El peligro se apellida Rashford
El joven delantero del United, que está en la agenda del Barcelona, ha recuperado su mejor versión con la llegada de Solskjaer al banquillo
Van Gaal quería que corriera el balón y no los jugadores, por lo que se le acercó al descanso con el gesto torcido. “Era un enamorado de la posesión y no le gustaba poner en riesgo el balón. Quería posesiones largas y tener la pelota porque creía que los espacios se creaban estando en el sitio porque el equipo tenía la calidad para encontrarte”, reflexiona Ander Herrera. Así, el entonces técnico del United, llamó a Marcus Rashford (Wythenshawe, Inglaterra; 21 años) y le soltó: “Deja de correr tanto y quédate más cerca de la portería”. El punta, que debutaba con el primer equipo en la vuelta de los dieciseisavos de la Europa League frente al Midtjylland danés, le hizo caso y cazó dos balones para marcar dos goles y convertirse en el goleador más joven en la historia del United (18 años y 117 días) en una competición europea, superando la marca del mítico George Best (18 años y 158 días). Y eso que fue de chiripa.
Resulta que ese día, Marcus, que a punto estuvo de irse cedido una semana antes al Crew Alexandra, estaba convocado pero sabía que no jugaría, por lo que llamó a su madre horas antes para que no hiciera el camino al estadio en balde. Pero Martial se lesionó en el calentamiento y Rashford salió de la partida. Melanie, por suerte, no hizo caso a su hijo y pudo festejar los goles en Old Trafford como lo haría tres días más tarde frente al Arsenal. Así, se convirtió en el debutante más joven en la Premier en anotar un doblete. “Tal vez no esperábamos este nivel tan rápido en el primer equipo, pero ha dado un paso increíble en su crecimiento”, confesó Van Gaal. Pero el holandés se marchó y llegó Mourinho junto a su pretensión de fichar a Zlatan Ibrahimovic, que arrinconó a Rashford en el banquillo o en una de las bandas. Un castigo para Marcus, que no se sentía cómodo con esa posición y creía que, ya en este curso, podía jugar de delantero porque Lukaku apenas se relacionaba con el gol. Tampoco lo hacía él, que en 13 encuentros se quedó en dos muescas. “Había fallado algunas oportunidades y lo primero que le dije es: ‘No hay ningún problema, lo harás bien, solo tienes que centrarte un poco”, explica Ole Solskjaer. No le fue mal porque en los ocho primeros encuentros con el noruego, Rashford hizo seis goles y dos asistencias.
La eclosión de Rashford no pasó desapercibida para el Barça, que se acercó al entorno del futbolista para tantear la situación, toda vez que sus hermanos son los agentes. “Es un jugador muy interesante por cómo juega, porque puede ocupar las tres posiciones de ataque y por su situación contractual, ya que le queda año y medio con el United. Es muy rápido, mentalmente fuerte, habilidoso y será una referencia en el fútbol”, dicen desde las oficinas del Camp Nou. Y añaden: “Tenemos claro que le gustaría venir, del mismo modo que no le hará un pulso al United, que se niega a vender. Es un club al que le sobra dinero y le falta talento de ese nivel. Parece una guerra perdida”. Reflexión que argumentan —para no repetir— con negociaciones fallidas como Verratti y Pogba.
Renovación cantada
Desde el United, además, ya se sisea que le ofrecerán un contrato de 300.000 libras a la semana (unos 16 millones como cobraba Rooney) y Rashford es de lo más diáfano. “Algunas personas están aquí, allá y en cualquier otra parte pero aquellos que se mantienen leales son los que de verdad destacan”, declaró a SPORTbible magazineel año pasado. Incluso en su perfil en la web del club, dado que pertenece al United desde los ocho años, se lee una de sus frases de cabecera: “Siempre he sido un fan del United, por lo que jugar en el primer equipo es un sueño cumplido”.
A Rashford no se le cuenta altercado alguno ni noticia negativa fuera del campo, acaso que el club debió enviar dos entrenadores de caninos a su urbanización porque los vecinos se quejaban de los ladridos de sus dos perros, adquiridos en su última renovación con el Manchester. Ese día supo que había cumplido su palabra. Entre otras cosas, porque en el colegio, con 11 años, le pidieron que escribiera una carta al Marcus del futuro. “Tengo un gran deseo en mi vida y prometo darlo todo para cumplirlo. Se trata de ser futbolista profesional y me gustaría que fuera en el Manchester United”, redactó. Objetivo cumplido. Ahora, sin embargo, tiene un reto de difícil solución, quizá tanto o más que vencer al PSG en su casa. Entonces, marcó un gol a Buffon en el descuento y de penalti que valió la clasificación. Esta noche aspira a lo mismo. El Barcelona, el club que le tienta, justo lo contrario.
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