Los goles gallegos impulsan al Alavés

El cuarto equipo en llevarse los tres puntos de Ipurua en esta temporada fue el Alavés. Mal asunto para el Eibar, que ya ha recibido y caído en su casa ante Barcelona y Real Madrid, pero que no semeja tan sólido en su fortín como en campañas precedentes. Sigue el mismo dictado de esos tiempos felices el equipo de Mendilibar, se aplica en la presión cuando pierde la pelota, en el esfuerzo para encimar al oponente y en el balón al área. Al Alavés lo asfixió, le hizo pasar un calvario durante bastantes minutos, pero el partido maduró y a su último cuarto de hora llegó el equipo vitoriano exuberante, mejorado en cuanto Asier Garitano movió el banquillo. Desde allí salió Joselu para liquidar al Eibar con dos goles (0-2). Ya lleva seis, uno menos que su compañero y paisano Lucas Pérez. 13 de los 16 goles marcados por el Alavés esta campaña llevan denominación de origen gallega.

A Lucas se le esperaba en Ipurúa porque había anotado en las siete jornadas anteriores. Pero no tocó bola. Garitano le relevó a veinte minutos del final y se marchó con un rictus de frustración. No le habían dado juego porque en realidad el Alavés apenas había jugado. Le podía el Eibar, hábil para manejar los rudimentos de todo lo que sucede los cinco segundos siguientes a que el rival controlase la pelota. Ahí apretaba, orillaba y enviaba hacia el terreno de la imprecisión. El Alavés, que había comenzado amenazador a la contra con una opción clarísima para Borja Sainz que se desbarató entre Dmitrovic y el poste, transitó por el partido entre agobios, con la respiración del Eibar en el cogote. Empezó por desconectarse de su delantero y con el paso de los minutos los cables se le pelaron en otras ubicaciones. Pero al Eibar le faltó concreción. Le abandonó el remate.

Ahí cabe valorar el esfuerzo defensivo del Alavés, hábil y atento en los centros, con recursos para capear el bombardeo. Apenas permitió ventajas al Eibar, que dejó pasar una contra al cuarto de hora, una réplica de Orellana, que Kike García remató contra el cuerpo de Martín Aguirregabiria con el meta Pacheco batido. Apenas concedió en su área el Alavés y resumió tanto esfuerzo del Eibar a un puñado de disparos lejanos que obtuvieron respuesta adecuada por parte del portero. Jose Ángel y Charles lo intentaron en la segunda parte, tiempo que se le hizo largo a los locales.

El Alavés se activó en cuanto el Eibar ofreció señales de agotamiento. Ya con Joselu en el campo, también con Pere Pons, que filtró un pase para dejar a Burke mano a mano ante Dmitrovic. Fue un aviso. El Eibar lo obvió. O al menos no encontró recursos para virar la situación. A seis minutos del final Aleix Vidal volvió a entrar hasta la cocina. Flaqueó en los laterales el cuadro de Mendilibar. Resolvió Joselu, que puso el sello al triunfo en el tiempo de prolongación en una contienda de tintes fronterizos: empatados a puntos como habían empezado la tarde, el Alavés se abriga ahora en la zona media de la tabla y el Eibar mira hacia los puestos en rojo con cuatro jornadas antes del parón navideño que le llevarán a visitar a Real Sociedad y Athletic y a recibir a dos huesos de parecido pelaje al suyo, Getafe y Granada.