La Catedral, meta e inicio
El récord de San Mamés era impensable hace un par de años, pero ahora es real, y nos ilusiona tanto que queremos más
Treinta de enero del 2019, Bilbao, San Mamés, La Catedral del fútbol: 48.121 personas podrán decir: “Yo estuve allí. Yo formé parte de ese récord histórico de asistencia a un partido de fútbol femenino, yo participé en esa demostración brutal de cariño, apoyo y respeto hacia las futbolistas, hacia el fútbol y hacia el deporte en general”. Y es que esto era impensable hace un par de años, pero ahora es real, y nos ilusiona tanto que queremos más.
El Athletic Club de Bilbao se volcó con la promoción de este partido, convencidos de un éxito rotundo, conocedores de que, como todos sabemos, Bilbao, su gente y sus aficionados son diferentes. Hace ya años, todavía en el estadio antiguo, el Athletic club femenino ganaba y perdía ligas con las gradas a rebosar.
Quizás también pase que el fútbol es mucho más global, igualitario y respetuoso con el esfuerzo de lo que creíamos, al final de unos 90 minutos ya nadie engaña al respetable, aplausos si se merecen, pitos si son necesarios, sean hombres o mujeres los que estén en el campo. Y eso queremos. Además resulta que últimamente el fútbol femenino es más accesible, más fácil de seguir en redes sociales, en periódicos y radios, en la TV y en los campos. Y la gente ve los partidos, ¡y repite! Y repite porque le gusta lo que ve, porque el nivel cada vez es más alto, porque nuestro fútbol es de calidad, de toque o de garra, de ataque o de contraataque, más o menos directo... y es un fútbol de ilusión, de trabajo y de esfuerzo. Y al final en esta vida hay que ser justos, o al menos querer serlo, y el fútbol femenino empieza, poco a poco, a tener lo que merece, como lo vivido en San Mamés.
Esto está dejando de ser algo puntual para pasar a ser un fenómeno ya integrado en la sociedad, ya no sorprende que los niños y niñas tenga como referentes a mujeres y ahí está el cambio del futuro, un futuro ya muy próximo.
La Catedral fue la meta y el inicio, pero también es el camino, ¡sigámoslo!
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