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Adrian Durant: “Si a Bruno no le asustó correr con Bolt, no le asustará nadie”

A Adrian Durant solo le importa cómo ejecuta Bruno su carrera y asegura que el plusmarquista español se encuentra en la mejor forma de su vida

Tras casi dos años recuperándose del accidente que casi le cuesta la mano derecha, Bruno Hortelano ha regresado más fuerte que nunca a la competición. Después de destrozar el récord de España de los 400 metros lisos con 44,69 segundos en un apasionante duelo contra Óscar Husillos (44,73) en el pasado mitin de Madrid, Bruno atacará la barrera de los 20 segundos en París. Allí se disputa la reunión de la Diamond League, el circuito de élite mundial del atletismo, en la que participan otros tres atletas españoles: Saúl Ordóñez en los 800m, Orlando Ortega en los 110m vallas y Ana Peleteiro en triple. Este año, a diferencia de los anteriores, el nivel de los 200 metros lisos es muy superior, con atletas como el francés Christophe Lemaitre, el ecuatoriano Álex Quiñónez o el sudafricano Clarence Munyai, que saben lo que es correr en 19 segundos. Al entrenador de Bruno Hortelano, cuyo guante negro se ha convertido en el símbolo de su fortaleza física y mental, no le importa quién corra con qué marcas. A Adrian Durant, de 33 años, exvelocista de las Islas Vírgenes de Estados Unidos, accesible y con una claridad mental que tanto lo asemeja a su discípulo, solo le importa cómo ejecuta Bruno su carrera y asegura que el plusmarquista español se encuentra en la mejor forma de su vida.

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Pregunta: Cuando se enteró de que Bruno había tenido el accidente, ¿cómo reacciona a algo así des de la distancia?

Respuesta: Lo primero que hice fue intentar averiguar si Bruno estaba bien. Su mánager, Alberto Armas, y su familia me fueron informando de su estado a medida que iban sabiendo algo más, leía lo que iba saliendo en los periódicos… Pero la información iba muy lenta, el accidente acababa de pasar y tardamos en saber si se recuperaría totalmente. Todo el mundo era optimista pero nadie sabía exactamente cómo sería el proceso de recuperación; tuvo que someterse a muchas operaciones, distintos médicos tenían que evaluar la situación y decidir cómo proceder. En ese momento, la prioridad no era si podría correr o entrenar, sino si perdería la mano o no y si se recuperaría de todo.

P. Bruno estuvo casi un año recuperándose en España antes de volver a Ithaca. ¿Cómo enfrenta la situación como entrenador cuando aún no sabe si tendrán que empezar completamente de cero?

R. Una vez salió del hospital, lo primero fue evaluar la situación, si podría volver a moverse como antes, cuánto podía tolerar… Fue prácticamente como empezar de cero y fue un proceso muy largo: primero, la rehabilitación en España para recuperar las capacidades básicas. Una vez pudo empezar a hacer cosas hubo que decidir si tendría que intentar volver inmediatamente a las pistas o si iba a necesitar más tiempo. Lo primero que le dije fue: tenemos que ir despacio porque si no nos tomamos el tiempo necesario podría ser el fin de tu carrera. Por suerte, teníamos el lujo del tiempo.

P. ¿El lujo del tiempo?

R. Bruno no tenía que empezar a competir en seguida para ganarse la vida, tenía apoyo suficiente: de su familia, su federación, es atleta de Nike… Es un lujo que no tiene mucha gente. Muchos en este mundillo del atletismo no tienen demasiado apoyo, no puedes pasarte un año sin correr porque te ves en la calle. Con Bruno, me marqué un único objetivo para el 2017: tomarme el año entero para prepararlo para que pudiera empezar a entrenar realmente en otoño de 2017.

