Josu Urrutia deja la presidencia del Athletic y convoca elecciones
El presidente anuncia, en plena crisis del equipo, que abandona el cargo y que en diciembre habrá nuevo mandatario
El retrato de Josu Urrutia colgará de los pasillos de la primera planta de Ibaigane a partir del 28 de diciembre, día de los Inocentes. Se colocará junto al de los otros 30 presidentes de la historia del club en 120 años. A partir de esa fecha, Urrutia regresará a la vida civil después de más de siete años como cabeza del Athletic, en el que ingresó como futbolista a los nueve años.
A Urrutia, que abandona la entidad en plena crisis deportiva, con el equipo rojiblanco cerca de los puestos de descenso, le votaron 12.057 socios, el día de San Fermín de 2011. Llevaba a Marcelo Bielsa —del que acabó distanciado— como emblema y la ambición por bandera. Cuatro años más tarde, con el equipo como habitual ocupante de plaza europea, no hubo urnas. Fue el único candidato después de anunciar la convocatoria electoral por sorpresa, tres meses antes del plazo estipulado por los estatutos del Athletic. Ahora, de nuevo ha decidido adelantar la fecha. “La semana pasada comuniqué a mi junta directiva que no voy a presentarme, y después de la conversación posterior, elegimos como fecha el 27 de diciembre. Ya dijimos que no hay fecha ideal, sino que hay que poner los intereses del club por encima”.
Todo ello, en medio de la incertidumbre y la inquietud de los seguidores rojiblancos por la trayectoria del equipo, que en 2018 sólo ha sido capaz de ganar seis partidos de Liga. Urrutia tiró del efecto Bielsa con la contratación de Eduardo Berizzo, uno de sus alumnos aventajados, pero el argentino no ha dado con la tecla. Quiso renovar un equipo que con Bielsa rebosaba juventud, pero frente al Valencia, en San Mamés, por las circunstancias clasificatorias, alineó al equipo más veterano presentado jamás por el club en un partido de competición.
Urrutia se va del Athletic presumiendo de gestión económica y de resultados deportivos, pero gran parte de los ingresos han correspondido a las cláusulas de rescisión pagadas por diferentes jugadores. Entre Javi Martínez (Bayern), Herrera (United), Laporte (City) y Kepa Arrizabalaga (Chelsea), el Athletic recaudó 220 millones de euros. Además, los ingresos por derechos de televisión se han disparado hasta los 70 millones en el último ejercicio. El anterior presidente, Fernando García Macua, sólo pudo disponer, en su último año, de 16 millones de euros por ingresos televisivos, aunque firmó un contrato nuevo de 35 millones del que dispuso la directiva de Urrutia.
En el aspecto deportivo, el Athletic de Josu Urrutia alcanzó dos finales de Copa y una de Europa League, que perdió, además de sumar una Supercopa de España frente al Barcelona, y consiguió plaza europea en cinco de los años de mandato del actual presidente, aunque se estrenó en competición europea con Bielsa en la temporada 2011-12, de forma brillante y con un juego arrollador, después de que Joaquín Caparrós clasificara al equipo en la temporada anterior.
Sin embargo, desde la última campaña de Ernesto Valverde, la 16-17, el equipo rojiblanco parece en descomposición. El actual técnico del Barcelona, consiguió mantener el nivel de exigencia, pero decidió cambiar de aires. Ziganda no pudo mantener el tono, con una plantilla sin novedades, y Berizzo todavía no ha conseguido activar al equipo.
Urrutia confesaba, durante la despedida, que “la decisión ya la tenía tomada”, y que tenía en la cabeza que “el recorrido iba a ser de ocho años”. El todavía presidente, que ha tenido el mérito de aglutinar a una junta directiva monolítica durante todo su mandato, sin que ni un solo directivo se saliera del guion en esos siete años, ha ido perdiendo, sin embargo, apoyos externos, precisamente por su falta de cintura y mano izquierda con agentes políticos y sociales. Urrutia se ha ido aislando en Ibaigane y ha perdido amigos por el camino, además de enemistarse con prácticamente todos los medios de comunicación de Bilbao.
En Bilbao se disparan los rumores sobre los posibles candidatos. El único que se postuló, el pasado febrero, fue José Antonio Jainaga, presidente del conglomerado metalúrgico Sidenor, que en un debate organizado por El Correo afirmó: “Nunca he dicho que me fuera a presentar a las elecciones del Athletic, hasta hoy”. Desde entonces, Jainaga ha captado a diferentes colaboradores que trabajan en su candidatura. Según fuentes cercanas a LaLiga, ha mantenido ya contactos con la patronal del fútbol para recabar información sobre avales y otras cuestiones referentes a las responsabilidades financieras de los dirigentes de un club.
También aparece, entre los candidatos, Mario Fernández, hijo del expresidente de la BBK y exconsejero del Gobierno vasco. Su padre, siendo máximo responsable de la caja de ahorros vasca, ofreció su apoyo explícito a Josu Urrutia en plena campaña electoral de 2011, en la que el ahora presidente se enfrentaba al que lo era entonces, Fernando García Macua. Fernández hijo también se ha puesto en contacto con algún antiguo directivo del club para recabar su consejo.
Entre la actual directiva, el único nombre que suena es el del actual contador, Alberto Uribe-Echevarria, en la actualidad jubilado, que fue director de la auditora Deloitte. En la última comparecencia pública de Urrutia, antes de la Asamblea General, el economista que ha controlado las finanzas del Athletic en los últimos siete años se sentó al lado del presidente, para explicar el fondo de provisión de 76 millones de euros para tapar las posibles pérdidas en posteriores ejercicios. La presencia de Uribe-Echevarria fue un gesto inusual, que abrió las especulaciones sobre la posibilidad de que fuera el candidato oficial, una vez que otra de las personas que parecía tener opciones, el secretario Javier Aldazabal, descartó tajantemente postularse para la presidencia.
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