Jorge Vilda: “Pido calma, nos estamos acercando a las mejores”
El seleccionador, en su primer Mundial, dice que respecto a 2015 España es una selección más madura, atrevida y valiente
Son las tres de la tarde de un lunes de principios de mayo en la Ciudad de Fútbol de Las Rozas y hace un sol que achicharra. Jorge Vilda (Madrid, 37 años), el seleccionador, tiene tres entrevistas y entre una y otra se cambia de ropa. Charla con EL PAÍS en el banquillo de unos de los campos de entrenamiento.
Pregunta. ¿Qué recuerda de sus comienzos en el Club Deportivo Canillas?
Respuesta. Fueron mis primeros pasos como entrenador y tengo muy buen recuerdo porque también fue el primer contacto con el fútbol femenino. Es donde creo que me hice entrenador y donde cogí experiencia para poder entrenar y tener un repertorio amplio de ejercicios.
P. ¿Cuáles son los miedos de un entrenador?
R. Miedo real no hay que tener; sí hormigueo el día antes del partido o el mismo día. Yo le llamo el tigre que está dentro arañando. Más que miedo es incertidumbre de lo que va a suceder. Al final aprendes a convivir con él y creo que es necesario. Si no te sucede eso cuando se acerca un día importante es que no le estás poniendo toda la pasión que le tienes que poner o no le das toda la importancia que tiene.
P. ¿Después de un partido suele decir ‘Tendría que haber hecho esto o lo otro’?
R. Intento tomar las mejores decisiones antes del partido que es cuando tienes más tiempo para ello; durante el partido tienes que ser muy rápido. Cuando se acaba hacemos análisis exhaustivos tanto si se gana como si se pierde porque para el siguiente encuentro quieres ser mejor entrenador y quieres hacer mejor a tus jugadoras. La intensidad de la sensación de la derrota es mucho mayor que la de la victoria.
P. ¿En qué punto está el fútbol femenino español?
R. Está en un punto emergente, de crecimiento exponencial, de camino en el que todavía queda mucho por recorrer. Mirando al Mundial es una parada más en el camino, es un evento importante, pero es algo que está todavía en proceso de mejora. Nuestro objetivo es estar pronto entre las mejores del mundo; este Mundial puede ser un escaparate para que nuestras jugadoras, que son grandes, lo demuestren en un gran evento.
P. ¿A qué se refiere con ese “mucho” que queda por recorrer?
R. En el crecimiento de licencias: estamos sobre las 60.000. Por población y por ser un país futbolero podemos crecer enormemente. Alemania tiene un millón; aunque tengan el doble de población que nosotros, podemos aspirar a ser la federación con mayor número de licencias de deporte femenino. Ahora mismo es el baloncesto con 118.000; la Federación tiene un proyecto para crecer y ser en pocos años la número uno. También podemos crecer en cuanto al nivel de Primera y Segunda, estamos trabajando para que así sea. A nivel de selecciones, en categorías inferiores estamos al máximo nivel mundial y con la absoluta estamos en el proceso de meternos entre las mejores.
P. ¿Qué trabajo de reconstrucción tuvo que hacer después del Mundial de Canadá?
R. Recuperar la confianza de las jugadoras: que creyeran en ellas mismas y en una forma de jugar. Creo que así ha sido, principalmente en el plano mental porque calidad tienen. En estos cuatro años han trabajado muchísimo. Si ve ahora mismo una foto del once titular de Canadá y la compara con un once de ahora, se nota que esas jugadoras físicamente han trabajado, han cambiado sus cuerpos con muchísimo esfuerzo, con alimentación, con buenas recuperaciones y buenos entrenamientos. Seguimos en el proceso de igualarnos a nivel atlético a las grandes selecciones, pero ya estamos más cerca. Año tras año han ido disputando grandes partidos, finales, han tenido experiencia de jugar en estadios casi llenos o con 60.000 espectadores. Todo eso ha dado una madurez futbolística que antes no tenían.
