La construcción de un clásico: Atlético-Barça

Para ellos, como seguramente para todo el mundo del fútbol masculino, no existe un clásico más fascinante que el Barça- Madrid. Para ellas, en cambio, no. Las azulgrana miran a Madrid, pero su enemigo no viste de blanco; lleva franjas rojas. Y, como un pacto sincero, definitivamente genuino, el clásico del fútbol femenino español entre el Barça y el Atlético de Madrid nació por casualidad. “Recuerdo perfectamente cuando surgió la rivalidad”, avisa Silvia Meseguer, una de las capitanas del Atlético. “El Barça ganaba todas las ligas —cuatro seguidas— y nosotras queríamos amargarles la quinta”, añade Mapi León, hoy en el Barça, antes del Atlético. “Fue un partido duro, muy reñido”.

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El 5 de junio de 2016, en la antepenúltima jornada de La Liga Iberdrola, las rojiblancas se impusieron en la Ciudad Deportiva Gamper: 0-1. Nadie lo esperaba. Un partido clave en las aspiraciones del Barcelona, que quería coronarse pentacampeón. La Liga, sin embargo, se fue para Bilbao. “Ese partido marcó un antes y un después. El Atlético se lo creyó y el club empezó a apostar por el femenino. Hoy somos los dos equipos más fuertes de España”, opina Olga García, que se formó en el cuadro azulgrana y este año se mudó al Atlético. Con una particularidad: el Barcelona nunca se tomó la revancha liguera. El cuadro rojiblanco ganó las últimas dos ediciones y va camino de la tercera; el Barça, en cambio, se quedó con la Copa de la Reina en 2017 y 2018 y este domingo (11.00, Gol) busca el pase a la cuarta final consecutiva, a partido único en Madrid.

“La realidad marca que el Atlético y Barcelona se reparten las ligas y las copas. Y más allá de un partido puntual, competir todas las temporadas por los títulos genera mucha rivalidad”, cuenta Xavi Llorens, once años entrenador del primer equipo del Barça. Pero no siempre el Barça y el Atleti monopolizaron el fútbol femenino español.

“Cuando yo empecé, el clásico era el Rayo-Espanyol”, asegura Meseguer. “O el Levante-Athletic”, interviene Mapi León. En la temporada 2001-2002 se creó la Superliga (se empezó a jugar en un solo grupo y el campeón pasó a acceder a la Champions). En sus 10 primeras ediciones, el Athletic levantó cuatro títulos; el Rayo, tres; el Levante, dos; y el Espanyol, uno. Pero desde la temporada 2011-2012, solo el Athletic, en 2016, se coló entre el Barça (2012, 2013, 2014 y 2015) y el Atlético (2017 y 2018).

Los presupuestos

“Hemos tenido vidas paralelas”, explica Xavi Llorens; “en 2006, nosotros estábamos en Primera y el Atlético en Segunda. Nosotros bajamos y ellas subieron. Volvimos a la élite en 2008 y poco a poco los dos clubes fueron apostando más y más por el fútbol femenino. El crecimiento ha sido brutal”. La Real fue el primer club en España en profesionalizar a las mujeres; le siguieron el Barça y el Atlético. El presupuesto del Barcelona ya ronda los 3,5 millones por dos del Atlético y 1,6 de Athletic, lejos de la Real o el Levante. que no alcanzan los 500.000 euros. “Al máximo nivel estamos los dos; es el clásico del fútbol femenino, los dos mejores. Es un partido bonito, donde te encuentras a grandes jugadores. Si miras a la selección, casi todas son del Barça y del Atlético”, subraya Sandra Paños.

Es difícil explicar el deporte sin rivalidad, y el fútbol sin clásico. “Ya veremos qué pasará cuando el Madrid apueste por el fútbol femenino”, cierra Mapi. Mientras, el Barça y el Atlético juegan su partido, el de ellas, el del fútbol femenino español, y en varios casos lo han vivido desde los dos bandos, intercambio que agranda el contencioso. El juego de equipo y la competitividad avalan a las rojiblancas mientras que las azulgrana presumen de figuras como Martens después de haber cambiado ya de entrenador.