Los goles de la experiencia

Son recurrentes las loas hacia la defensa y la solidez del Getafe. Tampoco son exageradas, el equipo de Bordalás ha recibido 16 goles, el segundo mejor registro de LaLiga, tan solo por detrás del Atlético (13). Pero si el cuadro madrileño aguanta en la sexta posición y sigue luchando en la Copa del Rey —hoy disputa la ida de los cuartos ante el Valencia (21.30, beIN)— también es por el excelso rendimiento de sus delanteros.

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El pasado viernes fueron Jorge Molina y Jaime Mata quienes barrieron al Alavés, la otra revelación del campeonato. Otras veces es Ángel Rodríguez la pesadilla para la retaguardia rival. José Bordalás maneja una terna atacante con dos peculiaridades exclusivas en LaLiga: los tres superan la treintena y los tres son españoles. Entre Molina, Ángel y Mata suman casi un siglo de edad, 97 años; y entre los tres acumulan 26 goles de los 34 que lleva el equipo en Liga y Copa.

Jorge Molina ríe socarrón cuando se le pregunta por la selección española. “Hay que ser realistas, tengo una edad”, dijo tras su doblete al Alavés. Esa edad alcanzará el número 37 en abril, pero el delantero está en uno de los mejores momentos de su carrera con ocho goles en su casillero. “Siempre ha luchado contra el estigma de su edad, eso no es nuevo”, dice Pepe Mel, el entrenador que le dio la oportunidad de jugar en Primera con el Betis ya con 29 años. “Cuando le firmamos en 2010 ya nos criticaron porque decían que era mayor. Ha demostrado que en el fútbol no hay que mirar el DNI, sino el rendimiento en el campo, y el de Jorge ya lo estamos viendo”.

El técnico actual de Molina, Pepe Bordalás, conoce perfectamente al ariete. Coincidieron en el Elche en la temporada 2009-2010 con el equipo en Segunda. El conjunto alicantino arrancó mal la temporada con Claudio Barragán en el banco. Bordalás llegó en la séptima jornada contra el Recreativo. Aquel día el Elche ganó y Molina marcó su primer gol del curso. No paró hasta hacer 26. “Ahora ejerce de referencia arriba, pero conmigo hacía más de enganche con el centro del campo para dejar mucha libertad a Rubén Castro, que se hinchó a meter goles. Tiene gran capacidad de reinvención”, recuerda Pepe Mel.

Lo más parecido que hay en el Getafe a Rubén Castro es Ángel Rodríguez. Ambos son canarios, superan por poco el 1,70m y se saben compenetrar perfectamente con el grandote Molina. El juego del equipo azulón es simple: de salida el portero siempre busca la referencia arriba. El jugador que más conecta con Molina es el meta, David Soria. Hasta 63 pases ha recibido el delantero en saques largos del portero. Ahí entra en juego la capacidad de prolongar del ariete: 69 veces ha tocado Molina el balón con la cabeza buscando a sus compañeros, el tercero de LaLiga, solo por detrás de Carrillo (Leganés) y Calleri (Alavés). El receptor favorito de esos balones suele ser Ángel, que además de correr kilómetros cada partido lleva 10 goles en todas las competiciones.

Conocidos por Bordalás

El delantero canario también es un viejo conocido de Bordalás, ya que sustituyó a Molina cuando este partió hacia el Betis, y juntos estuvieron a punto de ascender con el Elche en 2011. A comienzos del curso pasado, el técnico alicantino reunió a sus dos delanteros fetiche en Getafe y el rendimiento fue notable: 20 goles entre ambos, 13 Ángel y siete Molina. “Ángel se aprovecha muy bien del trabajo de Jorge y el equipo saca mucho rendimiento. Se compenetran muy bien. También pasa con Mata”, analiza Pepe Mel.

Jaime Mata se unió este verano al trío tras meter goles como churros en el Valladolid en Segunda (35). Parecía el tercero en discordia en la delantera y le costó soltarse en Primera, pero ya lleva seis goles en Liga y dos en Copa. Si por algo ha convencido a Bordalás es porque puede hacer las veces de Molina (nueve de referencia) o las de Ángel (punta más móvil). En todas cumple este madrileño de 30 años, que, como su Getafe, ha agarrado la élite y no quiere soltarla.