Jonathan Edwards: “Hay algo único en un récord del mundo que lo convierte en la cumbre del deporte”
Entrevista con el atleta británico cuya plusmarca mundial de triple salto (18,29m) cumple 30 años: “Hacer algo mejor que nadie ha hecho nunca en su profesión elegida es una cosa increíble”
El gran nombre del atletismo español el año que recién acabó es el del campeón olímpico Jordan Díaz, quien para ganar el campeonato de Europa en junio, en Roma, debió saltar 18,18m, el tercer triple salto legal más largo de la historia, a solo 11 centímetros del récord mundial de Jonathan Edwards (18,29m), que este 2025 que recién comienza cumple ya 30 años. Durante un viaje a Madrid en el que coincidió con Hicham el Guerruj y Javier Sotomayor, otros dos atletas con récords mundiales imbatidos desde la última década del siglo XX, Edwards se prestó a reflexionar sobre la excepcionalidad de los récords y del ser excepcional en que convierte a los atleta que los bate. “Hacer algo mejor que nadie ha hecho nunca en su profesión elegida es una cosa increíble y nunca pensé que podría hacer porque soy muy diferente de los otros saltadores de triple. No soy alto, no soy una figura imponente. Si salgo ahora a la calle, nadie me miraría dos veces pensando que soy un gran atleta. Así que ha sido algo increíble”, dice Edwards, inglés de Londres y 58 años, hijo de un vicario de la Iglesia de Inglaterra, y famoso tanto por su negativa a competir en domingo durante un tiempo por motivos religiosos como por sus proezas en el triple salto.
Pregunta. No es alto, no es un armario ni una fuerza de la naturaleza, no pertenece a la escuela brasileña ni a la cubana ni a la polca ni a la soviética, y salta más que nadie. ¿Es magia? ¿Se ha preguntado alguna vez por qué?
Respuesta. Yo salto diferente. Creo que tal vez Mike Conley [norteamericano, 17,87m, campeón olímpico en Barcelona] era similar. Es un salto muy rápido y muy plano. Creo que la clave está en cuánto mantengo la velocidad después del hop [la primera batida]. En Gotemburgo, en 1995, cuando batí el récord, el jump [el tercer impulso] fue larguísimo, de siete metros. Esa es la gran diferencia. Hay gente que puede llegar más lejos que yo con el hop y el step [segundo paso], pero no tienen la misma velocidad cuando entran en la fase de salto. Mi velocidad en la carrera y mi capacidad para mantener esa velocidad son lo que marca la diferencia. La reactividad dl contacto del pie, la manera en la que mi pie contacta con el suelo. Soy muy fuerte pero también muy ligero. No sé cuánto pesan ahora los saltadores de triple, pero yo pesaría quizá 71 kilos, e incluso 70 kilos cuando saltaba. Pero también muy fuerte.
P. El español Jordan Díaz también mantiene la velocidad, pero mide 1,94m y pesará cuatro o cinco kilos más…
R. Quizás demasiado peso para parar y arrancar de nuevo…
P. Aunque el récord oficial es de 18,29m, aquel mismo 1995, un par de meses antes, saltó 18,43m en la Copa de Europa, en Villeneuve d’Ascq, pero no fue homologado porque el viento soplaba a favor a 2,4 metros por segundo… ¿Sintió algo especial dentro de usted mientras volaba? ¿Una vibra, un flow?
R. Fue un shock total. Ese año ya había saltado bien. Batí el récord británico en mi primera reunión en Loughborough por un centímetro [17,58m], donde las condiciones no eran las mejores y hasta me quedé corto en la tabla. Así que sabía que estaba en buena forma. Nadie cree que 18,43 sea posible, jajaja. Sigue siendo el día más increíble de mi carrera, porque básicamente mi mejor marca personal era 17,15m y luego salté 18,15m. Es el salto más bonito de mi carrera. Diferente del de Gotemburgo. Con un poco más de altura y más largos el hop y el step. A menudo me pregunto hasta dónde habría saltado en Gotemburgo si hubiera tenido la técnica y el flow de Villeneuve d’Ascq. En Gotemburgo corrí muy, muy rápido y por eso, debido a la velocidad, el salto fue más plano, la trayectoria era más plana. Son saltos bastante diferentes, pero visualmente, estéticamente, el de Villeneuve d’Ascq es increíble.
