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Aliona Bolsova: “A mí no me gusta la faldita”

La española, una tenista a contracorriente, disfruta en Roland Garros de su primer Grand Slam. Conversa con EL PAÍS sobre la raqueta y la mujer, y critica la “falta de esencia” del circuito

Alejandro Ciriza
Bolsova, durante su partido de primera ronda en Roland Garros.
Bolsova, durante su partido de primera ronda en Roland Garros.PHILIPPE LOPEZ (AFP)

“¿Pero aquí hay una zona de players? Si puede ser, quedamos lo antes posible, porque me gustaría ir a dar una vuelta por París…”.

El despiste de Aliona Bolsova (Chisináu, Moldavia; 21 años y con nacionalidad española) antes de concretar el encuentro tiene su lógica. Es la primera vez que accede al cuadro final de un Grand Slam y le cuesta ubicarse en la extensión de Roland Garros, a donde no solo asiste, sino que también gana. En su estreno en un grande derrotó a Vera Zvonareva, ex número dos del mundo, y este jueves tendrá una nueva oportunidad de prolongar el sueño en París, en el duelo contra Sorana Cirstea. Nació en Moldavia, pero a los dos años se trasladó con sus padres a Palafrugell y ahora vive en Barcelona. Habla cuatro idiomas –español, catalán, ruso e inglés, mientras progresa con el francés– y su estética poco tiene que ver con la de la tenista tradicional.

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“Aquí todo el mundo se rige por los mismos estándares estéticos. Por ejemplo, las chicas siguen el típico perfil de la faldita, visera, trencita… A mí no me gusta nada eso. Me gusta la diversidad y que se vea la personalidad de cada uno. Se puede llevar un vestido, pero se ve cuando alguien tiene personalidad, se nota. A mí me gusta diferenciarme, porque juego siempre con shorts, la bandana, llevo el pelo corto… Estaría bien que en este mundo hubiera un poco más de personalidad”, expresa, rehuyendo a lo largo de toda la conversación los clichés y comentando sin tapujos temas que escaman habitualmente al deportista.

“Soy auténtica. Me gusta ir de frente, no por detrás y con todas esas cosas que pasan mucho en el mundo del tenis…”, continúa antes de contar que a los 17 años, justo la edad con la que debutó en la Copa Federación, dejó el tenis porque llegó a odiarlo y se sentía vacía, y se fue a estudiar diseño de moda a los Estados Unidos antes de repetir otro viaje de ida y vuelta. “En este mundillo falta un poco de esencia. Con poca gente me puedo sentar y hablar de algo más que del partido, aunque hace poco conocí a Carla Suárez y es súper buena persona. Eso es lo que yo valoro. No me gusta la gente que solo se rige por el éxito, por la fama… Yo soy más underground. Me gusta más estar en la sombra y hacer mi vida, y estar con mi gente”.

Arte, tatuajes y feminismo

Estuvo a punto de despegarse de la raqueta –“estaba harta del tenis, si hubiera seguido un mes más lo hubiera dejado para siempre”–, pero hoy día la compagina con los estudios de Historia del Arte en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), así que aprovecha estos días para ir a museos y ver catedrales. El chándal sobrio con el que acude a la cita oculta seis tatuajes. Uno de ellos, sobre el omóplato derecho y en inglés, dice: Los límites solo existen si tú se lo permites. Sin embargo, y pese a ser muy perfeccionista, su meta no mira a números unos y grandes trofeos: “Yo quiero llegar a ser lo mejor que pueda en mi deporte, pero sobre todo la mejor persona posible. Quiero llegar al final de mi carrera simplemente habiéndolo dado todo, ya sea como la 10, la 30, la 50 o la 70. Quiero darlo todo y disfrutarlo”.

Habla de educación, de igualdad, de conciencia. Y también de feminismo. “Llevamos más de 2.500 años viviendo en un patriarcado. Luego hablan de que las feminazis, de que si las mujeres lo quieren todo… No necesitamos 2.500 años más para lograr la igualdad. Estamos en el siglo XXI y podemos hacerlo más rápido. Si adquirimos una buena educación y una buena base al final será algo normal y tendremos los mismos derechos que los hombres. Es como si esto fuera una carrera de los 400 metros y nosotras empezáramos en la línea de salida y los chicos en la recta final”, expone esta hija y nieta de atletas olímpicos, que de niña quiso ser tenista porque veía mucho deporte por la tele y le gustaba cómo competía Maria Sharapova.

La “superficialidad” del circuito

Sin embargo, se desmarca por completo del perfil mediático de la rusa y de tantas otras compañeras. “Ese rollo de ir con el mánager y con todos detrás, en grupito, no me gusta. Yo soy más de mi familia, de que la gente que esté alrededor sea mi familia, y mis entrenadoras [Lourdes Domínguez y Ana Alcázar] y Xavi [Segura, su agente] lo son. A veces la gente se pierde un poco con la fama. Vienen a un sitio como este, tan grande, y se sienten superimportantes, cuando en realidad no son nadie… Tú vales por la persona que eres, no por el ranking que tienes o lo que ganas. Me gustaría que hubiese más gente así, pero no la hay”.

Y prosigue. “Tendría que haber mucha más normalidad. Al final las relaciones son muy superficiales entre las jugadoras. Muchas veces te miran por encima, porque por el hecho de estar más alto en el ranking se creen que tienen más poder o son mejores, y al final lo importante es la persona. Muchas tienen gente detrás que les dicen lo que tienen que decir…”.

Después de media hora de charla sincera, algo prácticamente inconcebible con otras jugadoras de su mismo perfil, se despide con una sonrisa dulce para irse al centro de la ciudad y descubrir rincones. “París tiene un montón de cultura y de historia, y al final el día a día de los tenistas es venir al club, entrenar, fisio, ir al hotel y encerrarte viendo series… Yo no quiero eso, hay otras cosas”, señala antes de escapar de la marabunta del torneo: “Aquí hay mucho alboroto y yo soy de la Costa Brava, así que me gusta la tranquilidad, estar relajada. Los de pueblo llevamos otro ritmo de vida. ¡Y yo soy de pueblo!”.

RESULTADOS. MARTES 28

CUADRO MASCULINO: Roberto Bautista, 6-4, 6-4 y 6-2 a Steve Johnson; Fernando Verdasco, 6-3, 6-7, 6-3 y 6-2 a Daniel Evans; Ivo Karlovic, 7-6, 7-5, 6-7 y 7-5 a Feliciano López; Jordan Thompson, 6-3, 6-2 y 7-6 a Alejandro Davidovich; Federico Delbonis, 6-1, 3-6, 6-3 y 6-2 a Guillermo García-López; Juan Martín del Potro, 3-6, 6-2, 6-1 y 6-4 a Nicolas Jarry; Alexander Zverev, 7-6, 6-3, 2-6, 6-7 y 6-3 a John Millman; Fabio Fognini, 6-3, 6-0, 3-6 y 6-3 a Andreas Seppi;

CUADRO FEMENINO: Naomi Osaka, 0-6, 7-6 y 6-1; Simona Halep, 6-2, 3-6 y 6-1 a Ajla Tomljanovic; Carolina Garcia, 6-2 y 6-4 a Mona Barthel; Victoria Azarenka, 6-4 y 7-6 a Jelena Ostapenko; Aryna Sabalenka, 7-5 y 6-1 a Dominika Cibulkova; Maria Sakkari, 6-0 y 6-1 a Anna Tatishvili.

* Consulta el ORDEN DE JUEGO del miércoles 29.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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