P. ¿En qué ha crecido la selección desde que cogió las riendas?
R. Al principio el objetivo era instaurar el modelo que estábamos utilizando en todas las categorías y lo recibieron con agrado. Había que seguir mejorando nuestro método de entrenamiento, mejorar en el análisis de los rivales y con la incorporación de gente muy preparada como Montse Tomé, Kenio, Carlos Sánchez, Javier López Vallejo, Javier Egido... estamos a la vanguardia. Ahora, además, tenemos alternativas: somos un equipo al que nos gusta tener el balón, jugar en campo contrario, tener la posesión pero si se traduce en ocasiones de gol, tenemos que ser verticales. En los últimos años estamos trabajando esa verticalidad como alternativa para atacar, pero sin despreciar que tengamos mecanismos para controlar el partido cuando sea necesario.
P. ¿Y eso del tiqui-taca?
R. Yo creo que la denominación del tiqui-taca para una forma de jugar es algo más de los medios de comunicación que futbolístico. Es lo que hemos hablado: una forma de entender el juego desde la posición, desde la posesión, desde la presión alta y a partir de ahí, estamos evolucionando día a día. Tenemos un modelo de juego claro, definido, reconocible en todo el mundo; pero día a día lo estamos complementando, evolucionando y mejorando.
P. ¿A qué juega su selección?
R. Hay una regla técnica que son las tres P a la que podemos añadir una cuarta: posición, presión y pasión. Aparte de eso, la P de provocar situaciones favorables para finalizar y hacer gol que es lo que buscamos.
P. ¿La mayor virtud de esta selección y la suya como entrenador?
R. Las jugadoras, tenemos grandes jugadoras y no me cansaré de decirlo. Lo que nos falta es demostrarlo en una gran cita como el Mundial. En cuanto a mi virtud, sería egocéntrico definirme a mí mismo; la pasión es lo que nos une a todo el cuerpo técnico, la cualificación y preparación también.
P. ¿En qué tiene que mejorar la selección?
R. Somos un equipo que juega en campo contrario y nuestra defensa está a 50 metros de nuestra portería y cualquier pérdida puede ocasionar una transición. Lo hemos vivido tantas veces eso de tener la posesión, de tener todas las ocasiones del mundo para ganar un partido y en una o dos que tiene el equipo contrario, te hacen gol. Tenemos que ser fuertes defendiendo y estar muy pendientes de las transiciones defensivas. A balón parado, al jugar contra selecciones muy potentes físicamente con mucho salto vertical, con mucha potencia, tenemos que ser muy fuertes defendiendo los saques de esquina y las faltas laterales porque puede ser algo que decida un partido.
P. ¿Cómo se gana el respeto en un vestuario?
R. Soy creyente de la convicción y no de la imposición. Lo primero es nunca traicionar ni engañar a las jugadoras, trabajar día a día para dar entrenamientos y charlas de calidad, para intentar transmitir y que les llegue todo lo que tengo en la cabeza.
P. ¿Cómo hace para conseguir que su mensaje llegue?
R. Mi reto es seguir sorprendiendo, ser capaz de sorprender tanto en las charlas tácticas como de preparación mental, ser capaz de decir cosas distintas, sobre todo a las jugadoras que llevo entrenando más de 10 años.
P. ¿La consigna que más repite?
R. La anticipación, porque en el fútbol tienes que ir siempre por delante. También lo de estar mentalmente preparado para cada momento, ya sea entrenamiento, partido amistoso o contra un gran rival.
P. ¿En qué no transige?
R. Creo que siempre tiene que haber límites, pero me gusta tener equipos alegres, me gusta tener jugadoras que sean felices haciendo lo que hacen. Dicho esto, con la puntualidad somos estrictos, no se puede llegar tarde ni a comer, ni a los tiempos de descanso ni a los entrenamientos. Me gusta mantener el orden. Lo que me puede dar más rabia de todo es el talento desaprovechado: futbolistas que tienen talento y que piensen que solo con eso pueden conseguir todo. El talento más trabajo es lo que sale en los referentes mundiales y lo que intentamos perseguir. Eso hace que las jugadoras buenas se conviertan en extraordinarias.