P. Quizás se sentiría como debió de sentirse Bob Beamon tras saltar 8,90m en la longitud de México…
R. Fue eso, fue otra estratosfera. Otra historia. Cuando miré la distancia, recuerdo a todos mis competidores mirándome pensando, ¿qué ha pasado? No es posible. Lo fue. Y también salté 18,39m ese día en la cuarta ronda con +3,7 de viento. Todavía hoy sigo pensando que si el viento hubiera sido 1,9 m/s [legal] aún habría saltado 18,43m. La diferencia del viento es mínima. Nula.
P. En 1995 logró otro salto de 18m y solo uno más después, en 1998, 18,01m, en Oslo. ¿Tan exigente es el triple salto que no es posible hacer más de media docena de grandes saltos en una carrera?
R. Creo dos cosas. La primera es que mi técnica era excepcional en 1995. Y los cambios que logré en 1995, no fui capaz de repetirlos en los años siguientes. Así que creo que la técnica tuvo mucho que ver. También creo que me volví más rápido y más fuerte después de 1995, pero no fui capaz de hacer que eso funcionara para mí técnicamente, así que creo que sí, que fue la técnica y el hecho de que tal vez era más rápido y más fuerte lo que hizo que no fuera posible para mí hacer la misma técnica. En el fondo,1995 fue el punto dulce entre mi condición física y mi habilidad técnica.
P. La persona que más se acercó a su récord, Christian Taylor (18,21m), se rompió los dos tendones de Aquiles, y Jordan Díaz (18,18m) explica siempre que se descarga tanto peso sobre la pierna en el primer salto, el hop, que parece imposible no romperse una pierna o un pie…
R. Yo solo sufrí una lesión en mi carrera, en el tobillo, de la que me operaron en 1998. No fue una lesión grave y probablemente tardé un año o año y medio en recuperarme. Pero no hacía muchas repeticiones en los entrenamientos, porque siempre intenté proteger mi cuerpo. Como saltador de triple salto hice mucho menos que los demás atletas en cuanto a contactos, y por eso mi posibilidad de lesionarme fue menor.
P. ¿Se podría suponer que logró un cierto equilibrio en su cuerpo entre fuerza y sensibilidad, potencia y velocidad?
R. Una de las claves para tener una carrera larga es entender tu cuerpo, y entender cómo funciona para protegerlo, no entrenar demasiado, saber cuándo hay que apretar un poco más. Pero creo que es una de las cosas que se aprenden. Como atleta, a medida que maduras, debes aprender a cuidar tu cuerpo y a sacarle el máximo partido.
P. Recuerdo que Teddy Tamgho en 2009 se le acercó a usted en 2009, durante el Europeo en pista cubierta de Turín, y le dijo uste no me conoce, señor Edwards, pero tengo 19 años y voy a batir su récord… Llegó a saltar 18,04m en 2015, pero se lesionó después y nunca volvió…
R. Y tenía mucho talento. Tamgho tuvo la posibilidad de batir el récord, creo, por la tremenda emoción con que se comportaba en el pasillo de salto. Casi podía crear algo de la nada. Era un saltador increíble. Pero sí, lesión. Y, ahora, si nos fijamos en Jaydon Hibbert, sólo tiene 19 años y ya se ha lesionado en dos campeonatos. El año pasado no saltó en los Mundiales y este año se lesionó en París.
P. Echando la vista atrás, ¿qué cambió más su vida? ¿El récord del mundo o el oro olímpico en Sídney?
R. El récord del mundo fue para mí lo más importante, sin duda, ser la primera persona que superó los 18 metros y los 60 pies [la barrera en Norteamérica, 18,29m]. Lo fundamental en el atletismo es lo lejos que saltas, lo rápido que corres, lo lejos que lanzas. Es un deporte en el que todo es medible. Mucha gente puede ganar medallas de oro olímpicas pero no tantas pueden batir récords mundiales. Hay algo único por definición en un récord mundial que lo convierte en la cumbre del deporte.
