Los mil ojos de Montse Tomé
La segunda entrenadora de España, exinternacional, analiza a los rivales y planifica los entrenamientos
El día que España llegó a Le Toquet, después de un viaje interminable de nueve horas, la primera que apareció por el campo de entrenamiento fue Montse Tomé. “¡Qué ganas tengo de entrenar!”, dijo la segunda de Jorge Vilda. Cuatro veces internacional con España, 16 con la sub-18, nunca disputó un Mundial. Lo hará por primera vez en Francia, aunque sea desde el banquillo. Su incorporación al cuerpo técnico fue una petición del seleccionador, Jorge Vilda. “Antes se iban turnando para echar una mano a Jorge, Pedro López [técnico de la sub-20] y Toña Is [de la sub-17], pero se solapaban y necesitábamos no estar tocando todo el rato la absoluta”, explica Rafael del Amo, vicepresidente federativo. Tomé, nacida en Oviedo hace 37 años, se incorporó hace un año. Hoy es la última en dar indicaciones a las futbolistas cuando saltan al campo en los cambios, se encarga de la planificación de los entrenamientos y, además, es la responsable del equipo de análisis.
“Su rol es esencial aquí”, afirma Irene Paredes, central y segunda capitana de España. Paredes estuvo en el Mundial de Canadá 2015; hace cuatro años la selección no contaba con ningún tipo de analista que preparara estudios sobre los rivales. Todo era muy casero. “Al haber sido jugadora hasta hace poquito tiene todo muy reciente y hay muchas cosas cuando analizas un partido que si no lo has vivido no sabes exactamente cómo es. Montse lo sabe; no todo el mundo tiene la capacidad de analizar así de bien los partidos. Es importante tener más informaciones del rival y que no te sorprendan”, añade Paredes.
Montse es discreta y silenciosa. Apenas se percibe su presencia, pero está muy presente en el trabajo de campo. “Antes pensaba que veía fútbol y realmente no veía nada… ahora es cuando veo fútbol. Hay muchas, muchas horas detrás de esto. Cuando acaba mi jornada me voy a casa para desconectar un poco, pero a las dos horas estoy otra vez en el ordenador viendo partidos”, cuenta Montse al mismo tiempo que explica cómo se prepara un Mundial y cuál es su función a lo largo del año. “Hago un seguimiento semanal de los partidos de las jugadoras de la Liga Iberdrola, de la liga francesa y la estadounidense. Con esa información, todos los fines de semana elaboramos unos informes para planificar las concentraciones y los entrenamientos”, detalla.
¿Cómo se hacen esos informes; cuánto del bruto llega en limpio a las jugadoras? “En el informe del rival seleccionamos una serie de partidos y con ello hacemos un primer filtrado con un programa que nos ayuda a ver las regularidades en fase ofensiva y defensiva. Buscamos un perfil con la esencia de ese equipo: en qué son fuertes y en qué son débiles, para saber dónde hacerles daño. A partir de ahí elaboramos los vídeos: uno más orientado a la fase ofensiva y otro a la fase defensiva. No más de cinco minutos por cada fase. Aparte, las acciones a balón parado. Lo difícil es sacar lo que crees que ese equipo va a hacer contra ti. Con ese bruto, preparamos el vídeo para las futbolistas”, prosigue.
Tomé sabe, porque lo ha vivido, que la atención empieza a disminuir a los seis o siete minutos, por lo que los vídeos no duran más que cinco. Un día se enseña el de la fase ofensiva, otro la defensiva. Hay también una parte de análisis más individual que cada jugadora recibe por whatsapp. “Es para anticiparles situaciones que van a tener en el partido en los duelos más cercanos. Si la rival es diestra, zurda, más rápida o más lenta, si es buena en el uno contra uno, si es buena defensora, si tácticamente se posiciona bien”, explica Montse.
Asegura que la mentalidad cambia una vez que has colgado las botas. “Cuando eres jugadora en las dos horas de entrenamiento piensas solo en ti. Ahora tengo que pensar por 23 y en todo lo que conlleva ayudar y mejorar”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.