P. El Bruno que triunfó en Ámsterdam 2016 era muy disciplinado y con gran confianza en sí mismo pero incluso para alguien con su fortaleza mental… tiene que haber vivido un infierno…

R. Sí, lo fue. Creo que mucha gente se sorprendería de saber por lo que tuvo que pasar. No hay muchos que puedan hacer lo que ha hecho él, volver después de algo así y competir al nivel que lo está haciendo. Exige mucho compromiso y mucha disciplina.

P. Y usted le ayudó también a nivel personal.

R. Por supuesto. Mi trabajo no consiste únicamente en entrenarlo, sino también en motivarlo y alentarlo, y mantenerlo positivo. También lo ayudé a tener paciencia porque es un proceso, si te precipitas y vuelves antes de hora puedes lesionarte de forma permanente y ya has acabado tu carrera. La gente se lesiona continuamente y por causas mucho menores que un accidente de coche. Yo le dije a Bruno: si no tienes que ir ahora mismo a por marcas, a por dinero, a por méritos y podemos empezar a recuperar forma física poco a poco, tenemos una oportunidad. Buena parte del proceso de recuperación consistió en averiguar exactamente qué podía hacer: ¿si hacemos esto te duele? ¿Cuánto puedes correr? ¿Corres como antes? ¿Cojeas? ¿Te tambaleas? ¿Tienes el mismo margen de movimiento? ¿Qué nivel de fuerza tienes en esta zona y en aquella? La recuperación física previa fue esencial: en la sala de pesas y en la pista. Una vez alcanzó un determinado nivel, empecé a entrenarlo como a cualquier atleta que va a empezar la preparación otoñal, es decir, alto nivel, alta intensidad, cuestas, carga…, empezando a subir poco a poco de intensidad.

P. Y eso fue en otoño…

R. Sí, cuando volvió me quedé impresionado de ver todo lo que podía hacer ya, del nivel de forma física y de fuerza con el que llegaba. Y de que se movía igual, no había cambiado, era el Bruno de antes. Para mí, eso fue una buena señal.

P. ¿Han hecho ajustes técnicos? Dice que Bruno no es tan rápido en la salida como otros y que la curva tampoco es su mejor parte pero que en la recta, cuando otros pinchan, él acelera como nadie.

R. Para mí, la manera más segura de devolverlo a la competición fue trabajar la forma y la fuerza física. Cuando uno sale de un episodio traumático como el que pasó no lo metes a hacer una prueba tan explosiva como el 100 metros lisos porque te puedes lesionar. Por eso empezamos con el entrenamiento para el 400 m. Si puedes correr rápido el 400, vas a correr rápido el 200 [la prueba de Bruno].

P. Dice que no le sorprenden las marcas que ha obtenido en el 400.

R. ¿Por qué tendrían que sorprenderme? Nada de lo que está sucediendo es producto de la casualidad. Teníamos un plan y lo seguimos, igual que habíamos hecho en 2016, cuando hizo tan buena temporada. Desde agosto de 2017 estuvimos haciendo muchas cuestas, entrenamiento de carga… Y en el primer 400 que hizo en casi 3 años, firmó 45 segundos…

P. Después de batir el récord de Cornet en Madrid con 44,69 s, contemplan hacer 400 m lisos en el futuro?

R. No. Yo ya sabía que podía correr en 44 segundos. Para mí, el 400 tenía sentido como preparación para su prueba favorita, que es el 200 metros lisos. Pero es muy probable que hagamos el relevo de 4x400 m. España tiene equipo para ganar.

P. ¿Lo ve bajando de 20 segundos este año? El 200 va a estar muy caro… En París hay al menos 2 atletas que han corrido en 19 segundos esta temporada.

R. ¿Que si lo veo bajando de 20 segundos? Tú me dirás… En 2016, el primer 200 que corrió hizo 20,45 creo…

P. 20,39 segundos [Bruno batió con ese tiempo el récord de España en las semifinales del Europeo de Ámsterdam]

R. Y ahora, en su primer 200 después de un año y medio hace 20,35 segundos. Atendiendo a la marca, es obvio que puede correr más rápido y cuantas más carreras haga, más probable es que lo haga. Si rompe o no la barrera del 200, solo el tiempo lo dirá. Yo siempre le digo a Bruno lo que creo que puede hacer y raras veces me equivoco. Pero eso queda entre él y yo, nunca comparto mis pronósticos. El resto del mundo tendrá que verlo correr [ríe].

