Javier Beirán y Jaime Fernández, la escopeta nacional
Los iconos de Iberostar y Unicaja son segundo y tercero en el podio de los más valorados de una Liga con solo un 29% de españoles y protagonizan el duelo inaugural de la Copa del Rey de Madrid
Desde hace unos años, la Liga Endesa es la competición con mayor porcentaje de extranjeros del mundo, según estudios de la FIBA. Hasta 48 países están representados esta temporada en una ACB con solo un 29% de españoles, muchos, actores de reparto para cubrir el cupo. Pero este curso el foco se ha abierto más allá de los clásicos. Además de Dario Brizuela en el Estudiantes —máximo anotador nacional, solo por detrás de Laprovittola—, Jaime Fernández (16,5 de valoración media por partido) y Javier Beirán (16,4) han reclamado galones a lo grande en el escalafón de notables. Los iconos de Unicaja e Iberostar Tenerife son segundo y tercero en el podio de los más valorados de la Liga, a un palmo del líder, Dubljevic. Ambos se miden hoy en el partido inaugural de la Copa acaparando el protagonismo y las opciones de sus equipos rumbo a unas semifinales en las que se cruzarán con el vencedor del Barça-Valencia. “La nuestra va a ser quizá la eliminatoria más igualada. Nadie viene a la Copa para estar sino para ganar”, resumió Beirán en la víspera. “Llegamos en buen momento y tengo ganas de vivir la Copa en mi ciudad”, completó Fernández.
Dominadores en la pista y en la estadística, a Beirán y Fernández, las ventanas FIBA les abrieron la puerta de la selección y ahora el Mundial aparece en el horizonte como el premio gordo a un curso que, en los parciales de febrero, es sobresaliente para dos canteranos estudiantiles que viven su mejor momento.
Beirán, alero de 31 años y 2,00m, hijo del mítico medallista en Los Ángeles 84, pasó cinco años en el club del Ramiro de Maeztu antes de marcharse a las Islas Canarias a hacer carrera, primero en Las Palmas (2010-2014); después, en Tenerife. Con el Iberostar pasó del calvario de la grave lesión de rodilla, que sufrió en diciembre de 2016 y le tuvo más de medio año parado, a conocer la gloria de ser campeón con la conquista de la Champions FIBA y la Intercontinental en 2017. “No creo que la Copa sea decisiva para jugarme una plaza en el Mundial, queda mucho. Hay muchos jugadores de la NBA y de la Euroliga que no han ido a las ventanas y que tienen que ir, así que habrá muy pocos huecos. Pero alguno hay y lucharé por estar en esa lista final”, ambicionó Beirán antes de volar a Madrid.
Jaime Fernández, escolta de 25 años y 1,86m, llegó a ser capitán de Estudiantes (2010-2017), pero tuvo que romper su zona de confort para despuntar definitivamente. “En el Estudiantes nunca fui un referente”, reivindicó al salir. Le bastó un año en Andorra para coger una carrerilla que le colocó en el escaparate. Se lo llevó Unicaja. Y le han bastado cinco meses para hacerse ídolo en el Carpena a fuerza de intensidad, puntos y canastas milagreras como la que anotó hace dos semanas para rendir al Madrid. “No importa si yo juego bien o no, lo importante es ganar”, sentencia el hombre del momento en Málaga. La Copa mide dos momentos rutilantes. Beirán y Fernández, la escopeta nacional dispara alto.
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