Los triples crucifican al Barça en Estambul y le privan un año más de la Final Four
El Efes, con 17 dianas de tres y mejor en un partido de una intensidad máxima, se clasifica para una Final a cuatro que los azulgrana no juegan desde 2014
El francés Adrien Moerman remachó el último clavo en la crucifixión del Barcelona, que sufrió un calvario en Estambul y perdió, en el quinto y definitivo partido de la serie de cuartos, el billete para la Final Four de Vitoria. Allí estará el Efes, junto al Fenerbahçe, contra el que disputará un derbi turco en las semifinales, el Real Madrid y el CSKA Moscú. El Barcelona se queda un año más fuera de la cumbre entre los mejores del continente, y van cinco ya desde su última comparecencia, en Milán.
ANADOLU EFES, 80; BARCELONA, 71
Anadolu Efes: Larkin (18), Beaubois (11), Simon (0), Moerman (18), Dunston (7) —cinco inicial— Balbay (0), Pleiss (5), Micic (10), Anderson (11).
Barcelona Lassa: Pangos (7), Ribas (8), Claver (0), Singleton (12), Tomic (10) —cinco inicial—; Séraphin (4), Hanga (9), Heurtel (12), Oriola (7), Kuric (2).
Parciales: 23-28, 24-14, 14-15 y 19-14.
Árbitros: Boltauzer, Ryzhyk y Difallah.
Sinan Erdem Dome de Estambul. 15.249 espectadores.
Moerman fue uno de los ejecutores de su exequipo y su cierre fue con un triple, el arma con la que el Efes llevó por la calle de la amargura al Barcelona. El cuadro turco perseveró, muy fiado a los buenos porcentajes de una colección de tiradores que se han reivindicado a lo largo de los cinco partidos contra un Barça que, den definitiva, no acertó a defenderse de ese mal. En el partido decisivo, el Efes sumó 17 triples de los 39 que lanzó, 24 más que tiros de dos. Los obuses de Larkin (cinco), Moerman (cuatro), Beaubois y James Anderson (tres cada uno) y Micic (dos) fueron a la postre los que rompieron la defensa y el ánimo del Barcelona.
El equipo de Pesic no fue tan efectivo como en los dos partidos que le ganó en la serie a su rival, en ambos limitado a 72 puntos. Esta vez alcanzó los 80. Pese a su superioridad en el rebote (21-35), el juego ofensivo del Barcelona no fue suficientemente fluido para imponerse en un escenario y en una situación tan exigente. Le faltó fluidez y se enredó especialmente a partir del tercer cuarto, cuando la intensidad subió enteros, hasta límites desquiciantes.
Para entonces ya poco importaba que Pangos y Pau Ribas hubieran atenuado la enfebrecida presión ambiental en el Sinan Erdem con dos triples. Había sido la puesta en escena ideal en un pabellón abarrotado por más de 15.000 espectadores ansiosos por ver a su equipo de nuevo en una Final Four que no disputa desde 2001. Pero iba a ser el Efes el que iba a apostar decididamente por los tiros desde la máxima distancia. El Barcelona explotó más a fondo las conexiones que logró establecer en el interior de la zona turca. Tomic fue el máximo beneficiado con un primer lote de puntos gestados en los movimientos de Pau Ribas, Pangos o Hanga. Descuadraban la defensa del Efes y la hacían vulnerable. Puntos fáciles para Tomic o Hanga. El equipo de Pesic se encontró cómodo y dio un primer estirón (23-30). Pero eso solo duró un rato. Tomic desapareció, Séraphin no aportó como en el cuarto partido y Claver y Kuric apenas tuvieron peso alguno en el partido.
Con dos bases
La defensa dejó muescas en jugadores como Pau Ribas o Claver, aunque el más malparado fue Simon que cometió tres faltas en menos de tres minutos. El duelo entre los jugadores exteriores se recrudeció en el segundo cuarto cuando ambos equipos optaron por jugar con dos bases, Micic y Larkin, por un lado; Pangos y Heurtel, por el otro; con los añadidos de dos tiradores como Kuric y Beaubois. Micic puso por delante por primera vez en el marcador a su equipo (40-39). Fue el octavo triple del Efes. Le respondió Heurtel en el desaforado duelo entre bases que se produjo en esa fase. Pero de inmediato también le contestó Moerman con su primer acierto después de tres errores, y James Anderson estiró ligeramente la ventaja (47-42) con el décimo triple del Efes.
La tensión de desató en el tercer cuarto. Los dos equipos regresaron del vestuario decididos a asfixiar a sus rivales a base de una defensa cada vez más física, negar espacios y, si no había más remedio, cometer faltas. Más de tres minutos tardó en llegar la primera canasta del Efes, dos tiros libres de Dunston, y cuatro esperó el Barça para ver anotar a Tomic. La gestión de los fallos y el control de los nervios empezaron a primar en el trasiego. El Efes falló muchos triples en esa fase, pero vivió del rebote ofensivo que le procuró Pleiss. Hasta que Larkin y Moerman acertaron. El Efes empezó fuerte en el último cuarto (70-59) y administró su ventaja, a pesar de que un triple de Pau Ribas llegó a poner a los suyos a cuatro puntos (75-71). Entonces, una pérdida de Singleton consumó la serie de errores cruciales que condenaron al Barça, un año más sin Final Four.</IL>
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