André Silva, el goleador que huyó de Milán
El ariete, ‘pichichi’ de LaLiga, sorprende a los rectores del Sevilla por su madurez: “Es una cabeza de 40 años en cuerpo de 22”
“Está tan bien en Sevilla que ni siquiera se va al Algarve en los días de descanso”. Así se describe a André Silva desde su círculo más íntimo. La región portuguesa y costera de Portugal está a apenas una hora y media de la capital de Andalucía. André Silva, cedido por el Milan al Sevilla con una cláusula opcional de compra de 38 millones de euros, está sorprendiendo por sus goles y su excelente adaptación al club, la ciudad y a LaLiga. La fecha tope para ejecutar la cláusula de compra que tiene el Sevilla es la del 15 de junio de 2019. El conjunto andaluz tiene ya pactado incluso el salario que cobrará André Silva si decide ejecutar esta opción. “En Milán se le hizo complicado”, añaden las mismas fuentes. Tanto, que cuando se le presentó la oportunidad de fichar por el Sevilla el pasado verano ni se lo pensó. El empujón final se lo dio su compatriota Carriço, todo un veterano ya en el Sevilla, donde llegó en 2013. El defensa le invitó a venir y lo convenció de lo bien que le venía el juego del equipo a sus características. Desde que llegó a Sevilla, Carriço ha sido su cicerone particular. De inicio, Carriço le recomendó para vivir una urbanización muy cercana a la ciudad deportiva del Sevilla.
Luego, le habló de las particularidades de una entidad en la que ha encajado a la perfección. En Sevilla, el jugador vive con su hermano y un primo. Tiene pareja, pero esta vive fuera de la capital andaluza. André Silva es muy familiar. Por eso le dedicó los dos goles que le metió al Madrid a su madre en el día de su cumpleaños. De la capital andaluza solo conoce la catedral. Pasa las tardes en su casa, donde incluso tiene una canasta porque le gusta jugar al baloncesto.
“André Silva no quiso quedarse. Quería irse a toda costa. Ahora está haciendo muchos goles. Nosotros hicimos todo lo posible para que se quedara, pero decidió marcharse”, afirmó Gennaro Gatusso, entrenador del Milan, cuando se le preguntó el pasado fin de semana por el jugador del Sevilla y su espléndido momento de forma. La huida de Milán le ha salido bien al delantero. Al menos hasta el momento. Los siete goles cosechados en la LaLiga le hacen ser el máximo goleador, seguido de Stuani, con seis, y Messi y Aspas, con cinco.
Las causas de este buen rendimiento se explican en el club desde una doble vertiente. “Lo primero que nos ha sorprendido es su madurez. Es una cabeza de un hombre de 40 años en un cuerpo de 22”, se afirma. El segundo aspecto va relacionado con su capacidad para jugar y participar en el juego del equipo. “No es un rematador. Juega y hace jugar”, afirman. En esa capacidad para asociarse destaca el papel que está ejerciendo Silva como rematador de los pases de Jesús Navas. De los siete goles que ha anotado en LaLiga, en cuatro ha sido decisiva la intervención del extremo para que el portugués anotara. André Silva le hizo tres goles al Rayo, uno al Levante, dos al Madrid y otro más al Eibar.
“Me ha sorprendido mucho Jesús Navas. Corre muchísimo y nunca para. No se cansa”, afirmó Silva en una entrevista a los medios oficiales del Sevilla. Con el número 12 a la espalda, el mismo dorsal que luciera Kanouté en su etapa en el Sevilla, las prestaciones del portugués igualan a las del goleador africano en su segundo curso en el club andaluz, cuando también hizo siete goles en las primeras siete jornadas de Liga. En Krasnodar, donde el Sevilla se enfrenta este jueves en la Liga Europa al segundo clasificado de la Liga rusa (21.00 horas, Movistar Liga de Campeones), André Silva quiere estrenarse en Europa.
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