P. ¿No se hace duro, estresante, vivir con esa noción durante 30 años, pensando soy el que más salta? ¿Quizás desee que lo batan de una vez y quitarse esa carga…
R. En realidad, no, pero en cierto modo el deporte debería evolucionar. Se podría argumentar que los récords no deberían durar 30 años, con todos los cambios en la tecnología y la ciencia del deporte, la nutrición, los zapatos, que ya se ha visto con el récord femenino de maratón, tiempos locos, que tiene que ver tanto con la tecnología como con el atleta, Y aquí tenemos el de Sotomayor [2,45m en altura], el de Hicham [3m 26s en 1.500m]. Sí, para que el deporte goce de buena salud y progrese, estos récords deberían batirse.
P. En 2024 hubo gran igualdad entre varios saltadores que rondan o superan la barrera de los 18m, Jordan, Pichardo, Zango, Andy Díaz, Jaydon Hibbert… Algunos de ellos, como Jordan (23 años) o Hibbert (19), son muy jóvenes. ¿Siente que se acerca el final de su récord?
R. Hay, en efecto, un grupo de atletas muy fuertes, así que es posible que puedan empujarse unos a otros a distancias aún mayores, así que ya veremos…
P. ¿Está preparado para levantarse un día sabiendo que no es único?
R. No. Quiero decir, será triste pero no cambiará mi vida. Mi vida ya cambió cuando lo batí.
P. Por qué cree que el atletismo sigue siendo el deporte rey en los Juegos Olímpicos. En París el estadio estuvo hasta arriba 10 horas al día…, ¿Quizás transmite emociones que otros deportes no pueden?
R. El atletismo siempre es muy popular en los Juegos Olímpicos y en los Campeonatos del Mundo, pero tiene dificultades fuera de esos eventos. Tienen que cambiar muchas cosas en el deporte para que siga prosperando. No hay muchos atletas que ganen dinero. World Athletics confió demasiado en Usain Bolt porque Usain Bolt tiró del atletismo toda una década y pensaron que todo estaba bien y de hecho ahora vemos que no es el caso.
P. Hay innovaciones, ¿no? El Grand Slam de Michael Johnson, el Ultimate de World Athletics…
R. Pero es una pena que la iniciativa de Michael Johnson no incluya concursos, en particular cuando la mayor estrella del deporte es un pertiguista. Duplantis es sin duda el más increíble deportista actual, y la mayoría de la gente no sabe quiénes son los velocistas de ahora, quién es Lyles, ni idea, por no hablar de los otros velocistas, quién sabe quién es Fred Kerley, quién sabe quién es Marcel Jacobs fuera del atletismo, nadie. Y sin embargo todo el mundo conoce a Usain Bolt. La gente conocerá a Duplantis, ¿por qué conocen a Duplantis? Porque bate el récord mundial cada vez que salta. No creo que se pueda obviar el hecho de que los récords son importantes en el atletismo. Las rivalidades son buenas. Si tienes una rivalidad y no corren muy rápido, a nadie le importa. Hay muchas cosas que deben cambiar. La estructura de la Diamond League no ha sido muy útil para este deporte. Las televisiones no están interesadas. Y otros deportes se han hecho mucho más populares, mucho más profesionales. Así que si uno fuera un joven con talento, un deportista, quizá no elegiría el atletismo. Elegiría fútbol, rugby… Si haces atletismo no te haces millonario como un futbolista.
P. ¿Usted no se arrepintió de haber sido atleta?
R. No sé si habría tenido talento para otro deporte. Aunque ahora juego mucho al golf. Me divierte mucho, aunque mentalmente es un deporte muy duro. Pero mira el dinero que se gana en el golf comparado con el atletismo….
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