Javier Zanetti: “Hoy los jóvenes piensan que todo es fácil”
El histórico capitán, hoy vicepresidente del Inter, recibe a EL PAÍS antes del duelo ante el Barcelona: "soy un tipo muy simple, viviría siempre de pantalón corto"
Saluda a cada persona que se cruza, bromea con algunos, se pone más serio con otros; Javier Zanetti (Buenos Aires, 46 años) camina por la Ciudad Deportiva del Inter como si fuese su casa. Y lo es. Ya no anda vestido de chándal, sino de americana y camisa. Es el vicepresidente del club desde que se retiró, después de defender la camiseta nerazzurra en más de 800 partidos durante 19 temporadas. Conoció a tres Papas, ninguno lo emocionó tanto como el futbolero y también argentino Francisco. Durante la entrevista, le avisan de que el cantante Andrea Bocelli lo está esperando para almorzar. Zanetti habla claro, nunca pierde la corrección. El martes el Barça visita al Inter en la Champions (21:00). Los neroazzurri necesitan una victoria para pasar a octavos.
Pregunta. ¿Se siente más cómodo con americana o de pantalón corto?
Respuesta. Soy un tipo muy simple, viviría siempre de pantalón corto. Pero estoy contento. Nunca pensé en ser entrenador, eso lo tienes que sentir. Lo importante es hacerse una pregunta: ¿En qué lugar puedo aportar más? Y estoy convencido de que es en esta posición.
P. ¿Por qué?
R. Hoy el Inter es de propiedad extranjera y yo soy el que transmite los valores y la identidad del club. Se cerró la etapa de jugador y he comenzado otra que me parece un desafío increíble. Me tuve que preparar. Si no estudiaba no iba a ningún lado. Era lo justo. Es un error pensar que vamos a tener un lugar por lo que hicimos como jugadores. Pasé de ser el más veterano del vestuario al más novato de los despachos con 40 años.
P. ¿Da miedo?
R. No. Mi carrera y mi vida fueron así. Paso a paso, tranquilidad y humildad. Y siempre recordé de dónde venía. Nunca olvidé todo el sacrificio que hacían mis padres. Para mí eso es un orgullo y me acompañó durante toda mi carrera y también ahora. En ningún lado está escrito que el éxito solo se consigue con sacrificio, pero sí hay un montón de ejemplos. La cultura de trabajo es fundamental. Eso es lo que hay que transmitir a los jóvenes. Hoy se piensa que todo es fácil.
P. ¿Hoy el futbolista accede desde muy pequeño a mucha fama y mucho dinero?
R. Es donde más atención hay que poner: en que los futbolistas conserven la humildad, que recuerden de donde vienen y todo lo que cuesta llegar. Porque es eso lo que les va a mantener en equilibrio. En la vida, no solo en el fútbol, un día estás arriba y al otro en el fondo del mar. Y el joven, a veces, no lo entiende. Dinero, coches… se abre un mundo que no es fácil de gestionar.
P. ¿Y qué se hace?
R. Tenés que tener la capacidad, que no es fácil, para entender quien se te acerca por conveniencia y quien te quiere como persona y no como jugador de fútbol. No hay una receta. Es cuestión de piel. Mi mujer es la misma de toda la vida y mis amigos también. Parecen pequeñas cosas, pero no lo son. Y, al final, marcan la diferencia.
Cristiano es de esos jugadores que tienen carisma para levantar un torneo”
P. ¿A qué aspira?
R. A sentirme útil. Tengo un papel transversal. Me gusta trabajar en equipo. Lo sentí en la cancha y lo siento ahora. El club tiene que seguir creciendo y hay que expandir la marca Inter. Abrimos más de 20 Inter Academy en todo el mundo y hay Inter Campus en 29 países, que están reconocidos por la ONU. Eso para mí es un orgullo y una responsabilidad. Y, además, tenemos proyectos en Italia contra el bullying y contra el racismo.
P. ¿Por qué el fútbol italiano siempre está en el ojo de la tormenta en el tema del racismo?
R. No creo que sea algo solo de Italia. Hay que luchar y luchar. El Inter nació como una apertura a los extranjeros. Yo fui años capitán de este club y soy extranjero. Hay que ser firmes en estos valores y educar. No hay más receta. Y no ser indiferente.
