El Real Madrid pierde ante el Zalgiris de Leday su primer partido de la temporada
El conjunto lituano castiga a los de Laso con 26 puntos de su pívot y un claro dominio en el rebote (33-21)
La primera derrota del curso del Real Madrid llegó en Kaunas. Con Zach Leday como demonio (26 puntos en 27 minutos) y el rebote como agujero (33-21 en el total, 11 en ataque para los de Jasikevicius), los de Laso cayeron ante un Zalgiris intenso y aplicado que desdibujó al conjunto blanco, a contrapié desde el inicio.
Dos faltas personales de Campazzo en los primeros 50 segundos del partido trastocaron la hoja de ruta del Madrid en el Zalgirio Arena. Con 12 puntos sin fallo en cinco minutos Nigel Hayes materializó la ambición de los lituanos y retrató la falta de intensidad de los blancos que, conscientes de su margen de mejora, se fueron activando entre la espesura. Laprovittola y Randolph, a cinco puntos por barba, dinamizaron a los suyos y rebajaron la efervescencia verde. Del 10-2 al 14-12 y, de ahí, al 18-15 con el que se cerró el primer cuarto. La tendencia estaba marcada.
Zalgiris, 86-Madrid, 73
Zalgiris: Lekavicius (-), Grigonis (13), Hayes (15), Ulanovas (10) y Landale (5) —cinco inicial—; Jankunas (6), Milaknis (-), Leday (26), Pérez (5) y Walkup (6).
Real Madrid: Campazzo (9), Taylor (7), Deck (7), Randolph (15) y Tavares (-) —cinco inicial—; Llull (9), Rudy (2), Laprovittola (5), Mickey (6), Carroll (7), Causeur (6) y Felipe (-).
Árbitros: Radovic, Lottermoser y Shemmesh. Eliminado Walkup por faltas.
Zalgirio Arena: 15.109 espectadores.
Reclutó Laso a su núcleo de nacionales (Llull, Rudy y Felipe) para templar el partido con paladas de experiencia, pero Leday, Ulanovas y Grigonis impusieron la agitación y dieron continuidad al trabajo de Hayes. Los blancos se colgaron el cartel de perseguidor y comenzaron a remar a contracorriente (29-21, m. 14). Los buenos minutos de Jordan Mickey apuntalaron a duras penas el plan madridista hasta que llegó el sustento episódico de los puntos de Carroll. Material insuficiente ante la voracidad rival. Hayes y Leday fueron mucho más que Mickey y Tavares.
Los problemas en el rebote, las pérdidas de balón (siete a esas alturas, 12 al final) y el 3 de 11 en triples deslucieron la mejoría defensiva del Madrid. El cuajo competitivo de los blancos ganó en influencia con el paso de los minutos, pero su reenganche (33-32, m. 19) no fraguó y permitió al Zalgiris marcharse a los vestuarios con una pequeña hucha a su favor (38-34, m. 20). La ventaja era el premio a la concentración de los locales (cuatro robos y tres pérdidas al descanso) y a su aplicación gremial.
La media anotadora se ajustaba a las necesidades del equipo de Jasikevicius, que llegaba a la cita con una media de 69 puntos por partido (casi 15 puntos por debajo de su rival). Para desmontar el tablero, Campazzo regresó a la pista tras descansar toda la primera mitad. El manejo del Facu, el oficio de Causeur (seis puntos en cinco minutos) y la defensa de Taylor ensayaron la remontada madridista. Un triple de Campazzo y una canasta de Randolph completaron un parcial de 9-16 (47-50, m. 25). Pero tampoco les bastó a los blancos.
Se instauró el equilibrio, Campazzo y Alex Pérez rivalizaron por el libro de instrucciones durante minutos, el Zalgiris sacó lustre a su dominio del rebote ofensivo y el Madrid comenzó a recurrir al perímetro con urgencia. Con un triple de Llull, los de Laso entraron por delante en la recta de meta (57-60, m. 30). Pero creció y creció Leday hasta obligar a Tavares a volver a la pista. El pívot estadounidense sobrepasó la frontera de los 20 puntos y estresó al Madrid en un momento crucial del duelo. Las protestas de Laso y Llull por una falta en ataque de Tavares acabaron en técnica dentro de un arbitraje editorializante y el pulso se tiñó de verde (75-69, m. 37). Un triple inverosímil de Ulanovas, desde ocho metros y sobre la bocina de posesión, confirmó la primera derrota de la temporada del Madrid en su primera salida europea.
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