Mbappé vuela a 37,4 km/h
El delantero francés, de 19 años, asombra por su potencia física, su técnica y por una madurez impropia de su juventud
El mismo día que Messi y Cristiano Ronaldo entraron en barrena con sus selecciones, Kylian Mbappé (París, 1999) irrumpió con un estallido de poderío individual que no se contemplaba en un Mundial desde que Pelé maravilló con 17 años en el de Suecia de 1958. Con solo 19 años, Mbappé amasó los tres planos que definen a los deportistas superdotados. Fue un torbellino físico imparable para los estupefactos zagueros argentinos, mostró ser un dechado de virtudes técnicas en las conducciones y en la definición, y por último enseñó una madurez impropia para un chico que acaba de rebasar la mayoría de edad.
La naturalidad con la que Kiki —como le apoda Griezmann, aunque no le guste— asume la responsabilidad y se expresa en el campo y fuera de él ha impactado tanto como sus habilidades físicas y técnicas. Mbappé cuenta que cuando tenía siete años no solo se dedicaba a jugar al fútbol con los chicos de su barrio de la periferia de París. Al concluir sus partidos, él simulaba que le entrevistaban. Por entonces ya procesaba que el fútbol de élite conllevaba algo más que ganar dinero con un simple juego que consiste en dar patadas a un balón. Interiorizó que alrededor de la pelota existía un universo paralelo en el que se mueve como pez en el agua, aunque no se prodigue en las entrevistas.
“Viene de una familia bien estructurada. Será el heredero natural de Cristiano y Messi porque Neymar tiene otra forma de ver la vida y de comportarse”, asegura un analista de fútbol internacional. “Kylian es un chico que en solo un año se ha comido todos los pasos previos para instalarse en la élite. Cuando hizo la pretemporada con el primer equipo no nos sorprendió porque ya le conocíamos. Sabíamos que podía rendir sin acusar la responsabilidad”, asegura Antonio Cordón, que como director deportivo del Mónaco estuvo en el proceso de formación de Mbappé antes de dar el salto al fútbol profesional. Griezmann corroboró ayer desde la sala de prensa del cuartel general del Francia el témpano que es Mbappé. “Me sorprende su velocidad, pero también la tranquilidad con la que afronta partidos tan importantes como el de Argentina. Pese a su edad, estaba tan tranquilo en el vestuario y en el túnel antes de un duelo tan importante”. “Nunca le he visto ponerse nervioso por nada. Tampoco le afecta lo que diga la prensa sobre él. No está pendiente de ese tipo de cosas”, asegura Antonio Cordón.
“Adora el fútbol, lo conoce todo. Estoy contento de que sea francés. Tiene mucho margen de progresión, pero en un partido tan importante ha mostrado todo su talento. Y aunque tuvo que defender, eso no le impidió atacar y hacerlo muy bien”, le elogió el seleccionador francés, Didier Deschamps, tras su exhibición del sábado. Los goles y el penalti provocado contra Argentina han emparentado a Mbappé no solo con la precocidad de Pelé, sino también con las estampidas de Ronaldo Nazario. “No es el mismo tipo de jugador, Ronaldo jugaba por el centro y era capaz de enormes aceleraciones con el balón en el pie. Kylian corre más deprisa, necesita más espacios. Aunque puede jugar de 9, suele ir más a la banda. Estamos comparando a un campeón del mundo con un jugador lleno de calidad pero de 19 años”, advierte el seleccionador francés, al que se le despierta el instinto protector. Las comparaciones con Thierry Henry también han surgido. “Es verdad que tienen características similares, los dos son buenos finalizadores, son fuertes y rápidos, pero no me gusta hacer comparaciones”, dice Robert Pires, que coincidió con Henry en el Arsenal y en la selección francesa.
Aún en desarrollo
Los 37,4 kilómetros por hora que alcanzó en la jugada en la que clavó a Mascherano, Tagliafico y Marcos Rojo, que tuvo que derribarle en el área, han asombrado. “Es impresionante, tiene una genética muscular de calidad fruto de la mezcla de sus padres. Su madre es argelina y su padre camerunés. Es decir, resistencia y velocidad”, aclara Paulino Granero, preparador físico de la selección de Rusia y del CSKA de Moscú. La velocidad alcanzada también fue motivo de broma entre sus compañeros. “Desde que nos enteramos de la velocidad que alcanzó le llamamos Monsieur 37”, bromeó ayer el volante Florin Thauvin ante los medios.
Con 19 años el físico de Mbappé aún no se ha formado por completo. Desde marzo trabaja en un plan que incluye la talasoterapia para terminar de pulirse. “Su desarrollo muscular no ha terminado todavía. Él tendrá su desarrollo completado solo en un año y medio, alrededor de los 21 años. Para entonces, la parte superior del cuerpo se fortalecerá naturalmente. Los hombros se expandirán aún más, la musculatura y el revestimiento se terminarán de dibujar. Y mecánicamente, Kylian ganará velocidad, explosividad e incluso habilidad técnica”, explicó antes de que comenzara el Mundial Marc Westerloppe, que fuera ojeador del PSG.
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