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La Comunidad de Madrid inspecciona el estado del campo del Rayo Vallecano

La caída de un niño a una fosa de algo más de un metro de profundidad y las denuncias de los socios llevan al gobierno regional a reforzar la seguridad en el estadio, en obras hasta el 15 de septiembre

Imagen de una grada del Estadio de Vallecas el 18 de agosto.
Imagen de una grada del Estadio de Vallecas el 18 de agosto. CHEMA DÍAZ (AS)

Al término del encuentro entre el Rayo y el Sevilla del pasado domingo, un niño de cuatro años se precipitó por el hueco de una valla en uno de los fondos del Estadio de Vallecas. El menor cayó a una fosa de entre un metro y un metro y medio de profundidad en la que se apilaban ladrillos, escombros y diferentes restos de las obras que se están acometiendo en el feudo del equipo madrileño. El suceso, que terminó en un susto, ha llevado a la Comunidad de Madrid a revisar y extremar la seguridad del estadio, en obras desde el final del pasado campeonato liguero, cuando el gobierno regional, propietario de las instalaciones, invirtió 1,2 millones de euros en una reforma cuyo objetivo se limita a pasar la Inspección Técnica de Edificios.

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Javier Orcaray, director general de Deporte de la Comunidad, se personó ayer en Vallecas para comprobar el estado de las obras y se ha puesto en contacto con FONSAN, constructora a la que se adjudicó la adecuación del estadio, para asegurar la seguridad de cara al partido ante el Athletic del próximo 1 de septiembre. "Por muchas medidas de seguridad que se pongan, hemos comprobado cómo en el pasado fin de semana un niño se ha caído en el entorno de unas vallas", lamentó Pedro Rollán, vicepresidente del gobierno regional. Desde la Comunidad aseguran que el pasado mes de junio, cuando arrancaron las obras, ya sugirieron al Rayo que solicitará a LaLiga y a la Federación jugar como visitante las tres primeras jornadas. Consideraban que era lo más apropiado teniendo en cuenta que la constructora estimó un plazo de unos tres meses para finalizar la remodelación, hasta el 15 de septiembre. Desde el Rayo reconocen que no se realizó ninguna petición a los organismos, ni siquiera para disputar la primera jornada a domicilio.

Escombros y suciedad

El gobierno regional, que puso el foco en mejorar las humedades de la cubierta, reformar el graderío y la accesibilidad, insiste en que pese a lo sucedido el estadio "es seguro". Reconocen que la valla podía haber estado en mejor estado, pero exponen que no hubo ningún acta policial ni sanitario. "La afición se merece un estadio en condiciones y de Primera, y no es así. Sabíamos que iban a hacer obras en el estadio, pero bueno esperábamos que remodelasen algo más en general", reclamó Adrián Embarba, uno de los capitanes del Rayo, en Radio Marca. Pero desde la Comunidad aseguran que pusieron en marcha un reforma de tipo estructural. "Queremos que tengan un estadio digno, que pase la inspección, y luego ya se verá", apuntan.

Los socios denunciaron durante el duelo ante el Sevilla la suciedad en los baños, en las butacas y la presencia de escombros, andamios y material de obra por el graderío. En el gobierno regional entienden el enfado de los aficionados y peñistas, con los que dicen que se reunieron antes del comienzo de las obras, y señalan que la presencia de este tipo de elementos era inevitable. "Pactamos con la empresa acotar todo en una zona vallada y así se hizo", dicen. En cuanto al mantenimiento y limpieza del campo, apuntan al Rayo. "Es su responsabilidad y se le ha dicho en numerosas ocasiones porque en el pasado no ha sido el adecuado".

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