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Una mujer cautiva al fútbol americano

La veterana estrella del 'soccer' Carli Lloyd recibe ofertas para convertirse en la primera profesional y romper una barrera histórica en la NFL

Lorenzo Calonge
Sam Koch, de los Baltimore Ravens, sujeta el balón para que patee Carli Lloyd desde 55 yardas.
Sam Koch, de los Baltimore Ravens, sujeta el balón para que patee Carli Lloyd desde 55 yardas.Matt Rourke (ap)

La escena pudo ser casual, pero encierra todo el simbolismo y ha abierto un debate imprevisible hace unos días en el mundo del fútbol americano en Estados Unidos. Ocurrió la pasada semana. Sam Koch, de los Baltimore Ravens de la NFL, se arrodilló sobre el césped y sujetó con dos dedos el balón ovalado para que la veterana estrella del soccer Carli Lloyd, doble campeona del mundo, golpeara y metiera entre palos un disparo desde 55 yardas (unos 50 metros), una distancia más que estimable que se le resiste a un buen número de jugadores de la primera liga del planeta. El vídeo se hizo rápidamente viral -con la ayuda de la propia NFL, que lo difundió por sus redes sociales- y removió un asunto aún por resolver: ¿Por qué no podría convertirse Carli Lloyd en la primera mujer en disputar un partido de fútbol americano profesional (no existe la competición femenina)? Ofertas no le han faltado a raíz de estas imágenes y ella no ha cerrado la puerta. “Sería capaz de hacerlo bien, no tengo miedo”, ha asegurado.

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“Cualquier cosa es posible, soy una atleta y una competidora. Mis amigos y mi familia me están animando a dar el paso. Ahora estoy en el soccer, veremos qué pasa en el futuro”, ha comentado Lloyd, de 37 años, auténtica leyenda en su país (113 goles en 281 partidos con la selección), elegida dos veces mejor futbolista FIFA y autora de un triplete en apenas 16 minutos en la final ganada de 2015, con el último tanto anotado desde el centro del campo. Aficionada desde niña de los Philadelphia Eagles, aprovechó el día libre con su club, el Sky Blue, para acudir al entrenamiento de su equipo. Al terminar, saltó al campo y empezó a ensayar disparos, conocidos como field goals. Primero desde 25 yardas, una cifra muy accesible, y yendo poco a poco hacia atrás, hasta llegar a esas complicadas 55 yardas (el récord absoluto son 69). Alguien capturó ese instante, lo publicó y se extendió como el aceite.

“Fue una locura”, afirma la delantera estadounidense. “Yo entonces me reí, pero creo que esto podría ser una oportunidad. Muchas personas están empezando a pensar que en algún momento habrá una mujer en la NFL”, añade. Y tal vez sea ella. Ha recibido, al menos, dos propuestas de dos equipos cuyos nombres no han trascendido para jugar un encuentro de pretemporada (la competición empieza el 5 de septiembre), aunque ninguna se ha materializado hasta la fecha. La razón en uno de los casos es que coincidía con un amistoso de la selección de fútbol dentro de la gira de celebración del Mundial ganado el pasado julio. Un combinado que, para añadir otro matiz a esta historia, se enfrentó a Trump, entre otros motivos, por defender la igualdad de género en el deporte.

“Si llegara a debutar, sería un hito para el fútbol americano”, asegura Javier López, experto y comentarista en Movistar. Una referencia como Gil Brandt, ejecutivo durante 28 años de los Dallas Cowboys, reclutador de nuevos talentos para la franquicia y miembro del Salón de la Fama, lo tiene claro: “Yo le haría una prueba. Honestamente, creo que no pasará mucho tiempo hasta que veamos a una mujer romper esta barrera”, tuiteó nada más ver el golpeo de Carli Lloyd. “Increíble”, exclamó el jugador de los Eagles Jake Elliot, que participó de este momento en el césped. Otros, como el receptor de los Los Ángeles Chargers, Keenan Allen, muestran más dudas: "Suena dulce, hasta que alguien bloquea la patada y ella se encuentra en la defensa. Sería como la estampida del Rey León".

Ellas han derribado ya varios muros. Por ejemplo, Becca Longo fue en 2018 la primera en recibir una beca universitaria para practicar este deporte y Jen Welter se convirtió en 2015 en la primera integrante del staff de entrenadores de un equipo de la NFL, los Arizona Cardinals. Sin embargo, todavía les queda por saltar la gran muralla, y el físico no debe ser un obstáculo insalvable en un mundo de especialistas. La posición que ocuparía Lloyd sería la de kicker (uno de los dos tipos de pateadores, junto a punter), que no exige ninguna talla mínima. Sus apariciones en los partidos son puntuales: salen, lanzan y se retiran. No cuerpean, no placan, no corren. “Suelen vivir al margen del equipo. Son los únicos que no entrenan con el resto de compañeros”, explica Javier López, que también puntualiza que su función “es de las menos valoradas”, por más que el máximo anotador de todos los tiempos sea un kicker, Adam Vinatieri, con 2.600 puntos.

Su salto de una modalidad a otra no sonaría extraño porque, salvando las distancias, los paralelismos resultan evidentes. “Es habitual que muchos pateadores, al menos, hayan practicado fútbol”, señala López. De hecho, el exportero del Barça Jesús Angoy, que jugó luego siete años en los Barcelona Dragons, rechazó una oferta de los Denver Broncos. “Es muy parecido a disparar a portería en soccer. Creo que soy muy precisa”, apunta Lloyd. En una situación real de partido, eso sí, la escena cambiaría respecto a la experimentada en el entrenamiento porque entonces tiró sin oposición y en un encuentro se le vendría encima una jauría de rivales para bloquear el disparo. Una acción en la que pesa tanto la finura de piernas como el control de nervios, lo cual tampoco supondría un problema para ella, que construyó su carrera a golpe de ambición, voluntad y una confianza extrema en sí misma. Y ahora que languidece su vida como goleadora (fue suplente en el Mundial de este verano), un reto nuevo asoma para ella y una oportunidad única se le presenta a un deporte con cuestiones todavía por abordar.

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