El ‘síntoma Rakitic’ como alarma en el Barcelona
Los intereses de la directiva, del entrenador y de la plantilla no convergen en un club con un masa salarial descontrolada
No es fácil conjugar los distintos intereses que convergen hoy en el Barça. A la directiva le conviene, y sobre todo le urge, reducir la masa salarial del equipo, que sobrepasa ya el 80% después de actualizar los contratos de las figuras que capitanea Messi. El 10, cuyo vínculo laboral ha sido revisado hasta ocho veces desde 2003, condiciona su continuidad a la calidad de la plantilla, circunstancia que obliga a invertir en futbolistas como Coutinho. Y el entrenador no está dispuesto a tolerar más imprevistos después de la huida de Neymar y la partida de Iniesta. Ningún jugador simboliza mejor la situación que Rakitic.
El croata se deja querer con un “Força Barça”
“Força Barça”, escribió Iván Rakitic en las redes sociales, para expresar su compromiso con el Barça. La directiva azulgrana se remitió por su parte a la cláusula de rescisión del contrato del croata, que asciende a 125 millones de euros, cuando se le requirió por las opciones de traspasar al croata, subcampeón del mundo en 2018. En el caso de que el club parisino pusiera sobre la mesa la cantidad requerida, las opciones de incorporar al centrocampista serían muchas, porque la entidad azulgrana tendría la excusa perfecta para dejarle partir con el argumento además de que mejoraría notablemente su ficha. No está muy claro que el Barcelona aumente los ingresos de Rakitic después de asumir ya que debe actualizar la ficha de Busquets, pretendido también por el PSG y cuya cláusula es de 200 millones.
El croata, fichado del Sevilla en 2014 por un fijo de 18 millones y cuatro de variables, tiene un acuerdo con el Barça hasta 2021. Ha sido un futbolista capital para Luis Enrique y es imprescindible para Valverde. Ahora el Paris Saint Germain le quiere fichar por deseo de Tuchel. El problema es que no quiere pagar los 125 millones que estipula la cláusula de rescisión porque no puede vulnerar el fair play financiero después de contratar el año pasado a Mbappé y Neymar. La oferta es en cualquier caso tentadora para el Barcelona. Así que el club deja que se diga que el jugador tiene a sus 30 años una propuesta excepcional del club de París.
Rakitic prefiere quedarse en el Camp Nou y a cambio solicita que se revisen sus ingresos, consciente de todas maneras de que su ficha no será nunca igual a la recibida del PSG. No es una situación excepcional sino que más o menos se ha dado también con Busquets. El poder adquisitivo de la entidad que preside Nasser Al-Khelaifi contrasta con la debilidad financiera de la institución dirigida por Josep Maria Bartomeu. Al actual consejo no se lo olvida que la reforma estatutaria que promovieron y aprobaron a su llegada prevé la dimisión de la junta si no cuadran las cuentas, las mismas que provocaron la denuncia contra la junta de Joan Laporta.
La operación de Rakitic estaría a expensas por otra parte de la posible incorporación de Rabiot porque el Barça precisa de un centrocampista y el francés es una de las mejores opciones juntamente con De Jong, del Ajax. La prioridad en cualquier caso es no gravar más una situación económica aliviada en el mercado estival porque la balanza de altas y bajas ofrece un saldo positivo de unos cinco millones después de traspasos tan sorprendentes como el de Paulinho. No se deja de hablar de “oportunidades de mercado” en el Camp Nou. Así que se impone la compraventa a las cesiones; el último caso sería el de Rafinha.
Saldo positivo
Este verano el Barcelona ha fichado a cuatro jugadores, Malcom (41 millones), Lenglet (35,9), Arthur (31) y Arturo Vidal (18), por un total de 125,90. La directiva azulgrana ha traspasado a Mina (30,25), Digne (20,20), Deulofeu (13), Aleix Vidal (8,5), Marlon (6) y Paulinho (50, se hará efectivo el enero). Además, ha cedido a André Gomes por 2,23 millones. El Barcelona lleva ingresados 130,25, lo que le deja un saldo positivo de 4,3 millones de euros.
La cantera
El hispano-brasileño es un jugador que durante la pretemporada ha convencido a Valverde. El futbolista, sin embargo, aspira a tener más minutos y su futuro podría estar en un equipo como el Betis. Ocurre que el club verdiblanco aspira a una cesión y el Barça pretende un traspaso después de que ya haya tenido que transigir con André Gomes, momentáneamente en el Everton. Al igual que Rafinha, Cillessen está en el mercado si algún equipo se anima a pagar para sanear la caja del Barça.
No extraña por tanto la cautela con la que se pronuncia Valverde cuando se le pregunta si tiene la plantilla cerrada, consciente de que hasta el 31 de agosto se puede dar cualquier imprevisto en el Camp Nou, incluso la partida de Rakitic. El técnico tiene dicho de todas maneras que prefiere un grupo de 21-22 jugadores para facilitar el trabajo y poder recurrir así a la cantera, representada ahora mismo en el primer equipo por Aleñà, Riqui Puig y Miranda.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.