Belleza del laboratorio de Kárpov
Remate didáctico y perfecto del campeón indiscutible de la época a partir de una idea preparada en casa

Blancas: Ta1, Dd1, Tf1, Rg1, Ab2, Ae2, Cc3; peones en a2, b3, c4, e3, f2, g2 y h2.
Negras: Ta8, Ac8, Tf8, Rg8, De7, Ad6, Cf6; peones en a7, c7, c6, d5, f7, g7 y h7.
El torneo de Montreal 1979, que Anatoli Kárpov ganó empatado a puntos con Mijaíl Tal, es uno de los más fuertes de la historia: de las grandes estrellas del momento, solo faltaron el retirado Bobby Fischer y Víktor Korchnói, boicoteado por el Gobierno de la Unión Soviética (URSS). Uno de los organizadores fue el cineasta Milos Forman (1932-2018), muy aficionado al ajedrez.
La partida de este vídeo, frente al holandés Jan Timman, ilustra el impresionante laboratorio casero de Kárpov, para quien trabajaban muchos grandes maestros de la URSS, capitaneados entonces por el entrenador Ígor Záitsev. Pero sería injusto no resaltar asimismo la enorme precisión que exhibe el ganador para convertir su ventaja en una victoria bella, instructiva e inapelable.
Sobre la firma

Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).