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Malin Moström: una mujer, un club

El Athletic concede a la sueca su primer ‘One Club Woman’ por su fidelidad al Umea IK

Jon Rivas
Moström posa junto a su familia con los jugadores del Athletic.
Moström posa junto a su familia con los jugadores del Athletic.www.athletic-club.eus

Malin Moström (Örnsköldsvik, Suecia, 1975), una economista que trabaja en una gran empresa inmobiliaria de su país, saltó el sábado al césped de San Mamés de la mano de sus hijas, vestidas con la camiseta del Athletic –su marido, entrenador de hockey hielo, se quedó en el palco–, mientras los videomarcadores del estadio mostraban alguno de sus goles con el Umea IK, su equipo de toda la vida, el que retiró su camiseta con el número 6, después de 12 temporadas en las que ganó seis títulos de Liga, cuatro de Copa y dos Ligas de Campeones.

El premio a la fidelidad, que en categoría masculina recibieron previamente Matt LeTissier, Paolo Maldini, Sepp Maier y Carles Puyol, tuvo su primera edición para el fútbol femenino en la figura de Moström. En categoría masculina recayó este año en el escocés Billy McNeill, fallecido la semana pasada y presente 12 temporadas en las alineaciones del Celtic de Glasgow.

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En medio de la ovación de la grada, Eli Ibarra, la futbolista guipuzcoana que más veces ha vestido la camiseta del Athletic, le entregó el trofeo, una estatuilla de bronce con dos manos entrelazadas, sobre una peana de madera. “Lo que me gustaría ahora mismo es calzarme mis botas y salir a correr por el terreno de juego”, confesaba la exfutbolista cuando le enseñaron San Mamés, el viernes, el día que donó al museo del club la camiseta que vistió durante más de una década. “No concibo mejor sitio que este museo para esta camiseta que significa tanto para mí, con la que he vivido momentos muy felices y que representa también el espíritu deportivo y la fuerza de un equipo, valores que está claro que comparto con el Athletic”, afirmaba.

Malin Moström, que tras el partido del Athletic ante el Alavés estuvo en Lezama viendo el empate del equipo femenino contra el Málaga, apuntó que “es un orgullo recibir el premio. Me parece fantástico el trabajo que está haciendo este club y lo que hace con los jugadores y las jugadoras, sobre todo en el complicado mundo del fútbol actual. Me encantaría haber jugado en el Athletic”.

La exjugadora, que tiene ahora 43 años, se enroló en el equipo en el que desarrolló toda su carrera porque era el único en el que podía compatibilizar el deporte con sus estudios universitarios. “Para mí, jugar con el Umea era la mejor decisión. Ponían a la jugadora en primer lugar, también tuvo oportunidades de salir, pero para mí no era una opción. La decisión de seguir jugando con mi club era bastante fácil. No quería marcharme de allí”, asegura.

Moström cree que todavía queda mucho por construir en el deporte femenino. “Incluso en Suecia, las mujeres juegan en campos más pequeños que los hombres”, dice la exjugadora, que rechazó ofertas para entrenar y para ser comentarista deportiva, aunque sí que participó en un reality de la televisión sueca, Campeón de campeones, con algunas figuras del deporte de su país.

Recuerda que “uno de los mejores momentos fue cuando gané las ligas de Suecia con mi equipo y las dos veces que ganamos la Champions. También defender la camiseta de Suecia tantas veces. Perdimos una final del Mundial en 2003, y fue un trago amargo, pero en realidad fue algo muy positivo para el fútbol sueco”.

Cree Moström que las reivindicaciones de las mujeres ante la FIFA, para mejorar la situación del fútbol femenino, deben mantenerse. “No sé qué decir, pero no es una situación justa. Es algo de lo que se habla en la actualidad. Las mujeres futbolistas trabajan igual, se entrenan igual que los hombres, no entiendo que haya tanta diferencia, pero no tiene una solución fácil”

Sus hijas sonríen tímidas mientras habla su madre. “Ellas también juegan al fútbol, pero nunca se sabe. No puedo tomar la decisión por ellas, si quieren seguir haciéndolo, sólo puedo contarles lo importante que fue el fútbol para mí y lo importante que es formar parte de un equipo”.

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