Simeone: “Estoy más tranquilo que nunca, es un toque de atención”
El técnico del Atlético se arroga la responsabilidad de la derrota de su equipo en Vigo y apunta que es lo mejor que les pudo haber pasado para corregir errores
Todo es reprochable cuando se pierde y más si no existen argumentos siquiera para rematar a puerta en todo el partido. Y en el catálogo de críticas y recriminaciones se pone en primera fila Diego Simeone. Nunca el Atlético en las siete temporadas que ha comenzado a su mando había sumado menos en las tres primeras jornadas. Justo cuando se anuncia un salto de calidad. “Asumo la responsabilidad de la derrota”, apuntó al final del partido con expresión seria, sin ganas de hablar, quizás sí de decir cosas. “No me ha gustado el partido, pero tengo claro que esto es lo mejor que nos pudo pasar. No estoy preocupado sino más tranquilo que nunca. Es un llamado, un toque de atención para todos, el primero para mí”, completó antes de advertir.
Simeone ya había detectado problemas en el último partido ante el Rayo Vallecano. Le disgustó como acabó aquel partido, como sus futbolistas perdieron el dictado de la situación. Lo sucedido en Vigo quizás ya le colme de certezas y de cuestiones a reparar. “Tuvimos esos diez minutos finales malos contra el Rayo y ahora los volvimos a repetir en el inicio de la segunda parte y si alguien tiene la responsabilidad absoluta de eso es el entrenador, que en el descanso seguramente no estuvo muy claro al dar la información de lo que quería”, se arrogó el Cholo.
Más de cien millones de euros se sentaron en banquillo del Atlético al empezar la tarde en Balaídos, seis refuerzos en la banqueta, dudas sobre algunas decisiones del técnico, como la de retirar del campo a Giménez para dar cancha a Arias y mantener a Savic con una tarjeta amarilla que casi de inmediato fueron dos. Apenas pasó por ahí el técnico colchonero, serio, con tendencia al monosílabo en la valoración final. “Había otros jugadores también con amarilla. Elegimos mantener a Savic y ellos tuvieron la fortuna de que le expulsasen”, atinó a decir antes de dar paso a su amigo de la infancia. Nunca le logró ganar a Antonio Mohamed cuando se vieron las caras como entrenadores. Y la de Vigo fue la quinta cita entre ambos. “Para ganar teníamos que hacer un partido perfecto y fue una buena actuación. Lo importante es que los chicos crean en el mensaje que les damos los entrenadores”, deslizó Mohamed, la cara de la moneda, risueño, hasta chistoso. “¡Que se acabe la Liga!”, pidió.
“El parón nos vendrá bien para corregir”, terció Saúl Ñíguez, mediocampista del Atlético que evocó la “mala suerte” de Godín en la acción que propició el primer gol del Celta. “Ellos aprovecharon las oportunidades, fueron contundentes. Nosotros debimos de elegir mejor. El Celta acomodó el partido en cinco minutos y mereció ganar”.
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