José Molina se hace cargo de la dirección deportiva de la federación

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“El fútbol es una apisonadora”, dijo Luis Rubiales, el presidente de la federación española de fútbol, en un arrebato de sinceridad, para explicar el vertiginoso proceso que vive desde que fue elegido para el cargo el pasado 18 de mayo. Rubiales habló así durante la presentación de José Francisco Molina, que asumió esta mañana como nuevo director deportivo de la federación en sustitución de Fernando Hierro. Lo primero que ha hecho Molina en el ejercicio de sus funciones ha sido proponer el nombre de Luis Enrique como seleccionador, propuesta que ha sido aprobada por la junta directiva de este mismo lunes. 

Célebre portero del Atlético que conquistó el doblete en 1996, Molina fue internacional con España en la etapa de Javier Clemente. Allí coincidió con Luis Enrique en el ciclo que culminó en la Eurocopa de 1996. Su debut resultó extravagante: Clemente le hizo jugar de interior derecho en la segunda parte de un amistoso contra Noruega, en abril de 1996. Concluyó su carrera en el Levante, en donde coincidió con Rubiales. Central y portero trabaron amistad. El presidente federativo señala a menudo que lo que más le impresionó de Molina fue su estatura moral. Ese carácter que va unido a su independencia ha constituido un valor a la hora de convertirle en estratega de la federación. La trayectoria de Molina como entrenador ha sido modesta. Primero trabajó en la cantera del Villarreal, entre 2009 y 2012, luego durante un año se ocupó de la cantera del Getafe, y finalmente emprendió tres experiencias con equipos en Hong Kong, la India y México. 

Rubiales, cuyo mandato acaba en 2020, coincidiendo con la Eurocopa, ha contratado a Molina hasta junio de ese año. "No queremos hipotecar a la federación", dijo el mandatario. “Molina", argumentó Rubiales durante la presentación, en la sede de Las Rozas, "es una persona que por sus conocimientos del fútbol y sus ideas de modernidad, muy parecidas a las que tenemos nosotros en la federación, consideramos que es el hombre idóneo”.

“Este es el mejor sitio donde se puede trabajar en España, y a nivel mundial hay pocos sitios de igual nivel", celebró Molina. "Esperamos poder seguir con los éxitos de todas las selecciones durante los años que estemos aquí”.

Antes de que Rubiales anunciara a Luis Enrique como nuevo seleccionador, le preguntaron a Molina qué clase de entrenador le gustaría poner al frente de España. “Me gustaría un entrenador de éxito en los años que ha trabajado", dijo, adelantando que por razones jurídicas no podía confirmar que se trataba del extécnico azulgrana. "Y luego", prosiguió, "que sea un entrenador moderno. Creo que no hay que variar mucho el estilo de jugar de la selección. Pero hay que hacer algunas modificaciones. No hay que tirar todo por la borda como si nada de lo que se ha estado haciendo valiese”.

Rubiales aseguró que coincidía plenamente con Molina respecto a la identidad del técnico que debía ser seleccionador. “Un entrenador", dijo, cuando le preguntaron por la animadversión que podría provocar Luis Enrique entre el madridismo, debido a su pasado culé; "siempre tiene que ser una persona de carácter que imponga su criterio en el vestuario, al que se respete cien por cien; y luego está la imagen. Cuando miráis atrás pensamos en técnicos que nos han llevado al éxito. Luis Aragonés tuvo muchísimos problemas con vosotros [la prensa]. Muchísimos. Buscamos un líder incontestable que marque pauta entre los jugadores y que de ahí nadie se mueva".

En círculos federativos se advierte del valor que tiene Luis Enrique, que ha renunciado a ofertas de clubes que le aseguraban ganar más de diez millones de euros. La federación no podría pagarle ni la mitad de esa cifra, dicen.