El Granada se reencuentra
El Alavés se desquició tras el gol de Carlos Fernández y los andaluces retornan a la senda del triunfo después de cinco jornadas
El Granada vivía momentos de incertidumbre. Hace cinco jornadas llegó a ser líder. Desde entonces, acumuló cuatro derrotas y un empate. A los de Diego Martínez se les empinó el calendario, pero no cambiaron esencialmente su estilo y su pasión por el juego. El partido ante el Alavés fue considerado clave por el entrenador y sus jugadores. El equipo respondió y logró un triunfo convincente, asentado en un magnífico inicio en el segundo tiempo, cuando en cinco minutos inclinó a su favor un choque que se jugó con mucha aspereza con anterioridad. Con el marcador a favor, el Granada es intocable. No hay quien le tosa ni le remonte con Martínez en su banquillo. Todo cambió después de una buena acción colectiva, llena de precisión y talento. Un cambio de juego de Herrera, un desdoblamiento y un centro tenso de Víctor Díaz al que puso la guinda Carlos Fernández con un valiente remate. El toque del lateral recordó al del mejor Míchel en el Madrid de finales de los ochenta. Carlos Fernández irrumpió en el área pequeña para rematar de cabeza de forma impecable.
El gol desequilibró el estado de ánimo de un Alavés que había gozado de opciones en el primer tiempo. Manu García cometió un penalti innecesario solo tres minutos después del primer tanto andaluz. Soldado hizo el segundo gol, también el segundo de su cuenta individual tras su llegada al Granada. No marcaba desde la primera jornada, ante el Villarreal, pero es indispensable por su carisma y su trabajo en el campo. Por ejemplo, cuando al filo del descanso salvó un balón en el área pequeña después de un error del meta Rui Silva a la salida de un saque de esquina. Por esos detalles, Soldado resulta indispensable. Tras el tanto de penalti del delantero, el Alavés se borró del campo. Había ya quedado tocado en el primer tiempo por la lesión de Pina. Entró Wakaso, quien en su primera acción vio la tarjeta amarilla. El final de la historia era más que previsible. Wakaso recibió la segunda y fue justamente expulsado después de una temeraria entrada a Neva. A media hora para el final, el choque había quedado sentenciado. Borrado de la faz del campo, el Alavés fue un juguete en manos del Granada. Los andaluces, con campo por delante, soltados los nervios, resultaron imparables. Herrera hizo el tercero después de una magnífica jugada dentro del área. Los vascos habían ondeado la bandera blanca, totalmente desconectados con un futbolista menos y el partido más que perdido.
El resultado es que el Granada se reencontró con el triunfo para llegar a los 24 puntos. Unos guarismos que le acercan mucho a su objetivo de la permanencia. Los andaluces encontraron premio a su aplomo, pues no dudaron a pesar de las cinco jornadas que han estado sin perder. La afición disfrutó con un triunfo frente a un rival directo, con momentos en la segunda parte de muy buen fútbol, donde futbolistas como Carlos Fernández y Herrera brillaron a un alto nivel. Partidos como el del Alavés contribuyen a asentar la gran comunión entre el equipo y la grada. El Alavés debe reflexionar acerca de su mal rendimiento en la segunda mitad. Llegaba al choque en buen momento a pesar de su derrota ante el Madrid. Su primer tiempo fue aceptable, con dos ocasiones claras generadas por sus dos buenos delanteros. Resultó insuficiente.
Diego Martínez le cambió la cara a su equipo jugando con dos delanteros, arriesgando además con Puertas y Vadillo por las bandas y actuando con dos delanteros, Carlos Fernández y Soldado. El primer tiempo no tuvo nada que ver con el segundo. Fue un choque duro, de muchas interrupciones y en donde el Alavés gozó de las mejores ocasiones gracias al juego directo en busca de Joselu y Lucas Pérez. Las tuvo en dos ocasiones el atacante gallego, que había marcado en ocho de los últimos nueve partidos. No acertó Lucas y sí lo hizo Carlos Fernández nada más empezar la segunda parte. Después de tan poco fútbol en el primer acto, incluidos dos lesionados, Quini y Pina, todo se solventó en la brillante combinación entre Herrera, Puertas, Víctor Díaz y el remate de Carlos. Lo mejor del choque. Lo peor, la entrada de Laguardia al propio Carlos Fernández que significó su expulsión en el último minuto del partido. Una acción dura e innecesaria.
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