P. Su vuelta ha generado mucha expectación…

R. Pero lo que todo el mundo tiene que entender es que tiene una ambición tremenda. Ha estado muchísimo tiempo sin poder correr y disfruta, tiene muchísimas ganas de entrenar. Cada vez que pisa la pista es para exprimirla al máximo. No voy a ponerle ningún límite.

P. ¿Toda esta atención mediática durante su recuperación le ha generado presión?

R. No creo que deje que le afecte. ¿Sabes lo que es volver después de dos años y correr tu primera carrera en 45 segundos? ¿Qué cuatrocentista hace eso? ¿Sabes la fortaleza mental que hay que tener? No puedes dejar que te afecte lo que diga nadie. Estoy seguro de que mucha gente pensaba que estaba acabado. Bruno es ha estudiado ingeniería en una de las universidades más duras del mundo. Imagínate combinar eso con ser campeón de la liga universitaria de atletismo. Es un atleta olímpico y tiene el récord de España de 100 y 200 metros lisos [ahora, también el de 400 m]. La presión es parte de tu trabajo.

P. El turco Ramil Guliyev está muy fuerte este año. ¿Cómo ve a Bruno en un duelo contra él?

R. ¡Que cómo lo veo contra él! [ríe en tono de obviedad] Bruno corrió en los Juegos Olímpicos contra Usain Bolt. No creo que vaya a correr contra nadie más impresionante que él. Si no le daba miedo Bolt, puedes estar segura de que no le va a dar miedo nadie.

P. ¿Realmente salió pensando que era “una carrera más”?

R. Bruno no se planta en la línea de salida si no es para ganar. Cada vez que lo ves correr, mentalmente sale convencido de que va a ganar. No va a competir y ya. Por eso, no nos importa contra quién corra o quién tenga qué marcas. En los Juegos de Río, Bruno terminó décimo [en semifinales], muy poquito por detrás de Justin Gatlin. ¿Cuántos velocistas tenían mejor marca personal que él? Muchos. Los tiempos son irrelevantes, lo único que le importa a Bruno es cómo ejecuta su carrera.

P. ¿Qué es lo mejor que ejecuta Bruno en carrera?

R. Ahora mismo creo que está en la mejor forma de su vida. En las próximas semanas vamos a centrarnos más en la velocidad. Vamos a encajar todas las piezas del puzzle y creo que llegarmos muy bien a Berlín.

P. Bruno trabaja mucho con la visualización, ¿tan poderosa es?

R. Absolutamente. Si te fijas en las carreras de Bruno, uno de los motivos por los que es tan consistente… No lo verás nunca irregular como algunos atletas, que los ves una carrera lentos, otras rápidos, otras vuelven a estar lentos… En Bruno no verás esto y es porque ejecuta su plan de forma consistente. Y parte de ese plan es la visualización: cerrar los ojos, ver la carrera, correrla mentalmente, sentirla, escuchar el disparo de salida, sentirlo, entrar en la curva, salir disparado de ella sintiendo la velocidad, atacar la segunda curva del 400… Cualquiera que sea tu plan, cuanto más repetición –física y mental–, más preparado estarás cuando llegue la competición real. Por eso es extremadamente importante la visualización. Formó parte de nuestro plan en Río y sigue formando parte de nuestro plan de entrenamiento.

P. ¿Cómo sería la visualización perfecta en la final del 200 metros lisos en Berlín?

R. El objetivo de Bruno es, por supuesto, ganar, defender su título de campeón europeo. Ganar los 200 metros lisos en Berlín es su objetivo este año y voy a hacer lo posible para que lo cumpla. Sobre los planes que tenemos para el futuro… que te lo cuente Bruno.

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