El Barça acaricia la historia
El conjunto azulgrana gana al Bayern en Múnich con un gol de Hamraoui y el próximo domingo buscará firmar lo inédito en el fútbol femenino español: la final de la Champions
La receta no cambia, es la misma para ellos que para ellas: la pelota corre más rápido que las jugadoras, la cabeza es más veloz que los pies. Con la fórmula de La Masia, el Barcelona acaricia una proeza memorable en la Champions. Frente al poderío físico del Bayern, el Barça contestó con el balón. Tan atrevido como desafiante, revalidado en la potente Hamraoui, símbolo de un equipo cada temporada más desacomplejada en Europa, el Barça sorprendió al Bayern en Alemania (0-1).
Bayern, 0; Barcelona, 1
Bayern Munich: Benkhart; Skorvankova (Lewandowski, m. 71), Hendrich, Laudehr, Schweers; Däbritz, Demann, Lohmann, Maier (Magull, m. 78); Damnjanovic (Beerensteyn, m. 78) y Rolfo. No utilizadas: Zinsberger; Roord, Wenninger y Islacker.
Barcelona: Paños; Torrejón, Pereira, Mapi León, Leila; Losada (Aitana, m. 71), Hamraoui, Putellas; Mariona (Andressa, m. 84), Duggan (Oshoala, m. 66), Martens. No utilizadas: Gemma; Van der Gragt, Melanie y Andonova.
Goles: 0-1. M.63. Hamraoui.
Árbitra: Adamkova (R. Checa). Amonestó a Damnjanovic, Demann, Skorvankova, Däbritz, Leila y Torrejón.
FC Bayern Campus. Unos 2.500 espectadores.
El Barcelona se pasó al profesionalismo en 2015, apuesta económica después del éxito deportivo, un viaje que comenzó de la mano Xavi Llorens, técnico que llevó a las azulgrana a ganar cuatro ligas consecutivas entre 2012 y 2015. Fue precisamente en esa temporada en la que el Bayern conquistó su segunda Bundesliga, la primera desde que el gigante alemán había decidido a apostar por el femenino. Entonces, Guardiola estaba al frente del equipo masculino. El técnico, Thomas Wörle, que había heredado el cargo de su padre Günther, coincidió con el catalán en el festejo de los equipos campeones del Bayern. “Lo que has hecho es lo más importante”. A Wörle le costó entender el elogio de Guardiola. “Al final, lo comprendí. Romper límites es lo más difícil. Te da la confianza para volver a hacerlo”, confesó Wörle tiempo después.
Así lo hizo el Bayern que ya trata de tú a tú en la Bundesliga a un gigante como el Wolfsburgo, campeón de Europa en 2013 y 2014; subcampeón, en 2016 y 2018. El club de Baviera se coló esta campaña por primera vez entre los cuatro mejores de la Champions. Le tocó el Barcelona, que también anda en la búsqueda de romper sus límites. En cualquier caso, las alemanas, favoritas en los despachos, quedaron minimizadas por las azulgrana. Wörle cuenta con la columna vertebral de la selección alemana (segunda en el ranking FIFA, España figura en el puesto número 13), además de duplicar en el presupuesto al Barça. Pero las muchachas de Lluís Cortés no se achicaron en Múnich.
Siempre confiadas en su técnica, hace tiempo que en los despachos del Barcelona trabajan en acortar las distancias físicas con las grandes potencias de Europa. Como simboliza Hamraoui. En su primera temporada en el Barcelona, la francesa se ha convertido en el pilar del equipo, goleadora en la gesta azulgrana en el campo del Bayern. En 2017, cuando el Barça aterrizó por primera vez en las semifinales de la Champions ante el PSG, el cuadro azulgrana se quedó sin gasolina. “Competimos bien, pero sobre el final de los dos partidos, tanto en la ida como el en la vuelta, sentimos mucho el desgaste físico”, recuerda Xavi Llorens, entonces técnico del cuadro catalán. El Barça buscó en Múnich que fuesen las alemanas las que se quedaran sin piernas. Y, de entrada, se plantó en el campo del Bayern, dispuesto a tocar el balón, muy atento para recuperar el balón cerca de la portería de Benkhart. Y justamente fue Hamraoui la que avisó. Pescó el balón en la puerta del área del Bayern y su intento de centro se estrelló en el larguero del cuadro alemán. Sorpresa, sí. Casualidad, no. El palo volvió a salvar al Bayern después de un preciso disparo de Losada.
El Barça achicó espacios y acorraló a las potentes delanteras alemanas, sin huecos para echar a correr. Entonces, con el Bayern maniatado, apareció Hamraoui. Y no para luchar sino para marcar. Mariona dibujó una fantástica ruleta y habilitó a la francesa, que sacó un potente remate para firmar el 0-1. Cambiaron los roles. El Bayern se metió en el campo azulgrana, el Barça también aprendió a jugar sin el balón. Y resistió. Donde no llegaron las manos de Paños, asomó el larguero. Cuestiones del destino, que le dejaron al Barça la hazaña servida. El domingo, en el Miniestadi, las azulgrana buscaran burlar al destino para colocar por primera vez en la historia a un equipo español en la final de la Champions.
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