“Me siento responsable por no habernos llevado los tres puntos”
Lionel Messi se lamenta después de haber fallado el penalti con Argentina ante Islandia
“Cuando viajo, te encuentro. Como un saludo a dos manos, he venido a casa. Sí, he venido a casa”. Los más de 3.000 islandeses en el Estadio del Spartak cantaron su himno, no el de la nación, sino la popular canción Ég er kominn heim (He vuelto a casa) de Helgi Björnsson. La cantaron todos juntos, unidos, sin señalar a nadie. Los 30.000 argentinos, en cambio, solo tenían ojos para Messi. “Que de la mano de Leo Messi, toda la vuelta vamos a dar”, contestaba la hinchada Albiceleste. Cuando el videomarcador enumeraba a sus futbolistas, los seguidores argentinos no decían ni mu, explotaron, sin embargo, en el momento en el que apareció la foto del 10 azulgrana.
Así se planteaban, de entrada, las cosas en el estadio del Spartak. Y así era el sentimiento de sus seguidores. Los islandeses apostaban por el todo; los argentinos por el uno, Messi. Los aficionados sudamericanos solo desviaron la atención en el 10 para homenajear a Maradona, presente ayer en el Spartak. “Maradona es más grande que Pelé”, gritaron. Después, mimos para el delantero azulgrana, incluso tras fallar el penalti número 25 de su carrera (malogró el 23% de los que lanzó), el cuarto con la camiseta de la selección argentina. “Me siento responsable por no habernos llevado los tres puntos. Me duele haber errado el penal. Era la posibilidad de ponernos en ventaja de nuevo. Hubiese cambiado el guión de juego”, confesó el 10. “Leo es humano. A veces, las cosas pasan por algo. Hay que estar con él. Es un mal día, pero en cualquier momento puede definir un partido”, apoyó el Kun Agüero a su amigo Messi, que disputó su partido número 16 en la Copa del Mundo y atrapó la marca de Óscar Ruggeri. El podio es para Maradona (21), Kempes (18) y Mascherano (17).
El jefecito saltó de récord en récord. Fue el jugador de Argentina que más pases buenos repartió, 133. Todo el conjunto islandés, 132. Tenencia de balón insulsa para el cuadro de Sampaoli que nunca supo como romper la barrera de camisetas blancas que le plantó Heimir Hallgrímsson. Un guión que tiene muy bien estudiado el técnico islandés. “Sabíamos que tendríamos alguna oportunidad si jugamos bien en defensa con la defensa. Tenemos que sacarnos el sombrero por el trabajo que hicieron nuestros jugadores”, expuso el preparador de la selección vikinga. “Es un rival que defiende con gente atrás y muy junta. Le dimos una opción y media de gol y la concretaron. Ahí, se nos hizo todo cuesta arriba”, sostuvo Mascherano.
Argentina se apagó después del 1-1, sobre todo Messi. El 10 fue el que más pases falló (11) y el que más balones perdió (26). Eso sí, lo intentó: ocho remates, ninguno con suerte. “En el global fuimos merecedores de ganar el partido. Ellos no querían jugar. Nos esperaban muy atrás. No había espacios para entrarle", analizó Messi. “Fue un partido incómodo para Leo. Evaluar su rendimiento es muy difícil porque los rivales están todo el tiempo rodeándolo”, justificó Sampaoli. Messi se quedó inmóvil en el centro del campo una vez el colegiado marcó el final del partido. Uno a uno, los jugadores islandeses pasaron a saludarlo. Siempre con la vista clavada en el suelo, el 10 les chocaba la mano.“El compromiso de Leo está intacto”, aclaró el preparador de la Albiceleste, que no encuentra la manera de potenciar el fútbol de su capitán. “No es la mejor sensación. Nunca es fácil jugar el primer partido, pero hay que seguir. Esto recién empieza, no está permitido caerse. No ha sido nuestro día”, sumó Mascherano.
El Kun Agüero, en cambio, fue más optimista. “Hemos jugado bien, la suerte no nos acompañó. Al final, lo importante es no perder”, afirmó el delantero del Manchester “Tenemos todas las armas para creer que podemos para salir adelante”, remató Sampaoli.
Argentina cree en Messi. Le falta, sin embargo, los puentes para encontrarlo. Bien lo sabe Islandia que todos, juntos, como siempre, negaron al 10.
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