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Apagón de Ferrari, llanto de Leclerc

Un fallo en el motor le arrebata de la forma más cruel al monegasco un triunfo que tenía en el bolsillo y que se llevó Hamilton

Oriol Puigdemont
Lewis Hamilton y Charles Leclerc en el podio.
Lewis Hamilton y Charles Leclerc en el podio.Hassan Ammar (AP)

Aquello que parecía el gran premio perfecto para que Ferrari saliera de Bahréin sacando pecho se convirtió en un fin de semana funesto para el constructor de Il Cavallino Rampante, que en diez vueltas pasó de acariciar un doblete que tenía asegurado a regalárselo a Mercedes, que se lo encontró hecho y con el lacito puesto. Victoria de Lewis Hamilton seguido por su compañero Bottas en un día fue brutalmente cruel con Charles Leclerc, que lo hizo todo bien para entrar a lo grande en los libros de historia y que terminó deshecho, sin saber muy bien qué decir. Nunca un podio, en este caso el primero de su trayectoria en el Mundial, había tenido un sabor tan amargo para este chaval de 21 años llamado a convertirse más pronto que tarde en el estilete de la marca de coches más universal que existe.

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Colocado en la pole, Leclerc perdió pie con Sebastian Vettel y Lewis Hamilton en la arrancada, pero seis vueltas le bastaron al chico de moda para volver a ponerse al frente y escaparse sin que nadie fuera capaz de atarle en corto hasta el golpe de teatro que cambiaría el signo de las cosas. Una repentina avería en unos de los cilindros del propulsor de su Ferrari le llevó a disputar las últimas 11 vueltas con una significativa falta de potencia, un lastre demasiado grande que sirvió a Hamilton para superarle tras recuperarle nueve segundos en menos de cuatro giros. Después fue el turno de Valtteri Bottas (segundo) y podrían haber sido más, de no haber aparecido el coche de seguridad para liderar el pelotón hasta la bandera de cuadros.

Carlos Sainz se vio obligado a abandonar por segunda carrera consecutiva después de sufrir un toque con Max Verstappen en los primeros compases de la prueba que le provocó un pinchazo cuando ambos peleaban por un quinto puesto que finalmente se llevó Vettel, completamente fuera de foco. El alemán parece una versión caricaturizada de aquel insaciable piloto con cara de Daniel El Travieso que sacudió el statu quo del campeonato al volante de un Red Bull. Ese papel es el que precisamente interpreta ahora su compañero, por más que en esta ocasión se viera más en una película de terror que en una de dibujos animados.

“Estas cosas pasan en las carreras. Por desgracia no fue nuestro día pero tengo confianza en Ferrari. Hemos demostrado que hemos recuperado el ritmo que no tuvimos en Australia, y de hecho también hemos salido beneficiados por algunas circunstancias como el coche de seguridad, porque si no habríamos terminado incluso más atrás”, declaró Leclerc, en otra exhibición de elegancia. “El tercer lugar no es nuestro puesto pero esto nos hará volver más fuertes”, zanjó el monegasco, que a sus 21 años tiene un futuro de luz por delante. Así se lo reconoció el inesperado ganador de la carrera, consciente de que ese triunfo no le correspondía a él. “Charles ha tenido muy mala suerte. Seguro que ha sido devastador para él tener que renunciar a esa victoria, pero tendrá muchas carreras por delante para demostrar lo bueno que es”, le piropeó Hamilton, que con este resultado se queda a un solo punto de Bottas, todavía líder de la tabla general.

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