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Mirotic invierte la vía NBA

El fichaje por el Barça de un jugador de 28 años y cotizado en la mejor Liga del mundo rompe los axiomas en el baloncesto europeo y da un impulso a la Liga Endesa

Robert Álvarez
Mirotic y Siakam, en un Bucks-Raptors.
Mirotic y Siakam, en un Bucks-Raptors.Frank Gunn (AP )

La NBA es la meca del baloncesto. Reúne a los mejores jugadores del mundo, atraídos por la competitividad de una Liga muy por encima de las demás por su enorme poderío económico, su talante global y su capacidad para proyectar al máximo el espectáculo. Cada vez es más raro que un jugador, sea del país que sea, se resista a embarcarse en una competición de otra dimensión. Por eso resulta chocante el regreso a Europa de un jugador como Nikola Mirotic, en plena madurez a los 28 años, con un bagaje de 359 partidos, 118 como titular en la NBA entre la temporada regular y los playoffs, que percibió 12,5 millones de dólares la pasada campaña entre Nueva Orleans y Milwaukee y con ofertas en firme tan sustanciosas como la de Utah, por tres años y 45 millones. Pero así es. El ala-pívot, de 2,08m, firma por tres temporadas con el Barcelona, con opción a una más.

No se han desvelado las cifras de dicho acuerdo. En todo caso, se presume que lo convertirán en el jugador europeo mejor pagado, con unos 4,5 millones de dólares por temporada. Las cifras de los contratos en Europa no se hacen públicas como en la NBA. Sin embargo, existe consenso en asumir que el ruso Alexei Shved, otro jugador que regresó en 2015 después de tres temporadas en la NBA, fue el mejor pagado el pasado ejercicio en Europa con unos cuatro millones en el Khimki. Tras Shved, De Colo, con 2,8 millones en el CSKA, Calathes y Sergio Rodríguez, con 2,5 en el Panathinaikos y en el CSKA, y Sergio Llull, con 2,2 en el Real Madrid.

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El fichaje de Mirotic por el Barcelona se convierte en una de las excepciones a la regla: la NBA monopoliza el mercado de los europeos más cotizados. Uno de los pocos que escapó a su radar fue Sergio Llull, que hace cuatro años desestimó una oferta de Houston Rockets de entre 17 y 20 millones de dólares por tres temporadas. “La NBA es tentadora, pero para mí jugar en el Madrid era un sueño que tenía desde pequeño y que sigo teniendo”, argumentó Llull.

No ha sido el primero ni el último gran jugador no estadounidense que se ha resistido a la NBA. En su día también lo hizo, por ejemplo, Dejan Bodiroga, de quien se decía que su estilo no era propicio para triunfar al otro lado del Atlántico. Antes, el brasileño Óscar Schmidt, uno de los mejores cañoneros de todos los tiempos, rechazó a la NBA, aunque básicamente porque en la década de los ochenta las normas le prohibían vestir la camiseta de la selección de su país si jugaba en EE UU. Pero, de un tiempo a esta parte, la NBA se lleva a los mejores, casi sin excepción.

Se espera que este lunes, en su presentación como azulgrana, Mirotic explique los motivos para dejar la mejor Liga. El jugador montenegrino, con pasaporte español, abandonó el Real Madrid en 2014 para fichar por los Bulls. Ha jugado en tres equipos diferentes durante los últimos 14 meses: Chicago, Nueva Orleans y Milwaukee, con el trasiego que ello supone para él y para su familia. No ha logrado consolidarse como titular, a pesar de que es considerado un jugador de nivel, importante. Sus promedios en la temporada regular: 12,3 puntos, un 36% de acierto en los triples, 5,9 rebotes, 1,3 asistencias y 24 minutos.

El fichaje de Mirotic por el Barcelona invierte el sentido de la marcha de los mejores jugadores europeos, aunque no deja de verse como una excepción. En cualquier caso, la apuesta del Barcelona incentiva a la Euroliga y a la Liga Endesa. La competición europea lo necesita para compensar las bajas de jugadores que transitan la senda habitual: Melli (del Fenerbahçe a Nueva Orleans), Guduric (del Fenerbahçe a Memphis), Bitadze (del Buducnost a Indiana), Matt Thomas (del Valencia Basket a Toronto), Doumbouya (del Limoges a Detroit), Samanic (del Olimpia Liubliana a San Antonio), Poirier (del Baskonia a Boston) y Mokoka (del Bemax a Chicago). Entre los que permanecen, destacan el fichaje de De Colo por el Fenerbahçe, que ha renovado a Sloukas. Y queda por ver el destino de Ayón tras su salida del Real Madrid.

El Barcelona da un salto presupuestario sustancial con la incorporación de Mirotic, los fichajes del alero Higgins (CSKA) y del pívot Davies (Zalgiris), las renovaciones de Claver, Heurtel y el entrenador Pesic, y las negociaciones para recuperar a Abrines, que ha regresado al baloncesto tras cinco meses inactivo y haber rescindido el contrato con Oklahoma City. El Barcelona no gana la Liga desde 2014, año en el que se clasificó por última vez para la Final Four de la Euroliga.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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