Laso: “Nos preocupa el coronavirus, pero la Euroliga ha decidido que se juegue”
El entrenador del Real Madrid mezcla inquietud, crítica e ironía ante el partido a puerta cerrada con el Milán. “Mi mujer no quiere que viaje”, dice Campazzo
El partido de la 27ª jornada de la Euroliga entre el Armani Milán y el Real Madrid escribirá este martes otro capítulo en la crisis del coronavirus. Siguiendo las pautas de la Organización Mundial de la Salud, de la administración de la Región de Lombardía y de los propios organizadores de la competición, el encuentro se disputará a puerta cerrada en el Mediolanum Forum (20.45, DAZN) para evitar la propagación del COVID-19. Por primera vez en la historia del torneo se cerrará un pabellón sin mediar una sanción disciplinaria. Solo se permitirá el acceso al recinto al personal mínimo imprescindible para el desarrollo del choque -jugadores, cuerpos técnicos, médicos, árbitros, miembros de la mesa de anotadores, y personal encargado de la producción de televisión- y el conjunto madridista realizará un viaje de ida y vuelta en chárter en el mismo día para reducir todo lo posible su permanencia en la ciudad italiana. Medidas que, sin embargo, no tranquilizan a la expedición blanca. Una vez certificada su presencia en el top-8, los blancos intentarán afianzarse en los puestos de privilegio que otorgan ventaja de campo en la eliminatoria de cuartos.
“Mi mujer no quiere que viaje, pero la Euroliga ha puesto estas normas. Debemos confiar en el club y en la competición. No podemos estar con miedo”, señaló Facundo Campazzo en la víspera resumiendo la inquietud controlada de la expedición madridista. “La gestión de la Euroliga es la gestión de la Euroliga. Yo no tengo nada que decir. Ellos han decidido que tenemos que jugar, así que, viajaremos y jugaremos”, expresó Pablo Laso en la misma línea. La comparecencia del entrenador del Madrid este lunes en Valdebebas mezcló ironía y malestar. “¿Personalmente te preocupa la situación?”, le preguntaron al técnico. “Esa pregunta la haría yo al revés: ‘¿a ti te preocuparía?”, devolvió Laso. “Sí”, respondió la periodista. “Pues si a ti te preocupa… es normal que todo el mundo tenga esa preocupación en la cabeza. Pero ya está, es lo que toca y me preocupo por el partido”, completó. Las cuestiones sobre el coronavirus monopolizaron su rueda de prensa. “¿Mascarillas? No sé, hablaremos con el doctor. Creo que han subido de precio además. No sé si el doctor va a comprarnos mascarillas para mañana. Adidas no tiene, nos ha dicho el utilero, y Hugo Boss, que es el otro patrocinador, tampoco nos ha facilitado mascarillas, con lo cual… Me ha llegado un meme, con esas que se hacen con una servilleta de papel y dos gomas, igual hacemos a última hora alguna de estas…”, ironizó Laso. “Sería jodido [tener que usarla] en los tiempos muertos o durante el partido”, añadió.
“No sé si nos da alguna ventaja jugar sin público. Nunca he disputado un partido a puerta cerrada, ni de local ni de visitante… Lo que no me da ventaja es tener a cinco jugadores lesionados. Pero aceptamos que la Copa nos podía pasar factura y ahora nos toca ir más justos en la rotación…”, prosiguió el técnico antes de detallar el parte médico de su equipo. “Anthony [Randolph] y Sergi [Llull] van poco a poco; Jordan [Mickey] veremos cómo está de cara al jueves y al domingo; y Fabien [Causeur] sigue con molestias [en un gemelo] –aunque participó 8m 49s en el partido del domingo-. A ver cómo evoluciona, no es nada grave pero hay que tener cuidado. A todo esto, hay que unir la baja de Gaby [Deck], que tuvo un problema en un codo ante Unicaja y va a tener que estar parado algún día también. Con lo cual mañana viajamos con 11 jugadores a Milán [de los 16 de la plantilla]. Pero estamos bien”, remató Laso con media sonrisa sarcástica. La última vez que el Madrid jugó a puerta cerrada fue hace 34 años, en marzo de 1986, cuando disputó los 14 segundos del partido liguero ante el Barça que fueron aplazados por el lanzamiento de objetos a la pista del Palau.
No cesaron las preguntas sobre el coronavirus para Laso. “No ha habido que hacer una mentalización especial. Todos conocemos la situación. Si dijera que no tengo ni idea del coronavirus pensarían ‘¿este tío no pone la tele o qué?’ Es la Euroliga la que ha decidido que juguemos, aunque sea en unas condiciones diferentes, nosotros lo aceptamos e intentamos centrarnos en el partido”, reiteró el técnico. Sus jugadores utilizaron las redes para incidir en la disconformidad con el viaje a Milán. “La prioridad ahora no es el partido, sino nuestra salud y la de nuestros familiares. Por un partido podemos jugarnos el resto de la temporada”, lanzó Edy Tavares. “¿Por qué no podemos jugar en un sitio neutral? Este virus es grave. Así que tratémoslo como lo que es, por favor”, sumó Trey Thompkins. “Lo primero es lo primero y luego la salud de los jugadores y sus familias”, remató Rudy Fernández. Desde Milán, con más días de experiencia y recorrido en la adaptación y gestión de la crisis del coronavirus, Ettore Messina reflexionó sobre la circunstancia en vísperas del partido ante el Zalgiris en Kaunas. “Creo que ha habido una sobrerreacción en mi país y también aquí, en Lituania. La situación es seria, pero está bajo control. Es normal que juguemos”, contó el técnico del Armani antes de abrazar la ironía para despejar el miedo. “Si las cosas no funcionan, empezaremos a toser. Así a lo mejor se asustan y dejan de jugar bien”, cerró Messina. Sergio Rodríguez es baja para el partido por un esguince en el tobillo izquierdo y un problema muscular en el muslo de esa misma pierna.
Problema diplomático en la Eurocup
En la Eurocup, el problema adquiere mayor complejidad. La Virtus de Bolonia debía jugar este miércoles ante el Darussafaka en Turquía, pero las autoridades otomanas han blindado el país cerrando las fronteras para todos los vuelos procedentes de Italia, como contención al coronavirus. El duelo, clave para el acceso a los cruces de cuartos, estaba en manos de la diplomacia pero no fructificaron las conversaciones entre estamentos y, a última hora del lunes, la Euroliga anunció la suspensión dfinitiva asumiendo "la imposibilidad de que el equipo visitante entre en territorio turco". En los próximos días se anunciarán los detalles para reprogramar el partido. Mientras, el choque de esta última jornada de la fase regular de la Eurocup entre el Brescia y el Reyer Venezia se jugará, como el Armani-Real Madrid, a puerta cerrada. En la Eurocup femenina, Spar Citylift Girona se vio beneficiado la semana pasada por la sanción del juez único de la FIBA al Sopron de Hungría, que no se presentó al partido contra el Schio, que ya había sido reprogramado en Eslovenia, alegando temor al coronavirus. La sanción permitió al conjunto gerundense ascender un puesto en la clasificación y obtener así el pase a cuartos.
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