P. ¿Los móviles están prohibidos?
R. No están prohibidos… como creemos más en la convicción que en la prohibición no ha habido que decir nada. En las comidas no suenan los móviles y si suena no hay una multa, pero al que le ha sonado se pone rojo y pide disculpas. Nos gusta que impere el sentido común y la coherencia, no he impedido absolutamente nada pero las jugadoras saben que hay unas normas que tienen que respetar.
P. ¿Qué características tiene que tener un seleccionador?
R. Eso es complicado… lo primero, preparación. Luego, la capacidad de transmitir el mensaje, tener un método que hayas comprobado que es válido. Estar preparado para tomar decisiones gratas e ingratas.
P. ¿Si el método que considera válido no funciona, es de los técnicos a los que les cuesta cambiarlo?
R. Hay que tener un plan b, un plan c, un plan d, tienes que intentar una vez más anticipar todo lo que pueda suceder. Tenemos que estar dispuestos a cambiar: una cosa es tener variantes en la forma de jugar, otra es cambiar la esencia. Eso es complicado porque cada entrenador tiene una forma de ver el fútbol que es esencial y mucho más difícil de cambiar.
P. Se han conseguido títulos en todas las categorías inferiores. ¿Presión para la absoluta?
R. Nos hemos creado unas expectativas nosotros solos por los resultados que hemos obtenido en la clasificación, en los amistosos contra grandes selecciones. Lo que pido es un poco de calma porque la absoluta está en ese proceso de acercarse a los mejores. Tenemos ganas de hacerlo muy bien; a ilusión ya tendríamos una medalla. A resultados… veremos. Sí puedo asegurar que las jugadoras lo van a dar todo.
P. ¿Qué consideraría un objetivo no cumplido?
R. Hablar antes de lo que suceda es vaticinar cosas que no sabemos. Lo que queremos es mejorar, que cuando acabe el Mundial seamos mejor selección, estemos mejor colocadas en el ránking, que las jugadoras salgan fortalecidas. Cuando acabe el Mundial, valoraremos los resultados.
P. ¿Qué se le debe exigir a esta selección?
R. Darlo todo en cada partido y competir bien. Es algo innegociable para mí. Quiero que lleguen preparadas mentalmente.
P. ¿Un análisis de las rivales?
R. Sudáfrica es la selección africana más potente con diferencia, tiene jugadoras muy rápidas arriba, fuertes físicamente en todas las líneas. El mito de que las selecciones africanas no están organizadas tácticamente ya se ha superado. Va a ser un rival duro. Alemania opta al título, es favorita, ha sido seis veces seguidas campeona de Europa, tres del mundo. Nunca le hemos ganado a nivel absoluto. Le vamos a plantar cara seguro, en el último amistoso en su casa empatamos a cero. China es una potencia mundial, fueron cuartas en Canadá, por número de licencias, extensión y preparación, pasan mucho tiempo juntas y tienen automatismos que normalmente solo tienen los equipos.
P. En la Eurocopa de 2017 España volvió a casa en cuartos… ¿qué ha cambiado desde entonces y qué errores le gustaría que no se repitieran?
R. Somos un equipo más maduro. Hemos evolucionado, hemos ganado aspectos ofensivos y defensivos que antes no teníamos, estamos más conjuntados. En esa Eurocopa pecamos un poco de novatos, nos faltó un poquito de valentía y atrevimiento. Estoy convencido de que en este Mundial no nos va a faltar.
P. Crece el fútbol femenino, pero en la Liga Iberdrola solo hubo la temporada pasada dos entrenadoras y en la selección solo está Toña Is.
R. También está Montse Tomé de segunda entrenadora y ayudante técnica en la absoluta. El futuro para la mujer entrenadora creo que es espléndido, cada vez habrá más: no solo en Primera sino también en el fútbol masculino. Estoy convencido de que llegarán.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.