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PISTA LIBRE
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Hazard recupera la lógica de Florentino

Si el belga es lo que parece, y no hay dudas al respecto, el Real Madrid ha adquirido a uno de los cinco mejores futbolistas del mundo

Santiago Segurola
Hazard, durante el partido entre Bélgica y Kazajistán.
Hazard, durante el partido entre Bélgica y Kazajistán. PIROSCHKA VAN DE WOUW (REUTERS)

Si Hazard es lo que parece, y no hay dudas al respecto, el Real Madrid ha adquirido a uno de los cinco mejores futbolistas del mundo, escala que incluye a Messi, Cristiano Ronaldo, Mbappé y Neymar. Tanto Messi como Cristiano están bien entrados en la treintena. Mbappé ha irrumpido como el sucesor de los dos fenómenos, pero su precio es disuasorio por ahora y empieza a confundirse como jugador. Nacido para el gol, le ha dado un ataque de estratega y quiere jugar cada vez más lejos del área. A Neymar, heredero in pectore de Messi cuando fichó por el Barça, le crecen los problemas como si fuera un campo de margaritas.

El fichaje de Hazard por el Madrid se inscribe de pleno en la lógica que aplicó Florentino Pérez desde su llegada a la presidencia, conducta que repentinamente olvida más o menos cada cuatro años. En su primera etapa contrató a Figo, Zidane y Ronaldo Nazario, las tres grandes estrellas del momento. Se extravió cuando los intereses comerciales se impusieron a los deportivos. En 2003 eligió a Beckham en lugar de Ronaldinho, con pésimas consecuencias.

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La segunda trayectoria comenzó en 2009 con la contratación de Cristiano Ronaldo y Kaká, junto a Messi los dos grandes futbolistas de aquel momento, y la adquisición de varios de los jóvenes más prometedores: Benzema, Özil y Di María. Como en su primera época, Florentino Pérez giró sobre sus pasos. Desde 2014 apenas se han embarcado jugadores relevantes en el Madrid, donde la apuesta por los jóvenes españoles ha fracasado. La consecuencia ha sido un equipo revenido, sin atractivo para una afición cansada de verlo. Más o menos como la edición de 2006.

Como entonces, Florentino Pérez vuelve sobre sus pasos, ahora obligado por el desánimo que provoca el equipo. En marzo estaba fuera de todas las competiciones. Con Hazard se asegura un jugador diferente, contrastado en la Premier League y en la selección belga —probablemente fue el mejor del Mundial 2018—, con unas características que deberían entusiasmar al madridismo. Es un jugador que añade peligro a cada una de sus intervenciones, a través del pase, las paredes, la conducción o el regate. Rara vez elige mal y muchas veces corta la respiración del público y los rivales con recursos imprevistos y brillantes.

Hazard está hecho a la medida del Real Madrid, donde debería completar su progresión como jugador y alcanzar una magnitud superior. De eso se ocupa el Madrid mejor que ningún otro club del mundo. Ha sido la estrella de un Chelsea donde no siempre ha disfrutado. Con Mourinho se sintió comprimido y en los dos últimos años ha dado la impresión de pensar más en el futuro que en el Chelsea. Para un futbolista tan expresivo en el juego, el Real Madrid es el lugar perfecto. Nunca ha sido, y difícilmente lo será, un equipo hermético, ni metódico.

Se discute en los medios el montante de la operación, alrededor de 120 millones con los extras de costumbre. Parece una cifra elevada para un jugador al que le faltaba un año para liberarse del contrato con el Chelsea, pero el Real Madrid le necesitaba aquí y ahora. No estaba en condiciones de esperar más, ni de someterse a una nerviosa puja con sus grandes rivales en el mercado: Barça, Manchester United, Manchester City, PSG…

Su llegada confirma la singular posición del Real Madrid en el escenario del fútbol. En un momento de apogeo inglés, con su boyante Premier y dos campeones en Europa, el mejor futbolista de su campeonato lo abandona para jugar en un equipo que este año no ha ganado nada. Es la magnética particularidad del prestigio máximo.

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