Dani Carvajal, el hombre que facilitó la vida de España en Rusia
La oportuna recuperación del lateral, socio necesario de Aspas en el 2-2 ante Marruecos, permite a la selección recorrer la senda más despejada de toda su historia hacia la final
El destino se decidió en un minuto. El minuto 91 del España-Marruecos. Fuera del límite del confort. En una zona inaccesible para la mayoría. Ahí donde coincidieron dos atrevidos sensacionales. Iago Aspas con un movimiento de bailarín en la línea del fuera de juego y un taconazo, y Dani Carvajal que le puso el balón con un pase parabólico para burlar al portero y a la defensa magrebí.
La mayoría de los laterales centran balones. Carvajal los entrega a medida. Su asistencia en el 2-2 definitivo adquiere proporciones históricas porque permite a España situarse en la parte blanda del cuadro del Mundial. Lejos de Brasil, Uruguay, Portugal, Argentina y Francia. Nunca la selección encontró condiciones más favorables para acceder a la final.
La presencia de Carvajal en Rusia, tras sufrir una lesión muscular en la final de la Champions, el 26 de mayo, tiene algo de accidental. “Diez minutos antes de salir a jugar los partidos intento recordar cuando me metí en el vestuario de Kiev, al descanso, a llorar en la camilla”, dijo ayer recordando la final ganada al Liverpool, cuando el dolor del músculo desgarrado le hizo sentir que se perdería la Copa del Mundo. “En ese momento pensé que estaba fuera de todo esto. Ahora me siento la persona más feliz”.
Michael Reschke, uno de los directores deportivos más respetados de Alemania, se enorgullece de haber llevado al Bayer Leverkusen al “mejor lateral derecho del mundo, junto con Philipp Lahm”. Retirado el pequeño polivalente bávaro y fuera de combate Dani Alves, el chico de 19 años que asombró a la Bundesliga entre 2012 y 2013 se ha agarrado al clavo del Mundial con la rabia de los supervivientes. A sus 26 años su reputación es colosal. Es el lateral derecho de mayor prestigio que ha tenido España. El único, junto con Ramos, capaz de situarse en el mismo universo mítico que ocupan Carlos Alberto, Zanetti, Thuram, Cafú o Lahm.
“Contra Marruecos”, recuerda el madrileño, “parecía que con el 2-1 estaba todo perdido pero al final mostramos el espíritu y en ese último minuto fuimos listos, sacamos un córner rápido, Iago marcó un golazo y fuimos primeros de grupo. Eso nos ha permitido mantener la condición de invictos, que dura dos años”.
Valiente, rápido y buen lector de los tiempos del juego, Carvajal goza del una reputación única en el mundillo de los directores deportivos: es el mejor lateral derecho del planeta para defender en campo contrario. Un puntal para equipos que aspiran a controlar el balón. En su opinión, España no está jugando mal en el arranque del torneo. Solo le ha faltado afinar el grado de atención para ahorrarse complicaciones que la han descompuesto en el campo. “Tenemos que evitar los errores defensivos”, dijo. “Los rivales nos han marcado por errores nuestros, no por aciertos suyos. Es una tarea urgente. Si mantenemos la portería a cero, seguro que nosotros marcamos”.
Demasiados errores
Carvajal considera que a partir de octavos el régimen de partido único obligará a los rivales a abandonar la defensa en caja para salir a campo abierto a buscar la victoria. Eso permitirá a España jugar con más holgura. “El partido en el que mejor competimos fue contra Portugal”, dijo, “el rival con mayor entidad del resto del grupo. A Portugal no le vale con empatar. Se abre y ahí es cuando nosotros damos nuestra mejor versión. Porque los goles que nos han hecho en la fase de grupos han sido por errores nuestros. Portugal nos metió dos a balón parado y Marruecos uno a balón parado y otro por una falta de entendimiento entre Sergio y Andrés. Corregir esto es sencillo. Si lo conseguimos nos haremos muy fuertes”.
Un infortunio situó a Dani Carvajal a un centímetro de perderse el Mundial. El próximo domingo se lo jugará contra Rusia en el Luzhniki.
Invicto en partido oficial
Caldo de cultivo de supersticiones y supersticiosos, el fútbol confiere carácter mágico a los jugadores a quienes la rutina, la casualidad o el mérito, han mantenido al margen del desastre. Dani Carvajal (Leganés, 1992) se aproxima a la condición de talismán.
Debutó con la selección en la estela del hundimiento del Mundial de Brasil. Su primer partido, el 4 de septiembre de 2014, fue un amistoso que acabó en derrota (1-0 contra Francia). Desde entonces disputó 16 encuentros con la Rojay solo perdió otro amistoso, contra Holanda (2-0), también en 2014. Carvajal, cuyo balance refleja 11 victorias, cuatro empates y dos derrotas, nunca perdió un encuentro oficial. Su presencia el próximo domingo en el Luzhniki supone un alivio para sus compañeros. Por razones y por manías.
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