Thiem compromete a Djokovic
El austriaco accede a las semifinales tras voltear por 6-7, 6-3 y 7-6 (en 2h 47m) al serbio, que se jugará el pase con Federer. El suizo derrota a Berrettini (7-6 y 6-3, en 1h 18m) y el italiano es el primer eliminado
El destino inmediato de Novak Djokovic depende de un cara o cruz, el que afrontará mañana contra Roger Federer. El serbio comenzó bien, pero luego se encasquilló y cedió (6-7, 6-3 y 7-6) ante el corajudo Dominic Thiem, tributo anoche a la resiliencia y primer semifinalista del Masters. El austriaco tiene buenas sensaciones en Londres y si el primer día derribó al suizo, esta vez le tocó a Nole, al que la derrota le trastocó absolutamente los planes: de tener pie y medio en la penúltima estación del torneo a verse en una tesitura indeseada.
De malas pulgas, el balcánico apenas departió después con los periodistas, cortante y escueto en las respuestas. Había sido una de esas noches de perros. Thiem proyectó una exhibición de fuerza y volteó un partido que se le había puesto cuesta arriba. Se enderezó el austriaco, comenzó a dibujar golpes planos y así arrinconó al de Belgrado, al que ha batido cuatro veces en dos años y medio, por primera vez en pista dura. Especialista sobre arena, Thiem tiene todas las condiciones también para ser un feroz competidor en rápida, y de momento enfila la zona franca del torneo con firmeza.
Hizo una apuesta de riesgo, un todo o nada reflejado en los números (50 ganadores y 44 errores), y ahora compromete el devenir de Nole. Se la jugará el número dos con Federer, quien aun sin estar fino, sino más bien desafinado, sigue siendo mucho Federer. Tenía el suizo ante sí un cruce a todo o nada contra el italiano Matteo Berrettini, por eso de haber resbalado en la primera jornada, y lo resolvió con más eficiencia que brillo. No está inspirado en este tramo final de la temporada, pero a nada que le funcione el servicio y ofrezca un puñado de destellos ya tiene a la grada inglesa en el bolsillo, porque el de Basilea es el gran seductor de la raqueta. Cumplió ayer (7-6 y 6-3, en 1h 18m) y por lo tanto conserva crédito, mientras que el italiano se convirtió en el primer eliminado.
El peso histórico de Federer cayó como un dolmen sobre Berrettini, virtualmente eliminado. El primer día, el italiano (23 años) apenas pudo hacerle cosquillas a Nole, pero esta vez su actuación fue más digna. Se sostuvo hasta el final del primer parcial y en el segundo cedió solo cuando el suizo ya había cogido velocidad de crucero. Le queda ahora el aliciente de lograr la victoria de la honrilla y un objetivo nada despreciable: ser el primer tenista de su país que obtiene un triunfo como maestro. No lo consiguieron ni Adriano Panatta –perdió los tres duelos de 1975 ante Arthur Ashe, Ilie Nastase y Manuel Orantes– ni Corrado Barazzutti –lo mismo ante Eddie Dibbs, Brian Gottfried y Raúl Ramírez en 1979–.
Mientras, Federer (38 años) se mantiene en pie. Nunca había perdido RF los dos primeros cruces en un Masters y escapó del apuro con fiabilidad y sin tembleques. Solo en una ocasión, 2008, fue eliminado en la fase de grupos del torneo. No le hizo falta ofrecer un recital, sino simplemente disparar el servicio –78% con primeros y 68% con segundos– y sobre todo la habilidad para salir del pequeño nudo que se formó en la primera manga. De haberla ganado Berrettini, la historia seguramente hubiera sido muy distinta, pero salió airoso Federer y ahora se jugará el pase con Djokovic mientras Londres aguarda ansiosa el choque de trenes.
“Me llevó algunos días, quizá un par de semanas, superar la derrota de Wimbledon contra Novak”, comentó Federer; “en cualquier caso, creo que jugué una gran final allí y tengo muchas ganas de cruzarme otra vez con él. Debo concentrarme y hacer lo que mejor sé hacer”.
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