El Getafe recobra el pulso en Cornellà

El Getafe recuperó en Cornellà la compostura seria y consolidada que le ha propulsado a la cuarta plaza del campeonato. Tras la derrota ante el Leganés la pasada jornada y el tanto de Borja Iglesias que adelantó al Espanyol, los providenciales cambios de Bordalás y un estupendo tanto de Ángel le dieron el empate al equipo azulón y restituyeron la imagen de solidez que le mantiene en plaza de Champions cuando solo quedan ocho jornadas para el final.

El andamiaje sobre el que se apoya el Getafe parecía ceder cuando Borja Iglesias abrió el marcador. Su gol no requirió más rúbrica que la caricia de su bota derecha. El balón le llegó manso y ya con destino a la red después de que, tras un cabezazo de Hernán Pérez, se filtrara blandito entre David Soria, que salía a por él y Djené que trataba de protegerlo de la llegada de Wu Lei. Fue el decimosegundo gol de El Panda, que volvió a marcar justo un mes después de su última diana, ante el Valladolid.

Los cambios de Bordalás resultaron providenciales para el Getafe. Portillo y Jorge Molina llevaban apenas cinco minutos en el campo, tras relevar al bullidor Foulquier y a Hugo Duro, cuando trenzaron la jugada que abrió la defensa del Espanyol, inopinadamente desubicada por el centro. El compás giró dos veces, de Portillo a Jorge Molina y de éste a Ángel, que fusiló por alto a Diego López. Los dos incorporados del Getafe en el último tramo le hicieron mucho daño al Espanyol por las zonas interiores.

En ese tipo de acciones le hubiera ido como anillo al dedo la defensa de cinco que utilizó el Espanyol en el derbi del Camp Nou. Pero Rubi certificó la excepcionalidad de ese entramado defensivo. Frente al Getafe, el entrenador catalán regresó al sistema clásico, con la reincorporación de Darder en la medular, junto al bullidor Melendo, y la titularidad de Wu Lei en el frente de ataque. Bordalás, tras el jarrón de agua fría ante el Leganés, prefirió a Antunes que a Olivera en el lateral izquierdo, a Hugo Duro y Cristóforo que a Arambarri y Portillo en la medular y a Ángel que a Jorge Molina en el ataque. Hasta que no rectificó, al Getafe le faltó garra y poder desequilibrante en un partido muy árido.

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Foulquier y Hugo Duro se alternaron por las bandas y fue por la derecha, la defendida por Dídac, donde menudearon sus incursiones. Antes del gol de Ángel, la mejor ocasión la desperdició Foulquier con una contra fulminante. El delantero francés progresó como un gamo y, a su lado Ángel, al que no miró siquiera cuando resolvió la jugada con un disparo que dio en el pecho de Dídac, el único defensa del Espanyol listo en la transición.

Las oportunidades nacían desde las zonas defensivas. La primera del Espanyol partió de un punterazo que bajó al césped Borja Iglesias para filtrar un preciso pase a Wu Lei. Al delantero chino se le adelantó un pelo el balón tras rebotarle el intento de despeje a contrapié de Djené. Aun así, Wu Lei acabó con el cuero frente a David Soria, pero sin apenas ángulo. El portero madrileño se le echó encima y rechazó el remate. No fue el último gatillazo de Wu Lei, que ya en el tiempo de descuento dispuso de otra ocasión de oro. El portugués Antunes, rapidísimo y preciso, llegó a tiempo para evitar la derrota de un Getafe que recuperó consistencia y moral en el tramo final.