la tercera división, hay muchos árbitros que proceden de las llamadas zonas rojas, Lombardía y Véneto, dos de los epicentros de difusión del virus hasta ahora reconocidos por las autoridades. Si el Pianese, perteneciente a la Serie C, anunció la semana pasada tres positivos de Covid-19, este domingo,el Reggio Audace, también de tercera, anunció el de su jugador Alessandro Favalli.

“Los equipos a los que hay que apoyar ahora están jugando en los hospitales, en los lugares de emergencia”, se quejó airado Tommasi. El delantero internacional Mario Balotelli, ahora en las filas del Brescia, también abogó por la suspensión del campeonato ante la expansión del virus. “Me encanta el fútbol, más que a ustedes, pero jugar significa viajar en autobús, tren, avión, dormir en un hotel, seguir en contacto con otras personas fuera de tu sociedad laboral. Ya no veo a mis hijos por este maldito virus porque, como saben, no viven en Lombardía y ya es desconcertante y triste para mí. Paremos, la salud es lo primero. No quiero arriesgarme a enfermar. ¿Para qué? ¿Para entretener a alguien? ¿Para no perder dinero? No juegues con la salud”, escribió Balotelli en Instagram.

Tommasi, al que el ministro Spadafora apoyó en sus declaraciones, estuvo en contacto con todas las instituciones deportivas de Italia. El líder sindical está dispuesto a convocar una huelga de futbolistas que paralice el torneo si finalmente la patronal y la federación no determinan el parón.

Hace cuatro días, el Ejecutivo italiano ya ordenó que la Liga se jugara a puerta cerrada hasta el 3 de abril y el sábado volvió a recordarlo, cuando decretó el cierre de la región de Lombardía y otras 14 provincias del norte y mandó el cierre de museos y discotecas en todo el país. Pero la federación y los responsables de la Serie A no consiguen alcanzar un acuerdo sobre qué hacer con los partidos pendientes. Por el momento, este lunes está previsto el Sassuolo-Brescia a puerta cerrada. La federación ha convocado una reunión para el martes en la que se puede terminar por decretar la suspensión temporal del fútbol italiano.

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