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LaLiga Santander jornada 9
Betis
Betis
0 1
Finalizado
Real Valladolid
Real Valladolid
Antoñito 35'

El Valladolid le coge el truco al Betis

El conjunto castellano mantiene su buena racha y gana a un rival ensimismado en el toque y sin gol con un soberbio partido

Rafael Pineda
Míchel celebra el triunfo del Valladolid ante un Francis desolado.
Míchel celebra el triunfo del Valladolid ante un Francis desolado.CRISTINA QUICLER (AFP)

El Valladolid sumió en el desconcierto al Betis. Los castellanos lograron una victoria estupenda y mantienen su buena racha. Provocaron además el primer problema serio al conjunto de Setién. Y de paso, a su estilo. Y es que al Valladolid le bastó con ser ordenado en defensa y jugar con una enorme intensidad para desarbolar a un equipo que necesita reflexionar. Ensimismado en su toque eterno, perdido en un laberinto de pases, el Betis fue tan previsible que acabó por aburrir a su gente, creando dudas en torno a su filosofía. El Valladolid fue un muro insuperable para un equipo sin chispa ni magia, al que le vino demasiado grande el traje de dominador. Con un fútbol pretencioso y lento, no creó peligro, mostrando una importante falta de gol, cayendo una y otra vez en las trampas del fútbol de un Valladolid que se llevó el triunfo con un sistema muy básico. Sus tretas en la segunda mitad perdiendo tiempo, por ejemplo, fueron de lo más llamativas, pero también válidas en este fútbol tan competitivo. Así las cosas, el Valladolid sumó su cuarto triunfo consecutivo para dormir en Europa. Que le quiten lo bailado mientras el Betis se pregunta cómo con una propuesta tan bonita es tan intrascendente. Setién y su tropa deben pasar por el diván. El ejercicio de resistencia del Valladolid fue encomiable, cuajando un soberbio partido en defensa y maniatando a un Betis de mucho mayor presupuesto y presunta más calidad.

Rápido, enérgico y bien colocado, el Valladolid demostró en el Benito Villamarín por qué está realizando una temporada tan buena. El orden y la vitalidad del equipo de Sergio dominó gran parte de un partido al que el Betis no le dio la intensidad y verticalidad necesarias. A medida que pasan las jornadas, los equipos le van cogiendo el truco al buen equipo de Setién, que jugó ante el Valladolid sin Guardado y Joaquín, sus dos jugadores más determinantes. El juego de posesión del Betis se enfrenta a buenos planteamientos, complicados de superar, sobre todo cuando los jugadores destinados a dar el último pase o superar una línea están muy desafortunados. En un primer tiempo muy plano, ni Boudebouz ni Inui, demasiado fallones, fueron capaces de dar al Betis lo que este necesitaba. Tampoco William Carvalho, que se mueve por el campo con un trote algo sospechoso.

En esta Liga tan igualada, apenas había pasado nada en el Villamarín. El Valladolid se defendía con orden y el Betis tocaba y tocaba sin la menor intención de hacerle daño a su rival. Entonces pasó lo que todo técnico teme. Un contragolpe de libro, una fantástica acción de Toni en su pase a Antoñito y gol del Valladolid en su primer disparo a puerta, con cantada de Pau incluida. En tres toques precisos y después de un robo en campo propio, los castellanos le dieron una lección de pegada al Betis, con muchos defectos a la hora de ser pujante, sin capacidad de remate. Al filo, del descanso, además, se acumulaban las malas noticias para los de Setién: lesión de Javi García y enfado de la grada, con sonora pitada a los jugadores cuando se retiraban del terreno de juego. Había razones para el enfado. El Betis no había tirado a puerta con peligro. El Valladolid presentaba una eficacia impresionante y tenía el partido de cara ante el juego impotente de su rival.

Mejoró el Betis en la segunda mitad. No obstante, le cuesta un mundo ser vertical. Con tan solo cinco goles, es el equipo menos anotador de Primera, y bien se notó en un segundo tiempo donde se plantó una y otra vez al borde del área del Valladolid. Todo murió en esa zona, con una sinfonía de malas decisiones que le lastraron, puesto que el Valladolid ni siquiera sufrió. Es cierto que los de Sergio no llegaron más al área rival, pero realizaron un estupendo trabajo defensivo para desquiciar a un Betis que debe encontrar soluciones a su tremenda falta de gol. Esta vez, a diferencia de otros encuentros, ni siquiera tuvo ocasiones de gol. Solo Boudebouz inquietó en un lanzamiento de falta, muy poco en ataque para sorprender a este buen Valladolid y en esta Liga tan apasionante e igualada.

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