P. ¿Resurgió la Serie A?
R. Son momentos. Cada país y cada liga tienen su apogeo. En los 90, todos los grandes jugadores estaban acá. Y ahora se está volviendo a eso.
P. ¿Hay alguna explicación económica o social?
R. En nuestro caso, el club tuvo muchos cambios. Y ahora, poco a poco, queremos volver a ser protagonistas. El Milan también lo será.
P. ¿Qué les falta para superar a la Juve?
R. No miramos a la Juve. Miramos nuestra historia y a partir de ahí pensamos en cómo construir el futuro. La llegada de Conte, sumado a los fichajes de grandes jugadores, fue muy buena. Estamos en el inicio de algo que puede ser importante para el club.
P. ¿Es bendición o un castigo compartir grupo con el Barça dos años seguidos?
R. Es bueno, siempre es bueno competir con los mejores. Pero ya vimos lo que pasó en la ida: el Inter jugó un gran partido y terminó perdiendo [2-1].
Los futbolistas veteranos no pueden pretender jugar por el apellido”
P. La columna vertebral del Barcelona pasó de los 30 años. Usted jugó hasta los 41. ¿No conviene dudar de los veteranos?
R. Hay que analizar el comportamiento de cada jugador. Algunos pueden ser una ayuda para el entrenador porque se ponen a su disposición o porque hacen crecer a los jóvenes. Lo importante es que el jugador no pretenda nada, tiene que demostrar que puede jugar por su fútbol y no por su apellido. Forma parte de la inteligencia del futbolista reconocer en qué momento está.
P. ¿Qué le dio Cristiano a la Serie A?
R. Es uno de los jugadores más reconocidos a nivel mundial y su llegada elevó al fútbol italiano. Algo similar pasó cuando Ronaldo llegó al Inter en el 97. Son esos jugadores que tienen el carisma para levantar un campeonato.
P. ¿Ronaldo fue lo mejor que vio?
R. Uno de los mejores. Yo jugué con Messi.
P. ¿Qué lugar le guardará la historia a Messi?
R. Como a uno de los mejores. En un lugar en el que están Diego, Di Stéfano, Cruyff, Pelé… Estamos hablando de un jugador con unos números impresionantes. Y no solo eso, sino que los hizo durante mucho tiempo.
P. ¿Se puede analizar una carrera solo en números?
R. No. Ni tampoco victorias y títulos. Se analiza en el recorrido. Leo es uno de los mejores de la historia y eso es independiente a sus goles, a lo que haya ganado con el Barcelona o a los premios individuales que recibió. Para mí, como argentino, es un orgullo que sea el máximo ganador del Balón de Oro. Pero no me cambia lo que pienso de él. No analizo a un jugador o a un entrenador por el hecho de que sea campeón del mundo o por si ganó la Champions. Si ves un partido de fútbol y está Leo pensás: ‘¿Y este pibe quién es?’. Cuando sos bueno, ya basta. No hace falta refrendarlo con títulos. Y lo mismo vale para un entrenador.
P. Los dos entrenadores que más le han influido en su carrera, Bielsa y Mourinho, están en los polos opuesto respecto a los resultados.
R. Bielsa nos formó a todos y rescato la seriedad con la que ofrecía su trabajo. Hay muchas cosas que se tienen que poner en la balanza. El mejor no es el que más ganó. Marcelo y Mourinho fueron los mejores técnicos que tuve.
P. Mourinho sí se refrenda en los resultados.
R. No pienso que sea el mejor porque ganamos. Si no hubiésemos ganado, seguiría pensando que es un gran entrenador. Tiene convencimiento, capacidad, seriedad, profesionalidad.
P. Entonces, no entiende las críticas a Mourinho.
R. Forma parte del mundo en el que estamos. Se discute a Messi, ¿cómo no se va a discutir a Mourinho? Parece que en el fútbol cualquiera está autorizado para decir cualquier cosa, mucho más en las redes sociales. Hay que tener un equilibrio.
P. ¿Usted cómo se lleva con las críticas?
R. Nunca me interesaron, ni las buenas ni las malas. Uno sabe lo que hace y cómo lo hace. Esa es la verdadera tranquilidad. No necesitaba una crítica positiva para saber que había jugado bien.
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