La Fórmula 1, pendiente de Niki Lauda

Niki Lauda, uno de los campeones del mundo más carismáticos del Mundial de Fórmula 1 de las últimas décadas, permanece ingresado en el Hospital General de Viena (AKH) en estado crítico, después de someterse el pasado jueves a un trasplante de pulmón que, según informó la clínica, fue todo un éxito. A sus 69 años, el expiloto austríaco, tricampeón del mundo en 1975 y 1977 (Ferrari) y en 1984 (McLaren), tuvo que interrumpir repentinamente sus vacaciones en Ibiza y ser trasladado a la capital austríaca como consecuencia de la "grave enfermedad pulmonar" que padece, según informó el centro médico.

En este sentido vale la pena tener en cuenta el tremendo accidente que Lauda sufrió en el circuito de Nurburgring en 1976, cuando se salió de la pista con el Ferrari que pilotaba, que se incendió. Atrapado en el interior del monoplaza, del que finalmente pudo ser liberado gracias al auxilio que recibió de cuatro de sus rivales y de un comisario. Tras ser trasladado al hospital con quemaduras de tercer grado en la mayor parte de su cuerpo además de varias fracturas, Lauda logró esquivar a la muerte –hasta un sacerdote le llegó a dar la extremaunción–, y no contento con eso, seis semanas después reapareció en Monza, donde se las apañó para terminar el cuarto todavía con la cabeza llena de vendas.

Al margen de su trayectoria como piloto, Lauda también se ha prodigado en el ámbito de los negocios, sobre todo en el sector de las compañías aéreas. Posteriormente, Mercedes le reclutó como ejecutivo, y su papel fue determinante para convencer a Lewis Hamilton de que abandonara McLaren y fichara por la marca de la estrella. Actualmente, su papel es el de presidente no ejecutivo de la división de F1 de la compañía.