Modric, el genio incombustible
El capitán de Croacia deslumbra tanto por su técnica como por su despliegue físico
“¡Atacar, atacar!”. La orden de Luka Modric durante el intervalo de la prórroga del partido de cuartos entre Croacia y Rusia tronó con fuerza mientras el seleccionador Zlatko Dalic daba sus últimas consignas. El mensaje del capitán croata fue recibido por sus compañeros con una mezcla entre perplejidad y admiración. Alguno como Brozovic confesó que le parecía “increíble” que aún le quedaran fuerzas: “Verle a él correr por todo el campo nos contagió al resto”. “Es un jugador que ha enseñado su calidad durante muchos años. A nadie le sorprende verlo esprintar de la manera en la que lo hace. Lo hace desde siempre. Eso muestra su carácter, su deseo de ganar. Contagia a sus compañeros a hacer algo. El equipo siempre espera algo de él. Con Luka todo es posible, está jugando el mejor fútbol de su vida”, argumentó Dalic ayer antes de la semifinal de hoy (20.00, Telecinco) ante Inglaterra.
“Es nuestro líder y lo que necesitamos. Nosotros tuvimos a Boban en el 98 y ahora a Luka. A veces, necesitas gente como él para llegar lejos”, admitía feliz el presidente del fútbol croata, Davor Suker, tras la clasificación.
A sus 32 años, con la tez pálida y al borde de la deshidratación, el extenuante derroche físico de Modric sobre la hierba del estadio Luzhnikí de Moscú acentuó aún más sus pómulos. Su vaciado físico y sus incursiones en ataque a fuerza de cambios de ritmo y largas conducciones fueron antológicos. Dalic le había adelantado y había fijado a Rakitic por detrás de él para guardarle las espaldas. Dio igual, también se vio a Modric retroceder hasta su propia área para defender en los últimos instantes del encuentro en el que Croacia alcanzaba las semifinales del Mundial 20 años después. “Yo le veía muerto en la prórroga, pero él seguía corriendo. Fue un esfuerzo tremendo el que hizo”, dice Paulino Granero, que como preparador físico de Rusia asistió en directo al despliegue. “Las carreras del final de la prórroga me han dejado muerto”, confesó el propio Modric al término del encuentro que le ha lanzado en la carrera por el Balón de Oro.
Polémica en su país
“Lleva jugando a un gran nivel muchos años, es uno de los centrocampistas de más elegancia y nivel que he visto. Trabaja muy fuerte, es nuestro capitán y le seguimos”, apostilla Mandzukic. El excelso campeonato del volante madridista ha generado un consenso mundial sobre la relevancia de su figura. “En Argentina no tenemos centrocampistas así”, lamentó Maradona. “Más allá de los títulos que ha logrado con el Real Madrid, por su juego es el mejor futbolista de la historia de Croacia”, aseguró Robert Prosinecki antes del Mundial. “Es un jugador que tiene un talento muy distinto, mejora a cualquiera que tenga a su alrededor. Se nota cuando él no está en el campo”, dijo a este periódico Iván Rakitic en una reciente entrevista.
El Mundial también está ayudando a Modric a restañar su imagen en Croacia tras su implicación en el proceso por el que ha sido condenado a seis años de cárcel el expresidente del Dinamo de Zagreb, Zdravko Mamic. El patrón del fútbol croata fue acusado de corrupción y malversación de fondos en varios traspasos, uno de ellos el de Modric al Tottenham. Cuando se conoció el caso, en el hotel en el que se refugió la familia de Modric durante la guerra de la independencia de Croacia apareció una pintada: “Lujka, te acordarás de este día”. Tras conocerse la condena a Mamic el pasado 6 de junio, los responsables de prensa de la selección croata han cortado cualquier intento de preguntar sobre el asunto.
En el Tottenham, Modric convivió con Walker, Rose, Henderson y Harry Kane. “Harry estaba empezando, era muy trabajador, tengo una anécdota de él que me guardaré”, dijo Modric, el genio incombustible de Croacia.
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